Visto y Oído
Broncano
Entrevista
Rafael Ángel Moreno (Adamuz, 1986) llegó a la Alcaldía adamuceña mediante una moción de censura en octubre de 2021. El pasado junio, se presentó por primera vez como cabeza de lista por el PSOE y estuvo a diez votos de lograr la mayoría absoluta.
-¿Cómo recuerda los días de la moción de censura? Suelen vivirse situaciones muy complicadas...
-Siempre me ha gustado la política. He sido militante de las Juventudes Socialistas y en 2019 formé parte de las listas, cuando terminé los estudios de ingeniero técnico de obras. Tras dos años en la oposición, se planteó la moción. Recuerdo un verano muy largo de conversaciones con IU, con muchas cautelas para que no decayera. Es cierto que son situaciones que no suelen encajarse bien en los municipios porque generan división, pero la aceptación vecinal aquí fue muy alta, la gente lo demandaba, nos preguntaban por la calle, pero no podíamos decir lo más mínimo... Solo lo sabía mi pareja, ni mis padres ni mi hermano, así que el día que pude contarlo fue como una explosión. Recuerdo llegar y decirle a mis padres que iba a ser el alcalde de Adamuz. La emoción mayor fue con mi abuelo, un socialista de toda la vida que militó en la clandestinidad. Todavía me emociono cuando lo recuerdo.
-Adamuz vivió unos años políticos complicados, ¿en qué situación se encontró el Ayuntamiento?
-Siempre pongo el mismo símil. Cuando llegamos, el Ayuntamiento era una máquina oxidada que llevaba varios años sin andar, sin rodar, por lo que hubo que acomodar todas las piezas. Era un municipio en el que primaba la dejadez y los trabajadores hacían lo que buenamente podían. Un ejemplo de esto que digo es la caseta municipal, que podría llevar años acabada pero debido a la pasividad y a que no se mantuvieron las reuniones necesarias con la Diputación empezamos a vernos adelantados por otros pueblos.
-¿Y hay algún hecho de la anterior etapa que se encuentre judicializado?
-No, no hay nada. Puedes tener intuiciones, pero se trata de cuestiones que son difíciles de demostrar, así que no hemos recurrido a la Justicia, todo se ha quedado en el plano político.
-Tras llegar a la Alcaldía a través de una moción de censura, las del pasado mayo fueron sus primeras elecciones como cabeza de lista. ¿Cómo valora el resultado?
-Me exponía por primera vez al dictamen de los vecinos, y solo nos faltaron diez votos para lograr la mayoría absoluta. Este resultado, muy positivo, reforzó mi autoestima y la de mi partido. Veníamos de un año y medio en el que habíamos trabajado mucho y habíamos empezado a desarrollar un proyecto y unas líneas que son las que mantenemos en el actual mandato.
-¿Qué papel juega IU?
-IU es nuestro socio de gobierno, con un concejal y la primera tenencia de alcaldía, y gestiona las delegaciones de Bienestar Social y de Caminos e Infraestructuras Agrarias. En la anterior etapa hubo buen entendimiento y ambas formaciones sabíamos lo que queríamos. Creo que estamos trabajando bien.
-¿Qué relación hay con la oposición? Después de una moción de censura, la situación no suele ser fácil...
-No aportan nada positivo al pueblo y ponen todas las trabas posibles. Presentan alegaciones que a veces parecen inverosímiles y absurdas con el único objetivo de retrasarlo todo. Han puesto palos en los ruedas para la aprobación del presupuesto municipal, la terminación de la caseta, la incorporación de remanentes... Es imposible establecer ninguna colaboración.
-¿Cuáles son los proyectos principales para el mandato actual?
-Un asunto fundamental es la adjudicación del contrato para la gestión de la residencia de mayores, un edificio que lleva cerrado desde 2013 y que habilitará 36 plazas. Al proceso de licitación se han presentado dos empresas, lo que demuestra que había y hay interés por este servicio. La empresa adjudicataria deberá hacerle algunas pequeñas actuaciones al inmueble para adaptarlo a la normativa de 2018. En esta línea del bienestar social, también estamos trabajando para la modernización del hogar del pensionista y del centro de participación activa. Respecto a otras materias, vamos a finalizar la caseta municipal, que en un mes nos la entregarán. Estas obras han supuesto una inversión de unos 700.000 euros, financiados al 50% con fondos propios y con una ayuda de la Diputación. No será solo una caseta de feria, sino que se convertirá en un centro cultural que nos permitirá celebrar grandes actos.
