El belén de Montilla que es una proeza: 49 escenas en movimiento y cientos de figuras en acción

Montilla/A la derecha están los desaparecidos arcos de la Puerta de Aguilar, el arco de San Lorenzo que abre y cierra y, si se mira con detenimiento, es posible identificar el patio de la casa Ceregumil, la vieja casa de las Camachas, el arco de Santa Clara... El belén que por octavo año consecutivo expone Manuel Quintero en su establecimiento de electricidad, en el número 4 de la calle San Luis de Montilla, bate récords en esta ocasión con un centenar de escenas y más de 300 figuras en movimiento, toda una proeza a la que, como el autor explica a El Día de Córdoba, dedica todo el año.

Como gran novedad, en esta edición ha incluido un río con una noria que no para de girar y un barco que navega por el cauce. Aunque hay muchos más estrenos: el patio del Colegio de la Asunción, una prensa de aceite, una churrería con el perol en ebullición, una pelea de gatos, el patio de la casona de San Juan de Ávila, una vivienda popular de las Casas Nuevas y, quizás lo que más ha llamado la atención, una bodega de fermentación de tinaja en la que el vino nuevo burbujea. La venida del niño Jesús se anuncia este año, además, con truenos y relámpagos.

Escenas con "secreto"

"Muchos me preguntan cómo he conseguido ese efecto, pero hay que guardar el secreto", bromea Quintero, que sí desvela algunos de los detalles de este belén en movimiento totalmente artesanal que cada Navidad atrae a más público. Cada una de las 49 escenas móviles incluyen un motor, así como decenas de mecanismos que funcionan con fichas de empalme e hilo de pesca.

Los efectos son incontables y hay que dedicar un buen rato, quizás varias visitas, a descubrirlos todos. Hay vendimiadores cortando uva, aceituneros recolectando aceituna, un molino de piedra, una herrería, una panadería con un horno de leña, una tonelería con un venenciador, la típica carpintería, un jornalero sulfatando viñas, obreros construyendo un tejado, gallinas que aletean, hacendosas lavanderas, varios molinos, un puesto de churros... Así, hasta 49 escenas que mezclan con gran profusión la tradición belenística napolitana y la esencia montillana.

32 edificios y rincones de Montilla

Porque esa es la otra característica de este nacimiento, el gran número de edificios de la localidad, hasta 32 en esta ocasión, algunos desaparecidos, que se pueden identificar. Están el palacio de los marqueses de Priego, el arco de Santa Clara, el patio de la Casa Palop, el callejón del Peso, la Huerta de San Francisco con su esbelta torre neomudéjar, el Parador, el morabito del paseo de Cervantes, la iglesia de la Merced o la pastelería de Manolito Aguilar.

Y, coronando todo el conjunto, una reconstrucción del monumental Castillo del Gran Capitán tal y como debió ser en su momento de esplendor, de acuerdo a los últimos estudios disponibles.

El montaje del belén, que alcanza los 38 metros cuadrados, comenzó a mediados de octubre y permanecerá expuesto hasta después de Reyes. Puede visitarse en horario comercial.