La tribuna
Los muertos de diciembre
Hornachuelos
La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) tiene que claro que necesita ampliar el centro de almacenamiento de El Cabril, en la Sierra de Albarrana de Hornachuelos, para poder continuar con su tarea de gestionar los residuos de media, baja y muy baja actividad que se generan en España.
El cierre de las centrales nucleares y su desmantelamiento han dado un empuje a esa idea y, como ya avanzó este periódico, la intención del Gobierno es contar con 17 celdas más, de las que un principio se construirán 12 para el año 2028.
Enresa también ha comunicado al Ayuntamiento melojo que quiere comenzar la ejecución de las obras en 2024. Aunque ya hay algunos avances en cuanto estudios previos, la ampliación del centro de almacenamiento es un proyecto complejo, que además requerirá de una importante inversión. Así, según los primeros cálculos, el coste aproximado de la edificación de esa primera fase de 12 celdas es de 30 millones de euros, según han señalado a el Día desde la dirección de la empresa.
No obstante, las misma fuentes han precisado que “estamos hablando de estimaciones, porque el proyecto no está hecho”. Han añadido que “nuestras necesidades de baja y media no las vamos a resolver todas con una única construcción. Hoy tenemos 28 celdas, una plataforma con 12 y otra con 16. Ahora mismo estimamos que para el total de residuos que tiene previsto recibir El Cabril, según el último inventario, serán necesarias 27 nuevas. De esas queremos hacer primero 12 y las cifras que manejamos para esas 12 es de 30 millones de euros”.
Uno de los primeros pasos para poder llevar a cabo este aumento de la capacidad del centro es el proyecto de preparación y elaboración de la documentación necesaria para la evaluación ambiental de la ampliación de El Cabril, una iniciativa cuya contratación ya está en marcha y para la que Enresa ha previsto un presupuesto de 324.000 euros.
Entre las razones que justifican esta ampliación está el alto volumen de restos radiactivos que saldrá del desmantelamiento de las centrales nucleares. Así, Enresa ha confirmado que ese cierre generará unos 220.000 metros cúbicos de residuos, cuyo destino final será El Cabril.
De ese total, 123.500 metros cúbicos serán restos de muy baja actividad, mientras que 96.500 serían de media y baja actividad. De las centrales en activo, Almaraz I cerrará en 2007; Almaraz II en 2028; Ascó I y Cofrentes en 2030; Ascó II en 2032; y Vandellós II y Trillo lo harán a lo largo de 2023, según el calendario previsto por el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).
Pero la sociedad estatal está trabajando también en otros proyectos de mejora del centro de almacenamiento de Hornachuelos. Uno de ellos es su centro de información, que se enmarca en el “compromiso de transparencia con la sociedad”, de manera que la misión de este espacio es “informar a la ciudadanía sobre las características de los materiales que debemos gestionar y la tecnología y experiencia con la que cuenta Enresa para llevarlo a cabo de manera segura y eficiente”.
Tras 28 años de actividad del centro de información de El Cabril, “se hace necesario acometer una reforma integral” del espacio expositivo que mejore el equipamiento del centro y renueve la exposición para adaptarla a las nuevas necesidades comunicativas. El mayor déficit de este espacio es la propia obsolescencia tanto de sus soportes y su equipamiento tecnológico como de la actualidad de los contenidos, ya que apenas han sufrido modificaciones que no fueran la propias del mantenimiento en casi tres décadas. “El equipamiento se considera obsoleto y amortizado”, admite Enresa.
Además del contenido de este espacio, la empresa está trabajando ya también en el continente, es decir, en la mejora del edificio que ha de acoger el nuevo equipamiento. Así, ha previsto un auditorio con mayor capacidad (deberá acoger hasta 50 personas), cambiar la ubicación de los aseos y adecuarlos a la normativa sobre accesibilidad y, en el mismo sentido, adaptar la rampa exterior de acceso, se acometerá la remodelación del área destinada a exposición con nuevos soportes informativos y se requerirá la renovación de la instalación de climatización y una nueva electrificación, entre otras actuaciones.
Ambas iniciativas –la de reforma del edificio y del equipamiento– del centro de información de El Cabril ya están en marcha de forma simultánea y, según la empresa, tendrán un coste de 547.000 euros una vez que se han adjudicado ya los dos contratos.
Otra de los proyectos que se retomarán en 2022 es la recuperación de la actividad de almacenamiento de residuos de muy baja actividad en la celda 29 de El Cabril, que fue clausurada por orden del Consejo de Seguridad Nuclear por problemas de filtraciones de agua.
El presidente de Enresa, José Luis Navarro, ya explicó en una entrevista con este periódico que “en los últimos informes que le hemos enviado al Consejo” sobre la celda 29 ya se pone de manifiesto “que los valores después de las actuaciones acometidas cumplen especificaciones de diseño”.
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
La tribuna
Los muertos de diciembre
Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
Quizás
Mikel Lejarza
Toulouse
No hay comentarios