-¿Qué asuntos tienen pendientes las administraciones públicas con Adamuz?
-Hay varios asuntos importantes que son de justicia, el más prioritario de todos la construcción del nuevo centro de salud, no se puede retrasar más. El Ayuntamiento cedió en 2008 una parcela de 2.000 metros cuadrados a la Consejería en la urbanización de los Granadillos, una zona residencial nueva con un acceso bastaste mejor que el actual. En su momento se llegó a redactar el proyecto, pero no se pudo ejecutar y a día de hoy no sabemos si será válido o no. Mientras, nos están adelantando municipios como Bujalance, Montoro o Añora. Nuestro centro de salud ocupa un edificio con bastantes años, es el más antiguo del Valle del Guadalquivir, y el cambio nos los demandan hasta los propios profesionales porque comparten consultas, no hay sitio suficiente... Es un inmueble con muchas deficiencias. La Consejería tuvo que invertir 10.000 euros el año pasado para arreglar la cubierta, y siempre salen problemas. También demandamos a la Junta de Andalucía otro proyecto que lleva en el cajón desde 2008: el carril de vehículos lentos en la A-421, entre Adamuz y Villafranca de Córdoba. Si queremos estar a la altura de lo que demanda la Base Logística del Ejército, es una infraestructura que necesitamos, porque Adamuz está a apenas 10 minutos, aunque si te pilla delante un vehículo agrícola o pesado se te va media hora.
-¿Qué le pediría al gobierno de la Diputación de Córdoba resultante de las pasadas municipales?
-Que trabaje por los pueblos más pequeños porque venimos de una base muy buena, con planes como Más Provincia o Córdoba 15, que suponían una inyección económica muy importante para localidades de nuestro tamaño. La desaparición del programa Córdoba 15 ha hecho que Adamuz pierda 160.000 euros, una cantidad que nos permitiría ofrecer muchísimos servicios. El gobierno de la Diputación debe conservar la mirada municipalista.
-Ha hablado de cómo varias localidades han adelantado a Adamuz, por ejemplo, en asuntos como el centro de salud. ¿Siente que hay pueblos de primera y pueblos de segunda?
-No quiero pensarlo. Desde que ejerzo de alcalde, lucho por los intereses de mi pueblo y de mis vecinos ante cualquier administración, independientemente de quién la gobierne.
-¿Qué pretensiones tiene Adamuz en la Base Logística del Ejército?
-Adamuz tiene una posición preferente, pues cuenta con suficiente suelo residencial e industrial como para que se desarrollen proyectos importantes, y así lo estamos explicando a los inversores potenciales en todos los foros que se están celebrando sobre la Base Logística del Ejército.
-¿Ha llegado ya algún proyecto concreto al Ayuntamiento?
-Aún no, pero estamos esperanzados en que llegarán. Y no hablo en un sentido idílico, sino que lo estamos trabajando a fondo y obtendremos la recompensa.
-La entidad local autónoma de Algallarín pertenece a Adamuz, ¿qué relación mantienen?
-Hay una relación excepcional, de colaboración, porque lo que es bueno para uno lo es también para el otro. Y trabajamos en proyectos comunes como el plan de sostenibilidad turística en destino, que se ha conseguido con mediación del Grupo de Desarrollo Local (GDR) de Sierra Morena, para mejorar senderos y hacerlos ciclables. Es un proyecto importante.
-¿Alguna vez se ha planteado la segregación?
-Nunca se ha puesto sobre la mesa, es un asunto que nunca se ha abordado.
-Cada vez son más las localidades que abogan por desarrollar el turismo como sustento económico, ¿qué iniciativas tienen en cartera?
