El disco definitivo de los Boney M

ERA el gran día que todo el mundo esperaba, el del fiestón en Peñarroya-Pueblonuevo al son del Chare, chare ku. No, no había resucitado la beatlemanía mas alocada, pero el ambiente de sentimientos humanos parecía teñido por la presencia de John, Paul, George y Ringo con perfecto flequillo ye-ye como si fuera yesterday cuando all my troubles since so far away (ayer cuando todos mis problemas parecían alejarse). Mientras el grupo psoeísticamente correcto arrivaba al lugar del espectáculo, en lugar de los casi psicóticos gritos de quinceañeras de los 60 aclamando la llegada de sus ídolos nacidos en Liverpool, se escucharon los ardientes aplausos y algún que otro "pero que guapo eres" salidos, sobre todo, de las palmas y labios de personas que se acercan peligrosamente a los 60 -She loves you ye-ye-ye- o que ya dejaron esa edad atrás. Y es que llevaban esperándolos más de 20 años, como también se esperó con paciencia la vuelta triunfante a los escenarios de The Police. Y como Sting y sus chicos, los Boney M no defraudaron. En loor de multitudes y con nuevo cantante -al que iban dirigidos los piropos-, además también de vocalista femenina a estrenar, presentaron en directo su definitivo y demandado disco Ya tenéis abierto amigos el chare, chare ku.

Con el típico contoneo que puso de moda hace ahora tres décadas Tony Manero en Fiebre del Sábado Noche, Luisa, María Jesús y Rafaela comenzaron su interpretación de By the river of Guadiaton -junto al río del Guadiato-, un viejo tema que recuerda la historia de un alcalde que montó un campamento casi a las puertas de un centro de almacenamiento de residuos radiactivos para evitar que llegaran camiones con desechos nucleares al complejo, persiguiendo una noble causa. La nueva chica, Rafaela, se lució en un sólo de esta canción haciendo suya esa noble causa que perseguía la historia y que no era otra que la de convencer al Gobierno de que tenía que construirse el hospital prometido para su localidad. En esa interpretación, a los presentes les pareció que la vocalista estaba travestida con el pelo a lo afro para despistar al resto de la formación musical y reivindicar así la parte de éxito del disco que considera que le corresponde. Las apariencias no engañaban, los presentes veían en Rafaela al antiguo cantante del grupo, Boney Muñoz, quien en tiempos se salía cuando entonaba el Oh, oh Rasputín con un modelito setentero en cuya camisa iban bordadas las siglas IU.

Tras nuevos aplausos, Luisa se arrancó con el Brown girl in the ring -chica castaña en el ring-, un tema que cuenta como una alcaldesa se encontró un clima político hostil y tuvo que luchar con puño firme para acabar firmando la construcción de un hospital que habían demandado sus vecinos desde hacía más de dos décadas .

Luego llegó el clímax total cuando Luisa comenzó el siguiente tema con un Chare, chare ku, el chare lo inauguras tú, María Jesús, y la vocalista que más vela por la salud en los Boney -la propia María Jesús- le respondió con un Chare, chare ku, el chare no lo inauguro ni yo ni tú. La composición musical dictaba en ese momento que la voz algo ronca del nuevo solista, Boney Manuel, se debía alzar para estribillizar un Chaves, chaves ku, el chare no lo inauguras ni tu, ni tu, que lo inauguro yo, tururú. Al concluir, sólo se escuchaba el "otra, otra.." mientras Boney Manuel prometió que el próximo concierto lo dará en la estación de AVE de Los Pedroches, pero con otros parteners.