El fin del carbón supondrá el desmantelamiento de apenas el 20% de Puente Nuevo
Alto Guadiato
El alcalde de Espiel asegura que en el municipio hay "tranquilidad" y que el Ayuntamiento va de la mano con la empresa para su reconversión hacia las energías alternativas
La central térmica de Puente Nuevo, ubicada en el término municipal de Espiel y uno de los motores económicos de la comarca del Alto Guadiato, inicia la cuenta atrás hacia su cierre. El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este jueves el informe del Ministerio para la Transición Ecológica que da el visto bueno al desmantelamiento parcial de la infraestructura, ubicada a orillas del pantano homónimo.
El proyecto fue presentado en diciembre de 2018 por la empresa Viesgo Producción, propietaria de la térmica, que produce energía a través de la combustión de carbón. El cierre coincide con la inclusión de la provincia en el nuevo Fondo para la Transición Justa que prepara la Unión Europea y que destinará ayudas, precisamente, a los territorios cuya economía todavía depende del carbón.
El proyecto de desmantelamiento se limita "exclusivamente" al perímetro de la central, lo que supone apenas el 20% de toda la instalación. Así, según consta en el propio expediente, en el cierre no se incluye la subestación, propiedad de Red Eléctrica y Endesa; el tramo de vías férreas exteriores; el vertedero de cenizas, o la balsa de decantación, localizada a aproximadamente 1,5 kilómetros.
En el informe, Viesgo asume que la demolición parcial de instalaciones se realizará de forma selectiva, de modo que se favorezca el reciclaje de los residuos. Además, el plan no contempla el desmantelamiento total, sino una "puesta en seguridad de las instalaciones". De esta manera, asume la empresa, "se mantiene el valor del emplazamiento para posibilitar su reaprovechamiento por una actividad económica futura".
En este sentido, el alcalde espeleño, José Antonio Fernández (PP), ha hecho un llamamiento a la "tranquilidad" porque, ha asegurado, este desmantelamiento no significará la clausura de Puente Nuevo, sino que la central se reconvertirá hacia energías limpias. El Ayuntamiento lleva años trabajando "en esta hipótesis" y "va de la mano" con la empresa, como lo ha hecho "en los últimos 25 años". Fernández ha minimizado el impacto de esta reconversión, hasta el punto de que las empresas auxiliares -ha asegurado- han tenido tenido tiempo para adaptarse al nuevo panorama. En el municipio "hay tranquilidad", ha asegurado.
El cierre y desmantelamiento de la central térmica es un proceso largo para el que se ha consultado a numerosas entidades públicas y colectivos, entre ellas la Agencia Andaluza de Energía, el Ayuntamiento espeleño, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), la Diputación de Córdoba, Patrimonio Nacional y diferentes colectivos ecologistas, como SEO/Birdlife, WWF/Adena o Greenpeace.
En la resolución de impacto ambiental, de hecho, Viesgo se compromete a evitar las actividades potencialmente más ruidas del 1 de enero al 30 de junio, además de incluir la limitación horaria de 22:00 a 08:00 de forma generalizada para todas las actuaciones. El objetivo es que el ruido pueda perturbar las épocas de reproducción de las especies protegidas potencialmente afectadas, como el águila imperial ibérica, el buitre negro o el águila perdicera.
La central dispone actualmente de un solo grupo de vapor para la obtención de electricidad, con una potencia bruta de 330 megavatios. La instalación fue autorizada por el Ministerio de Industria el 2 de agosto de 1976, y desde entonces ha dado trabajo a alrededor de 70 personas de la zona.
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