-El gran potencial de Adamuz es su patrimonio natural, y en eso estamos trabajando. Ternemos una red de caminos muy extensa, la mayoría de titularidad pública, y una red de senderos bastante amplia que estamos dotando de nueva señalética y de puntos de observación. Otra gran baza es la gran biodiversidad que poseemos en este enclave de Sierra Morena, con el lince como principal símbolo, y hay que sacarle partido. Por otra parte, en la anterior etapa impulsamos el complejo de los Montes Comunales, que es una finca de 2.500 hectáreas donde el Ayuntamiento cuenta con un complejo de casas rurales. En la anterior etapa se abandonaron y las encontramos en condiciones pésimas, pero hicimos un esfuerzo económico importante y en 2023 tuvimos un récord de reservas. Desde el punto de vista del patrimonio histórico, hemos recuperado la casa señorial de los Lara-Ayllón y hemos hecho visitable la Torre del Reloj, que es un símbolo del municipio.
-El paisaje de olivar de Andalucía opta a ser Patrimonio Mundial, ¿qué posición tiene el municipio después de que hayan salido tantas voces en contra?
-Adamuz ha sido una pieza muy importante en esta candidatura impulsada por la Diputación de Jaén y en la que aquí ha trabajado el exalcalde Manuel Leyva. Cuando vinieron los técnicos de la Unesco, se quedaron sorprendidos porque lo que pudieron ver no es el olivar de campiña. Aquí se mezcla con manchas de monte, con el agua de los pantanos y los arroyos, con casas de labor históricas... Adamuz está a la cabeza de este proyecto, y confiamos en que salga adelante.
-La localidad forma parte de la Denominación de Origen Aceite Montoro-Adamuz. Comparada con otras marcas de calidad de la provincia, mantiene un perfil muy bajo, sin apenas producción ni promoción. ¿Qué ocurre?
-Lleva años parada, y solo la Cooperativa Nuestra Madre del Sol de Adamuz apuesta por ella. Desde el Consistorio, estamos en contacto con el Ayuntamiento de Montoro para relanzarla y ponerla en marcha, porque tiene potencial para convertirse en un importante atractivo como lo son actualmente otras del sur de la provincia como Priego de Córdoba o Baena. El aceite y el olivar, de hecho, son dos señas de identidad de nuestro municipio. El ejemplo más claro es el Centro del Olivar de Sierra, que puede visitarse de miércoles a domingo previa cita en la Oficina de Turismo. Es un edificio que nos encontramos cerrado cuando llegamos al gobierno municipal y que atrae el interés de cada vez más viajeros. Hay empresas de ocio activo que están haciendo visitas a los tajos, a los paisajes de olivar, ofrecen un desayuno molinero y pasan también por este centro.
-El municipio está impulsando la coronación pontificia de la patrona, la Virgen del Sol, ¿qué supone esto para los vecinos?
-Es un trabajo que está llevando a cabo la Hermandad de la Virgen del Sol y que el Ayuntamiento respalda. En la localidad hay mucha devoción y es algo que todo el mundo quiere que salga adelante.
-Forma parte del PSOE desde su juventud, ¿en qué situación se encuentra el partido en la provincia?
-Recientemente, acabamos de conseguir el Gobierno de la nación, aunque también es cierto que en los pueblos se han perdido ayuntamientos importantes, como Lucena, Puente Genil o Palma del Río. Es una situación achacable, quizás, a la ola que nos llega desde arriba. Pero, por otra parte, el PSOE de Córdoba atraviesa una situación esperanzadora, con gente de mi quinta, que estábamos en las Juventudes hace diez años, cogiendo las riendas. Nos está llegando la hora de hacer cosas importantes.
-La muerte de dos militares en Cerro Muriano el pasado diciembre durante unas maniobras ha provocado una gran conmoción. Una de las víctimas, el cabo Miguel Ángel Jiménez, era natural de Adamuz, ¿cómo se está viviendo el caso en la localidad?
-Ha sido un palo muy gordo para todo el pueblo. Que una persona tan joven muera en esas circunstancias... Han sido días muy tristes. Cuando me llegó la información, en seguida me puse en contacto con la Subdelegación del Gobierno para confirmarlo y decretamos luto oficial. El pueblo permaneció en silencio, vacío... Se han vivido unas Navidades muy malas.
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