El aceite de oliva, al fin un producto de primera necesidad

Córdoba/El aceite de oliva es el elemento clave de la dieta mediterránea. Ingrediente básico del recetario de los hogares, la imparable subida del precio de este producto básico en el último año ha puesto en apuros a miles de familias, que se han visto obligadas a optar por otras grasas vegetales más económicas o a elegir variedades de menor calidad.

Y es que, actualmente, el litro del aceite de oliva virgen extra (AOVE) ronda los diez euros en los lineales de los supermercados, lo que significa que en solo dos años se ha encarecido un 140%, convertido en protagonista de la crisis inflacionista que ha golpeado las despensas. Mes tres mes, los consumidores han sido testigos de cómo las etiquetas cambiaban de dígito a la caza de un nuevo récord.

El pasado martes, el Consejo de Ministros aprobó un real decreto que prorroga parte del escudo social y de las medidas anticrisis puestas en marcha tras la invasión de Ucrania, un paquete que incluye, como gran novedad y por primera vez, la eliminación del IVA para el aceite de oliva. El oro líquido, de esta manera, pasa de un gravamen del 5% al cero al incorporarse al grupo de alimentos básicos, que actualmente están bonificados en su totalidad. Después de octubre, el aceite de oliva se integrará permanentemente en este grupo -del que forman parte la leche, el pan, los huevos o la fruta-; tributarán al 2% hasta final de año, cuando recuperarán su tipo habitual del 4%.

Así que, desde este lunes, 1 de julio, el aceite de oliva queda libre de IVA, lo que debería reflejarse de manera inmediata en los supermercados: la botella de un litro de virgen extra, que ahora ronda los 10 euros, pasará a 9,50 euros aproximadamente, según marca y calidad. ¿Qué impacto tendrá esta medida? El sector, por lo pronto, se muestra optimista: "La distribución tiene ganas de que el precio del aceite de oliva sea más bajo y de que aumente el consumo, por lo que se notará de inmediato", vaticina en conversación con El Día el presidente de las Cooperativas Agro-Alimentarias, Rafael Sánchez de Puerta, quien mantiene una actitud "muy positiva" ante lo que pueda pasar en los próximos días. "El consumidor lo va a notar de manera inmediata en su bolsillo", incide.

Imposible saber "hasta qué nivel" podría caer el precio del aceite

Eso sí, hace una advertencia: los precios solo se normalizarán -es decir, bajarán- cuando haya "producciones normales", si bien asume que es "muy aventurado" determinar "hasta qué nivel van a caer" y si el aceite volverá a costar como en 2022, porque "los costes actuales no son los de entonces". La cosecha de la presente campaña en el conjunto de España ha alcanzado las 850.000 toneladas, algo más que la anterior pero todavía lejos de los 1,5 millones de toneladas de media. Así que solo queda seguir pendiente del cielo: si llueve y el próximo aforo se dispara, lo previsible es que el mercado se destense. De lo contrario, solo se puede esperar otro ciclo de aceite caro porque, como resume Sánchez de Puerta, la "única regla" que aquí se aplica es la de la oferta y la demanda.

¿Explica el déficit de este producto básico, por sí solo, el aumento del precio? Para Sánchez de Puerta, es la clave de todo: "La subida del precio ha sido consecuencia solo de la caída de la producción, pues si no hay aceite suficiente hay que vender menos a la fuerza y suben los precios", argumenta. O, explicado de otra forma: "La única manera de frenar las ventas es aumentando el precio. De lo contrario, a mitad de año nos hubiéramos quedado sin aceite".

Cuestión aparte es si esta eliminación del IVA va a provocar un impacto de calado en el sector. El responsable de Cooperativas Agro-Alimentarias considera que, más allá del esperado repunte de las ventas previstas por parte de los consumidores que habían abandonado el aceite por su precio, los problemas que atenazan a los productores siguen intactos. Y, entre todos, destaca que en la provincia de Córdoba la "gran preocupación" para Cooperativas es "la falta de rentabilidad de los secanos". Sánchez de Puerta incide en la antigua reivindicación, aún no atendida, de aumentar la superficie de regadío en el olivar, pues solo el 17% del cultivo en Córdoba es regable.

"Todo lo demás es secano, que resulta cada vez menos competitivo por la baja producción. Esto lleva, además, a la falta de relevo generacional. ¿Quién va a querer que la economía de su casa dependa de este tipo de olivar?", reflexiona el portavoz de Cooperativas, entidad que engloba a un centenar de organizaciones de economía social de toda la provincia.

"¿Cuánto costaba un melón el año pasado?"

