Solia: el porvenir de El Guijo
El centro de visitantes del yacimiento de Majadaiglesia entra en su fase final y el Consistorio confía en inaugurar estas nuevas instalaciones junto a la iglesia de la Virgen de las Cruces para la primavera de 2012
El pasado puede asegurar el futuro. Es la máxima que defiende a ultranza el alcalde de El Guijo, Eloy Aperador, regidor no sólo del municipio más pequeño de la provincia, sino también del yacimiento arqueológico de mayor dimensión y más importante del Norte de Córdoba: Majadaiglesia. Este emblemático paraje se localiza -Aperador lo afirma sin ningún género de duda- sobre la antigua ciudad romana de Solia, lo que empapa a este histórico lugar de un halo de fantasía difícilmente explicable para quien nunca lo ha visitado.
Por ello, el Ayuntamiento de esta localidad de Los Pedroches se marcó tiempo atrás la puesta en valor y aprovechamiento turístico y cultural de este espacio, consciente de que "nuestro porvenir es Solia y eso lo tenemos muy claro en El Guijo", sentencia el alcalde, quien ideó en su día la edificación de un centro de visitantes que poco a poco va alzándose junto a la ermita de la Virgen de las Cruces, tal vez en el corazón de la vetusta ciudad romana de Solia y que está llamado a ser el primer paso en la explotación de Majadaiglesia, como un yacimiento de primer orden en la provincia de Córdoba.
De momento, las obras avanzan al ritmo previsto y todo apunta a que para final de año la edificación del centro de recepción estará ya concluida, según las previsiones de los técnicos y de la firma constructora, Ros Zapata, cuyos trabajadores también muestran su compromiso con la actuación. A partir de ahí vendrá la fase de dotación de contenido de este espacio, si bien Eloy Aperador confía -optimismo ante todo- en que para la romería de El Guijo, a mediados del mes de abril, podrá ya inaugurarse el complejo, al que hay que sumar el atractivo que ya supone conocer la ermita de la Virgen de las Cruces, un templo que alberga un baptisterio de inmersión único y singular.
La iniciativa se divide técnicamente en dos fases. Una primera que conlleva la reforma de la mayordomía o casa del santero, un edificio histórico localizado junto a la ermita, y una segunda parte que implica la construcción de un nuevo edificio que acogerá al visitante. El proyecto ha sido realizado por el Servicio de Arquitectura de la Diputación, concretamente por Juan Carlos Cobos y María del Carmen García de Consuegra, puesto que la obra se incluye en los Planes Provinciales. Cobos explica que se trata de dos inmuebles "contrapuestos". Así, la parte de la mayordomía será un espacio más sobrio que será "un museo de sí mismo", que explicará las distintas culturas que han pasado por Solia y que separará la "parte sacra de la laica", precisa Cobos. Desde este edificio cargado de historia se invita al visitante a llegar a otro de nuevo planta, mucho más simple, casi transparente y respetuoso con el entorno, al que permite acercarse mediante amplias cristaleras.
Se trata de una taberna al más puro estilo romano que recuerda a quienes se acercan dónde están realmente y qué relevancia histórica tuvo Solia. En total, más de 500.000 euros de inversión en la dinamización de un espacio capaz de atraer por si mismo a todo aquel que cruza el arroyo Santa María y llega a la ermita de la Virgen de las Cruces. El propio Juan Carlos Cobos asegura que "se respira ese halo de misterio y el propio ambiente transmite que hay algo más por descubrir, que estamos ante un gran escenario y ante un gran acontecimiento". Eso es Solia.
Pero la histórica ciudad romana no sólo es un pálpito o una sensación, sino algo también tangible, aunque mínimamente, por los restos arqueológicos ya documentados y conservados. Quien más sabe de ello es Alejandro Ibáñez, arqueólogo inspector de la delegación de Cultura de la Junta y que interviene junto a Cobos en la dirección facultativa del centro de visitantes. Casi semanalmente supervisa los trabajos de puesta en valor de este entorno natural único de Los Pedroches y avanza un poco más en la redacción del futuro plan director del yacimiento, un documento que debe recoger las actuaciones más significativas a desarrollar en la zona.
Tan contaminado, en el más bondadoso sentido de la palabra, como Juan Carlos Cobos, María del Carmen García de Consuegra o el también arqueólogo Luis Guzmán de la pasión que Eloy Aperador le imprime a Solia, Alejandro Ibáñez explica que a la importancia de las estructuras existentes y los materiales arqueológicos en superficie hay que añadir "los espectaculares resultados obtenidos como consecuencia de la prospección geofísica realizada por el Área de Geofísica Aplicada del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada" el año pasado, de los que se deduce que existen estructuras soterradas en la práctica totalidad de las 18,7 hectáreas que en la actualidad comprende la zona arqueológica de Majadaiglesia. Esta prospección geofísica fue realizada por encargo de la delegación de Cultura de la Junta y determina la existencia en la meseta del paraje de diversas estructuras hidráulicas, lo que lleva a pensar que se tratan de cisternas para el procesado de mineral y que Majadaiglesia fue un importante complejo minero amurallado. El papel de la Administración autonómica ha sido también clave en los hallazgos realizados, ya que ha invertido en torno a un millón de euros en este espacio a través de dos talleres de empleo y otras actuaciones arqueológicas, a lo que se une la protección del enclave como Bien de Interés Cultural (BIC) el pasado año.
Pero el futuro del yacimiento también pasa por la recuperación de otras zonas más allá de las excavaciones. Así, una de las ideas que se baraja es la de recuperar el cortijo de Majadaiglesia para reconvertirlo en una infraestructura hotelera similar a una villa romana, aunque eso sí, sin descuidar otros tipo de intervenciones que permitan concretar físicamente dónde se ubicaba exactamente la gran urbe, puesto que ni siquiera se ha llegado a excavar el 1% de la superficie del BIC. También se prevé una nueva inspección que abarque uno 500 metros por todo el exterior del perímetro del enclave y nuevas actuaciones de otro taller de empleo que el alcalde confía en tener aprobado para finales del presente ejercicio presupuestario.
Mientras llegan tiempos mejores, El Guijo, con Eloy Aperador a la cabeza, ha puesto todas sus ilusiones en potenciar este importante yacimiento y abrir al mundo un centro de recepción capaz de cautivar a los amantes de la arqueología y de quienes cada día más apuestan por un turismo de corte cultural. El alcalde no pierde de vista que el siguiente paso es la mejora de las comunicaciones, que pasan irremediablemente porque la Diputación ensanche la carretera de acceso a Majadaiglesia. Será su siguiente objetivo, consciente de que la revitalización del pasado es la única garantía para el futuro de los guijeños y de la propia Solia.
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