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La hermandad de Nuestra Señora de la Soledad de la localidad de Baena, perteneciente a la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, ha organizado una salida extraordinaria con su imagen titular con la que han querido conmemorar que hace 300 años que esta hermandad apareció por vez primera en el libro de actas de la Cofradía, el anterior está desaparecido, así como los 100 años transcurridos desde su reorganización.
En una jornada un tanto desapacible, con nubes, frío y una leve llovizna que ha hecho que sus fieles y devotos hayan estado mirando al cielo desde primera hora de la mañana, finalmente la Virgen de la Soledad ha salido esplendorosa por el pórtico de la iglesia de Guadalupe, su sede canónica, para recorrer las calles de Baena ataviada con un colorido manto azul verdoso que ha llamado la atención de los asistentes al desfile acostumbrados a verla de un riguroso negro.
Esta salida extraordinaria con la Virgen de la Soledad ha ido en procesión hasta el Convento de Madre de Dios, ubicado en pleno casco histórico de Baena, recorriendo diferentes calles como la Plaza de España, Herranz Casado, Juan Ocaña, Mirador Hospital y Llano de Santa Marina.
En este centenario desfile procesional han participado también otros miembros de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, así como los hermanos de la hermandad de Jesús, Andas y Palio de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno que están hermanados con ellos porque un pasado en común.
Asimismo, la imagen de la Virgen de la Soledad ha estado acompañada durante todo el desfile por la Banda de Cornetas y Tambores de la Unión y a la llegada al convento de las hermanitas de clausura, se ha rezado un Santo Rosario por las vocaciones. La Eucaristía ha contado con el acompañamiento musical del grupo Apromuba.
Tras el mismo, la comitiva ha realizado la vuelta a la iglesia de Guadalupe por el mismo recorrido y ya en el interior del templo ha tenido lugar el tradicional Besamanos a la Virgen de la Soledad con el acompañamiento de las marchas romanas de la Centuria de Nuestra Señora de las Angustias y de la Coral de Baena. Sin duda, una jornada para el recuerdo.
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