El responsable del sector del olivar de COAG en Córdoba, Juan Luque, coincide en que la medida de anular el IVA supone un "pequeño respiro" para los consumidores, pero avisa de que se trata de una medida incompleta en el sentido de que el impuesto se elimina para el aceite, pero no para la aceituna, que continúa con un gravamen del 12%. "En el próximo ejercicio fiscal, la declaración de la renta le saldrá a devolver a los productores, porque existe una descompensación", avisa.

E introduce otra idea en el debate: ¿quién está ganando dinero con esta subida del precio sin precedentes? Su respuesta es clara: "Nadie". "Las cooperativas estamos en negativo, muchas con una producción que es la mitad de la de un año normal. Y los gastos van en aumento, por lo que los márgenes son estrechos. Lo que el consumidor paga por un litro de aceite, realmente, solo está tapando la falta de producción", reflexiona.

Y coincide en que los precios solo volverán a la normalidad cuando llegue una buena campaña. Como ejemplo, recuerda lo que ocurrió con las frutas de verano en 2023: "¿Cuánto costaba un melón el año pasado? Era un disparate, porque la cosecha fue cortísima. Lo mismo ha ocurrido con el aceite de oliva"", compara.

Como COAG, el secretario general de Asaja Córdoba, Rafael Navas, incide en que los productores están "en una situación de costes". "El problema que tenemos más que de precios es de costes, y por tanto hay que seguir avanzando en cualquier línea que los reduzca, pues al final esto redundará en el conjunto de los consumidores", reflexiona. Para Asaja Córdoba, en todo caso, la medida de rebajar el IVA, anunciada "hace ya bastantes meses" es "positiva", pues va a suponer un incentivo para adquirir un bien básico del que tanto se ha hablado en el último año como ejemplo de la curva inflacionista.

Más respaldo del Gobierno al olivar tradicional

“Lo más importante, quizá, es el mensaje tan potente que se lanza desde el Gobierno al encuadrar el aceite de oliva como un alimento de primera necesidad”, reflexiona por su parte el secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano. Esta organización agraria considera que la eliminación del IVA es “muy acertada”, puesto que "se afianzará al aceite de oliva como lo que es, un alimento insustituible y la grasa vegetal más sana y saludable que existe".

Eso sí, UPA quiere que la medida de apoyo no se quede ahí, "sino que debe ser complementada con nuevas acciones promocionales". En este sentido, Cano adelanta que su organización insistirá al Gobierno para que "no dé ni un paso atrás en materia de difusión de las bondades del aceite de oliva y en la puesta en marcha de campañas para conquistar nuevos mercados y reforzar la fidelización del consumidor".

Asimismo, el secretario general de UPA Andalucía señala que otra medida fundamental para el sector está relacionada con los apoyos al aceite de oliva: “En materia de ayudas queremos que el Gobierno priorice, dentro de las distintas formas de olivar que coexistimos en el sector, al olivar tradicional. Y ello porque tiene los costes de producción más altos, pero a su vez genera el mayor número de bienes al conjunto de la sociedad, ya que fija la población al medio rural, permite gestionar el territorio, frena el avance de la desertificación y el cambio climático, entre otros, a la vez que produce unos aceites de oliva virgen extra de la máxima calidad”, reflexiona Cano.

Una medida insuficiente para los consumidores

Para Facua, la eliminación del gravamen es insuficiente. Según el colectivo de Consumidores en Acción, "el Gobierno maquilla su inacción ante las subidas ilegales de márgenes en el aceite de oliva eliminándole el IVA a partir del 1 de julio", un producto que, de acuerdo a los análisis de la asociación, se ha encarecido hasta un 165% en los supermercados en los últimos 12 meses, de manera que la media de subida para el litro de virgen extra ha sido de 5,7 euros.

"La nueva rebaja fiscal solo servirá para fomentar nuevas subidas de precios en el sector o para inflar artificialmente las ínfimas bajadas que están produciendo en algunas marcas", razona Facua, que incide en sus críticas a la "absoluta pasividad" del Gobierno.

Mientras, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) considera que la eliminación del IVA es una "buena noticia" para las familias, "siempre que no se aproveche para frenar la anunciada bajada de los precios más sustanciosa". La OCU, en todo caso, avisa de que "estará atenta a cómo se aplica la eliminación del IVA en los precios finales y también a si va acompañada de otras bajadas de precios y se confirma la curva descendente o si, por el contrario, se limitan a aplicar la rebaja fiscal".

En realidad, esto sería una "mala" noticia porque indicaría que "productores y distribuidores están a la expectativa de ver si con eso es suficiente para animar la demanda, mientras mantienen o incluso amplían su margen". En cualquier caso, inciden en que "siempre es posible ahorrar eligiendo un aceite con una buena relación calidad/precio".