Una carrera meteórica
Tras su coqueteo con el andalucismo, Luisa Ruiz llegó a la Alcaldía como independiente por el PSOE en 2003 hasta su relevo en 2011 por el PP
Resulta complicado encontrar entre los militantes del PSOE en la provincia de Córdoba una ascensión tan fulminante como la de Luisa Ruiz Fernández en los órganos del partido, una circunstancia que no pasa desapercibida para sus propios compañeros. Enfermera de profesión, se presentó como candidata del PSOE en Peñarroya-Pueblonuevo en las municipales del año 2003, aunque como independiente. Dejó así atrás un periodo en el que estuvo ligada al andalucismo y, de hecho, llegó a militar en el PA durante un tiempo. En aquellos comicios locales de 2003 logró seis concejales, uno menos que IU, entonces comandada por Rafael Muñoz y que había llegado al gobierno municipal en 1999. Cuando se daba por hecho de que los socialistas tendrían que pasar cuatro años más de travesía en el desierto, Ruiz se sacó de la manga un pacto de gobierno con el PP que desbancó a IU y que le llevó hasta la Alcaldía de la ciudad guadiateña en un gesto sorprendente. Ahí comenzó su carrera política a nivel de partido.
Un año después, en 2004, se afilió al PSOE y, aunque carecía de un puesto destacado en la ejecutiva local, fue poco a poco ganándose a la dirección provincial, que le mostró su apoyo ante la incomprensión de una parte importante de la formación en Peñarroya-Pueblonuevo. En 2007 volvió a ser cabeza de cartel del PSOE y logró ocho concejales, quedándose a apenas 40 votos de la mayoría absoluta. Ese resultado fue el espaldarazo que necesitaba para consolidar su ascensión en el partido, de manera que llegó a la dirección regional y al consejo de administración de Cajasur, del que fue vocal entre 2008 y 2010. Tras la intervención de la caja por parte del Banco de España, la entonces alcaldesa fue expedientada por este organismo, que la multó con 10.000 euros, si bien las sanciones se extendieron igualmente al resto del consejo. Además, a nivel político se erigió en una voz autorizada del PSOE en el Valle del Guadiato por su condición de alcaldesa de la principal población de la comarca, si bien no logró cerrar las heridas entre los socialistas peñarriblenses, muy divididos históricamente en varias familias.
Con el reto de lograr la mayoría absoluta volvió a encabezar la lista del PSOE en las municipales de 2011, en las que perdió un concejal y dejó a su partido en siete escaños, si bien la desintegración de IU derivó en que el PP logró una mayoría absoluta aplastante. Fue un duro golpe para Ruiz, que pagó así en las urnas la falta de concreción de los proyectos anunciados repetidamente durante sus dos mandatos y que nunca llegaron a buen puerto y el exceso de confianza respecto a las posibilidades reales de los populares.
En sus años como regidora la comarca minera recibió los llamados fondos Miner, si bien muchas de las iniciativas previstas no se consolidaron, con lo que las expectativas creadas en el municipio en torno a este plan de reestructuración quedaron en casi nada, más allá de miles de metros de suelo reservado para industrias que nunca llegaron.
Pese al descalabro electoral en 2011, ha seguido manteniendo el apoyo de la dirección provincial y regional y hace apenas un año llegó a la secretaría general del PSOE de Peñarroya-Pueblonuevo con la intención (fallida hasta el momento) de cerrar una fractura interna que viene de lejos. De hecho, una parte de la militancia tenía claro, al menos hasta ayer, que volvería a ser la candidata socialista a la Alcaldía. Además, ejerce como portavoz de su grupo en el Pleno del Ayuntamiento y ha mantenido una dura pugna dialéctica en lo que va de mandato con la actual alcaldesa, María Gil (PP).
Su nombre ha sonado con fuerza cada vez que se ha producido una remodelación del Gobierno andaluz para ocupar determinados puestos en Sevilla o alguna delegación provincial de la Administración autonómica, si bien sus más allegados dicen que fue la propia Luisa Ruiz la que declinó esas ofertas. Su vinculación con la trama que investiga ahora la Guardia Civil deja a Luisa Ruiz y a los socialistas en una situación difícil, ya que forma parte de la Ejecutiva regional del PSOE-A como vocal, además de ser secretaria general del partido en su municipio.
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