De condesa a monja clarisa: concluye la fase diocesana de la causa de beatificación de Sor Ana de la Cruz
Montilla
El original de la causa se entregará al secretario canciller para guardarlo en el Archivo Histórico de la curia diocesana, y no se podrá abrir sin autorización del obispo
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De condesa a monja clarisa. Así es la historia de Ana Ponce de León, quien al fallecer su marido, decidió ingresas en el convento montillano de Santa Clara bajo la dirección de su confesor y director espiritual, San Juan de Ávila.
La santa condesa, como se le conoce popularmente, supo poner de manifiesto con su vida lo que su maestro predicó tantas veces: “Que nuestro Dios es amor”, y es por ello que el Obispado de Córdoba decidió retomar su causa de beatificación y canonización.
Tras un largo proceso de trabajo, el convento de las clarisas de Montilla acogió este viernes, 10 de mayo, la clausura de la fase diocesana para iniciar el proceso de beatificación de Sor Ana de la Cruz, precisamente en el lugar donde reposan sus restos, en el Monasterio de Santa Clara de Montilla.
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, aseguró que este es un momento histórico, “no solo porque esta Causa fue paralizada hace siglos, sino porque estamos ante un personaje verdaderamente importante en la vida de la Iglesia y cuya fama de santidad llega hasta hoy”.
El prelado recordó que desde la primera vez que llegó al Monasterio de Santa Clara escuchó la petición de rescatar una causa de hace siglos archivada en los archivos vaticanos, como es era la de Sor Ana de la Cruz, y de la mano de una comisión y unos historiadores, “ha salido una imagen bellísima de una mujer de primera fila”. “La vida de Ana Ponce de León es una vida impresionante”, indicó y añadió que “la Iglesia cuando afronta un caso como este lo hace con todo rigor y lo recoge todo como oro en paño”.
Demetrio Fernández detalló también que “en este día cerramos esta fase diocesana, tras seguir los pasos marcados por el Dicasterio de la Causa de los Santos, y ahora con la misma diligencia que se ha trabajado, serán entregados todos los documentos para comenzar la fase romana”.
En el acto, el obispo dio lectura de la constitución del Tribunal y solicitó al notario de esta investigación jurídica diocesana que presentará al Tribunal las actas originales del proceso junto con las dos copias que serán enviadas al Dicasterio de la Causa de los Santos en Roma.
Tras examinarlas y no existir alegación alguna por parte del promotor de justicia, el prelado declaró junto al presidente de la Comisión Delegada del proceso, José María Alcaide, la originalidad de todos los documentos y ordenó que un portador, el sacerdote Miguel Varona, las entregue personalmente en Roma. Varona, designado cursor de esta Causa, prestó juramento público de cumplir el oficio que le ha sido encomendado.
Seguidamente, el obispo pidió al notario levantar actas de esta sesión de clausura de la fase diocesana de la Causa de Canonización y Beatificación de la venerable Sor Ana de la Cruz.
El original de la Causa se entregará al secretario canciller para guardarlo en el Archivo Histórico de la curia diocesana, no pudiéndose abrir sin autorización del obispo. Finalmente, se le hizo entrega a los documentos preparados al cursor de la causa, quien en los próximos días los entregará personalmente en Roma.
En el acto intervinieron las religiosas para dar gracias a Dios y al obispo por reanudar esta causa de una hermana que supo cambiar sus lujos por la cruz y el hábito franciscano, “que lo supo llevar con elegancia y sabiduría”. “El recuerdo de Sor Ana de la Cruz ha permanecido en esta casa siempre vivo gracias a su familia”, afirmaron.
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