Serpientes en las carreteras de Córdoba: los atropellos se disparan con el calor

"A las serpientes les gusta el calor, lo necesitan para activarse, por lo que se encuentran especialmente a gusto sobre el asfalto", resume Diego Peinazo, miembro de Ecologistas en Acción Córdoba, para explicar el repunte de atropellos que, en estos días, se producen en las carreteras y caminos de la provincia de este animal con tan mala prensa. Las causas de los arrollamientos, resume, son dos. Con el calor, los ejemplares adultos entran en fase reproductiva, buscan pareja y se mueven más, mientras que los juveniles andan a la colonización de nuevos territorios. Todos, en resumen, se hallan inmersos en una "labor de dispersión", por lo que salen de sus refugios habituales.

Y el calor del asfalto, es la clave, "les viene muy bien". "Se trata de animales de sangre fría que necesitan las temperaturas altas para activar su metabolismo. El suelo caliente les viene muy bien, y es el motivo por el que ahora se ven más las serpientes en las carreteras y es frecuente que se produzcan atropellos", explica Peinazo. Algunos son "fortuitos", pues en ocasiones resulta imposible evitar al animal, pero otras veces "se hace a conciencia porque siempre han tenido muy mala fama". Es lo que hay que evitar a toda costa, llama.

Porque estos reptiles "cumplen una función ecológica muy importante": "Se alimentan de pequeños roedores, de otros reptiles y de bastantes insectos; cumplen su función como cualquier otra especie y al hombre les vienen muy bien porque son excelentes controladores de las plagas", subraya. Así que "nunca se deben matar, pues son además animales que están protegidos". Y un último consejo: "Los reptiles no se deben manipular nunca, en primer lugar por respeto a otros seres vivos. Esa costumbre de coger lagartijas, ranas... debemos desterrarla. Cualquier manipulación les causa una molestia", dice Peinazo.

En la provincia de Córdoba habitan ocho especies de serpientes, de las cuales solo una es venenosa. Se trata de la víbora hocicuda, que además es muy escasa; desarrolla hábitos nocturnos y crepusculares, por lo que "es muy poco habitual que nos encontremos con ella". Al cabo del año, en toda España, se producen 100 hospitalizaciones por su mordedura, si bien los casos de muerte son excepcionales. "En Córdoba no se tiene constancia de ningún caso desde hace muchos años", explica Peinazo.

La más grande de las que habitan en Córdoba es la culebra bastarda, que puede alcanzar más de dos metros, y un poco más pequeña es la culebra escalera, la que más suele sufrir los atropellos. "Curiosa" es también la de agua, una culebra viperina que imita tanto en la forma como en el color de su piel y la cabeza a una víbora para disuadir a los depredadores. Paradójicamente, es "absolutamente inofensiva"; es habitual verla en los arroyos. Los principales depredadores son el águila culebrera europea, q está especializada en serpientes como su propio nombre indica, el meloncillo, el zorro y el tejón.