El Seprona investiga a un hombre por cazar aves insectívoras en Montoro con costillas que colgaba en olivos
Alto Guadalquivir
Los agentes han incautado un zorzal, una curruca cabecinegra, ocho currucas capirotadas y un petirrojo, que son especies que figuran en la Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial
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El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Montoro ha investigado a un vecino de Córdoba por un delito contra la flora y la fauna silvestre por realizar la caza de aves insectívoras con artes o medios de caza prohibidos, utilizando lo que en el argot de la caza se conoce como costillas, una forma de caza no selectiva y masiva por la gran cantidad de trampas que se suelen colocar.
Normalmente, este tipo de trampas se colocan en el suelo. Para ello, alisan poco más de lo que mide la trampa, la colocan preparada para capturar el ave, la entierran levemente y dejan a la vista únicamente el cebo, que suele ser hormigas con alas o alúas. Cuando el ave se dispone a cazar el insecto, la trampa se activa y queda atrapada, falleciendo al poco tiempo.
En este caso, el supuesto autor colocaba las trampas en las ramas de los árboles: realizaba una muesca en la rama con una navaja e introducía una de las hojas de la trampa, quedando así sujeta, asegurando la misma con un alambre para evitar que una vez el ave quede atrapada caiga al suelo. De esta forma, se aseguraba o minimizaba el riesgo de que otros animales se comieran las aves capturadas.
Por parte de los agentes de la Patrulla del Seprona de Montoro se procedió a establecer un operativo con el fin de localizar al supuesto autor, en el que horas más tarde observaron cómo una persona se acercaba con una linterna en la cabeza y comenzó a recorrer los árboles donde estaban instaladas las trampas, en busca de las aves que habían sido capturadas con las artes prohibidas.
Una vez el supuesto autor finalizó de recoger todas las aves, por parte de los agentes se procedió a su identificación, tratándose de un vecino de la localidad de Córdoba, que vive anejo a las parcelas de olivos abandonados donde colocaba las trampas.
Una vez identificado, se procedió a la incautación de los medios de caza ilegales (14 trampas tipo costillas), así como a incautar las aves que habían sido capturadas (11 aves), entre ellas un zorzal, una curruca cabecinegra, ocho currucas capirotadas y un petirrojo, que son especies insectívoras que figuran en la Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, evidenciando que se trata de un medio de caza no selectivo y muy dañino para la avifauna de la zona.
Por todo ello, se procedió a la investigación de esta persona como supuesto autor de un delito contra la flora y la fauna silvestre por utilizar artes o medios de caza prohibidos. Investigado y diligencias instruidas, han sido puestos a disposición de la Autoridad Judicial.
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