El conflicto líquido de los Marx
Puerto del Calatraveño
El sindicato UGT ha levantado la voz contra el PSOE en la Diputación ante cualquier posible intento de privatización en la empresa provincial Emproacsa, defendiendo así la gestión pública del agua
EN Diputalandia se cocina estos días del qué bello es vivir una sopa de ganso con agua servida directamente del ciclo integral de Emproacsa. Izquierda Unida desentierra el hacha de guerra y con ella el espíritu de Karl Marx para reivindicar que en esta lucha de clases en la que el proletariado sigue siendo el más castigado no cabe la privatización de un servicio público como el de la depuración de aguas. ¡Ay, el dichoso capital! A partir de entonces, y con la participación de angelitos ávidos de ganarse las alas en esto de la política, las argumentaciones de unos y de otros parecen correr al ritmo de un día en las carreras y confundirse más que quien quiera entender el Rigoletto de Verdi mezclado con el Bohemian Rhapsody de Queen en una noche en la ópera. Ante tanta palabra a veces surrealista para algunos oídos -oh Galileo, Galileo-, el espíritu que otros evocan es el de los Hermanos Marx con un Harpo que ha prestado su cencerro al portavoz de los más populares, de nombre Luis, quien ha callado ¿para otorgar? sin que Groucho, Chico y Zeppo entiendan un ápice de sus reiterados e insonoros tolón-tolón.
El camarote de los discursos marxianos se va llenando de palabras que a veces llegan a hacer agua, también de Emproacsa, camino de esa noche en la sopera. [Riiinnng] ¡Adelante! "¿Qué es eso de que se le va a ceder la gestión de las depuradoras a una o varias empresas durante cuatro años?", pregunta una tal Elena sin cortes acentuados en la lengua mientras entra en el camarote.
"La parte contratante de la primera parte...; bien este trozo no nos sirve, así que lo quitamos", replica Groucho, como si no fuera con él. "We are the Emproacsa, my friend [Elena]; we,ll keep on fighting till the end [somos Emproacsa, mi amiga y lucharemos hasta el final]", le añade canturreando mientras que lo aliña con un "primero habrá que echar cuentas para ver, como dice el presi de Empro, Antonio Ramírez, si esa gestión nos va a llevar al más absoluto Kaos".
[Riiiinnng] Pase! "¿Alguien ha hablado de la agencia enemiga Kaos?; pues aquí llega el superagente 86 de la agencia estatal Control zapatófono en mano", replica un Maxwell Smart deseoso de resolver los problemas de la empresa a base de auditorías internas, externas o lo que haga falta con tal de depurar responsabilidades líquidas. Maxwell, a quien se le ha caído el carnet de UGT al entrar en el camarote, se esconde tras una careta de consejero delegado de Emproacsa que cubre todo su rostro y que se quita al estilo en que lo hacía Tom Cruise en Misión: Imposible. [Riiinnng] ¡Adelante, pase también! "Tolón, tolón, tolón". "Hombre, Luis Martín, el más popular de los portavoces, aunque sea onomatopéyicamente", resalta Groucho. "Tolón, tolón, retolón". ¿Qué dices, que te parece bien lo de confiar a las empresas privadas las depuradoras o que Tolón Madrid se ha ido al Parlamento europeo", añade Groucho.
[Riiinnng] ¡Entre! "Somos de Control no profiláctico, sino de UGT, grandes luchadores contra el Kaos comunista y venimos a pedir que no se privatice nada en la empresa", apostillan añadiendo que "venimos también a exigir que se admita en la empresa a una mujer que sacó su plaza legal de administrativo y que no se ha admitido diciendo que ha habido un error de baremación". "La parte contratante de la segunda parte...; bien este trozo no nos sirve tampoco, así que lo arrancamos y a la papelera", contesta Groucho.
[Riiinnng] ¡Pase o mejor no pase que esto se hunde. Todos a achicar agua de Emproacsa!
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