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La edad media de los turismos que circulan por las carreteras de Córdoba alcanza ya los 14,9 años, lo que supone empeorar la estadística del año pasado y quedar muy por encima de la media nacional, que se sitúa en 13,9 años. Esta es una de las conclusiones que ha arrojado la X Jornada de Automoción de Andalucía, organizada por la patronal de los concesionarios, Faconauto; por la patronal andaluza de concesionarios, Fecoan, y por la patronal del metal, Fedeme, en colaboración con la Universidad Loyola de Andalucía.
La debilidad del mercado y la consecuente crisis de matriculaciones, arrastrada desde la pandemia por los problemas de stock y un contexto de consumo desfavorable, está ralentizando el cambio de vehículo tanto por particulares y familias como por flotas y empresas, de tal forma que la calidad de parque automovilístico "está empeorando rápidamente", han advertido los expertos.
La edad media del parque de turismos en el conjunto de Andalucía es de 14,3 años, por lo que los vehículos que circulan por las carreteras de Córdoba son ligeramente más antiguos. Con todo, es la provincia vecina de Jaén la que tiene la flota más antigua, con 16,1 años, mientras que Cádiz tiene la más joven, con 13,4 años de media.
El sector apunta que otro indicador de este "preocupante" proceso lo arrojan los distintivos medioambientales que emite la Dirección General de Tráfico (DGT). Y es que el 31,3% del parque actual de turismos y todoterrenos en Andalucía no dispone de este distintivo medioambiental. Esta cifra engloba principalmente a los vehículos más antiguos y menos eficientes (modelos de gasolina anteriores a enero de 2000 y diésel anteriores a 2006).
Además, según se trasladó en la jornada, el 34,5% del parque andaluz tiene la etiqueta B, correspondiente también a vehículos más viejos (turismos de gasolina matriculados a partir de enero de 2000 y de enero de 2006 para los diésel). Por su parte, la etiqueta C agrupa al 38,7% del total de coches andaluces, y es donde se encuentran los turismos de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y diésel a partir de 2014.
El menor porcentaje de penetración corresponde a las tecnologías más eficientes y a los coches con menos años. Así, los vehículos con la etiqueta CERO (eléctricos e híbridos enchufables) representan solo el 0,3% del parque, mientras que los etiqueta ECO (híbridos) alcanzan el 2,6%.
Faconauto ha recordado que los vehículos sin etiqueta medioambiental no pueden circular por las Zonas de Bajas Emisiones a las que están obligadas las ciudades con más de 50.000 habitantes, tal y como establece la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. De igual modo, los vehículos con las etiquetas B y C pueden llegar a tener algún tipo de restricción. En todo caso, en Andalucía, de los 29 municipios de más de 50.000 habitantes que hay, solo tres ya han establecido su Zona de Bajas Emisiones.
La patronal ha vuelto a reclamar soluciones que ayuden al ciudadano medio y que contribuyan de forma directa a la renovación del parque automovilístico, particularmente ayudas directas a la compra de vehículos, así como abordar la reforma de la fiscalidad de la automoción con la posible sustitución del impuesto de matriculación por un nuevo impuesto al uso, además de otras exenciones fiscales, como es la tributación en el IRPF; la deducción del Impuesto de Sociedades o la deducción del IVA para empresas y autónomos para la adquisición de los vehículos de cero emisiones.
“Las ciudades que están obligadas a implantar una ZBE y que todavía no lo han hecho tendrán que ir haciéndolo. Estas zonas van en línea con nuestros objetivos para avanzar en la descarbonización de la movilidad, ya que se basan en criterios estrictamente ambientales", ha explicado el responsable de Asuntos Públicos de Faconauto, José Ignacio Moya.
No obstante, ha incidido en que "es necesario no olvidar que la actual transición ha de ser progresiva, ordenada y justa hacia esos objetivos de descarbonización, utilizando todas las tecnologías y dando al vehículo privado la relevancia social y económica indudable que ha tenido y tiene". "La actual transición debe contemplar la movilidad como un derecho, del que nadie puede quedar excluido, situación en la que pueden caer muchos ciudadanos tras la entrada en vigor de la ZBE. Por ello, la implantación de las ZBE ha de verse acompañada por los cambios estructurales que el sector viene demandando y que aceleraría el actual proceso de descarbonización. En concreto, insistir en los incentivos al vehículo eléctrico y la instalación de puntos de recarga y avanzar hacia una nueva fiscalidad del automóvil”, ha abundado.
Faconauto ha advertido de que la “salud” del parque andaluz y cordobés "no mejorará hasta que las matriculaciones no mejoren su comportamiento y se acerquen a los niveles prepandemia". Al respecto, la patronal de los concesionarios ha adelantado que este año se registrarán en Andalucía unas 93.000 matriculaciones, lo que supone un crecimiento del 13% respecto al ejercicio 2022 pero un 30% menos que lo registros de 2019. En 2024 las ventas quedarían prácticamente estancadas, unas 96.000 matriculaciones y un crecimiento del 3,5%.
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