La conexión de La Colada y Sierra Boyera para garantizar el abastecimiento de agua en el Norte de Córdoba estará en enero de 2023
Zona Norte
Las obras arrancaron hace un mes y tienen un presupuesto superior a los 4,3 millones de euros
Con enero de 2023 como horizonte, este jueves han sido presentadas las obras para la conexión entre los embalses de La Colada y Sierra Boyera, que garantizará el abastecimiento de agua en la Zona Norte de la provincia de Córdoba. La actuación supone una inversión máxima superior a los 4,3 millones de euros y llega en un momento en el que las comarcas de Los Pedroches y el Guadiato viven en situación de emergencia por la sequía extrema, ante la escasez de lluvias, con una reducción del 10% en el suministro y problemas para el mantenimiento de la agricultura y la ganadería.
El acto de presentación de las obras ha estado presidido por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, que junto al resto de autoridades ha visitado la presa de la Colada con motivo del inicio de las obras de interconexión entre este embalse, perteneciente a la demarcación hidrográfica del Guadiana, y el de Sierra Boyera, de la DH Guadalquivir, que abastece a 24 municipios y una población cercana a los 80.000 habitantes.
En estos momentos, el embalse de Sierra Boyera se encuentra en situación de emergencia, dado que se encuentra con apenas el 10% de su capacidad, con 4 hectómetros cúbicos embalsados. De esta manera, analizados los consumos mensuales y las pérdidas por evaporación, parece claro que de no producirse aportaciones de importancia, en febrero del año próximo se agotaría el agua disponible.
Esta dramática situación, unida a la ausencia de recursos subterráneos suficientes en el entorno, determina como única alternativa viable para disponer de agua para satisfacer las demandas del abastecimiento la del aporte de recursos superficiales regulados desde el embalse de La Colada, ubicado en la demarcación hidrográfica del Guadiana (río Guadamatilla).
Las actuaciones que se inician ahora garantizan dicho aporte y consisten básicamente en una toma flotante en el embalse de La Colada con capacidad para bombear 400 litros por segundo, de la que parte una corta conducción hasta un depósito regulador de 250 metros cúbicos, que alimenta una estación de bombeo con una impulsión que conecta con la conducción existente -realizada en su día por la Junta de Andalucía y de más de 40 kilómetros- que llega al depósito regulador de Cuartanero, y, desde allí, a la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Sierra Boyera.
Del mismo modo, está previsto el acondicionamiento de estas conducciones y depósito existentes, cuyo estado real no se conoce suficientemente, así como un refuerzo del pretratamiento en la ETAP dada la previsible diferencia de calidades de las aguas brutas a trata y las instalaciones auxiliares de suministro eléctrico.
La esperada interconexión entre La Colada y Sierra Boyera se engloba, según ha admitido el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, dentro de ese plan del Gobierno consistente en "impulsar todo un conjunto de obras, en el ámbito de la planificación hidrológica, que tienen que permitirnos dotarnos de mayor robustez para responder a situaciones de este tipo, que se van a repetir a lo largo del tiempo".
Aunque en este caso, la actuación es de emergencia porque "había una situación de estrés vinculada a la gestión, básicamente, de dos embalses que necesitaban una interconexión". En este punto, Morán ha recordado durante su intervención en la inauguración del XVIII Seminario Internacional de Periodismo y Medioambiente organizado por Enresa, que se trataba de "una obra que estaba declarada de interés autonómico" por el Ejecutivo andaluz "desde el año 2020, precisamente en un contexto de emergencia, pero que por razones probablemente de imposibilidad de ejecución por parte de la Junta, que es la que tenía la competencia para ello, pues no se había llevado a cabo".
Ante ello y "para intentar liberar, primero de la incertidumbre y, en segundo lugar, del riesgo al conjunto de la población" afectada, por parte del Gobierno central se decidió "acometer esta obra", que comenzó "hace aproximadamente un mes" con un presupuesto superior a los 4,3 millones de euros. Aquí se incluye tanto la partida para la empresa constructora Dragados como a la asistencia técnica para la dirección facultativa de las obras a la ingeniería Paymacotas, elegidas para la intervención el pasado agosto.
El secretario de Estado de Medio Ambiente confía en que, "antes de que se produzca una situación de indisponibilidad del recurso", la conexión "esté en marcha", y aunque "es cierto que las lluvias que han caído estos días nos dan un respiro y un poquitín más de margen", lo importante es que la nueva "infraestructura, entendiendo que cumpliendo estríctamente el calendario de actuaciones incluidas en el cronograma, estará en condiciones de prestar servicio en el plazo que nos habíamos marcado", de cuatro meses; es decir, en enero de 2023.
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