Doña Mencía recupera la imagen de su patrona 91 años después de que fuera quemada

Subbética

El imaginero Alberto Chica ha realizado un estudio sobre la antigua talla de la Virgen de Consolación para realizar una lo más parecida posible

La imagen preside el altar de la parroquia de la localidad 

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Nuestra Señora de la Consolación de Doña Mencía, obra de Alberto Chica.

Doña Mencía/Hace 91 años, durante la II República, la imagen de Nuestra Señora de Consolación fue quemada cuando se encontraba en el altar mayor de su iglesia en Doña Mencía. La talla de la patrona de la localidad de la Subbética se redujo a cenizas, conservándose de ella solo una foto en la que se aprecia, a lo lejos, en el altar. Durante todo este tiempo, el pueblo no ha tenido una imagen física a la que venerar y dirigir sus oraciones. De hecho, sus actuales habitantes no sabían cómo era y solo algunos, un par de vecinos que superan el siglo de vida, tenían un leve recuerdo de ella, ya que eran muy pequeños cuando sucedieron los hechos.

Ahora, 91 años después, Doña Mencía ha recuperado a la Virgen de la Consolación gracias a una talla encargada por su párroco, José Antonio Tejero, al imaginero Alberto Chica. El pasado 26 de mayo, la imagen fue bendecida y quedó expuesta a los fieles en el altar de la parroquia de la localidad, llamada también Nuestra Señora de Consolación.

El encargo le llegó a Alberto Chica en 2019, pero tenía una larga lista de espera y hasta 2023 no pudo dedicarse a esta imagen mariana. Durante cuatro meses ha trabajado en modelar esta virgen cuyo estilo es gótico-renacentista (siglos XV-XVI). Se trata de una talla completa "en la que se tocan todas las técnicas, como la policromía, está estofada, dorada en oro fino...", apunta.

La idea era "recuperar lo más fielmente posible esa imagen perdida", señala el escultor, pero "no tenía mucha información gráfica", ya que "solo se conservaba una fotografía en blanco y negro y no tenía mucha calidad". Entonces, ha tenido que hacer "un estudio muy profundo de otras imágenes de la época, entre el gótico y el renacimiento", analizando la policromía (piel muy blanca con chapetas), el tipo de ropajes y su decoración, el pelo (que siempre era dorado), y sus ojos (que solían ser azules). Además, "son vírgenes no muy dulces, quizás por la época", aunque él sí ha dulcificado "un poco" la imagen que ha creado para que "calara más profundamente en el pueblo de Doña Mencía y gustara". Alberto Chica, que estuvo el día de la bendición, pudo comprobar la emoción de los habitantes de Doña Mencía que acudieron a la parroquia. "La virgen ha quedado bonita y ha gustado mucho", destaca el autor.

Fotografía que se conserva de la antigua imagen de la Virgen de Consolación de Doña Mencía.

La virgen está realizada en madera y mide 1,10 metros. Su altura ha resultado de un análisis realizado en el espacio que ocupaba en el altar, según atestigua la foto que se conserva.

La devoción a la patrona "no oficial" del pueblo

El párroco recuerda que la imagen original presidía el gran retablo de la iglesia del antiguo convento de los dominicos y se quemó junto al templo un 14 de septiembre. Según la tradición oral, la virgen fue hallada junto al castillo y para el pueblo era considerada su patrona, aunque de forma oficial no lo fuera. De hecho, José Antonio Tejero va a iniciar ahora los trámites en el Obispado para que se le dé este título de forma oficial.

El anterior párroco, Joaquín Higueras, intentó encargar una imagen, pero la iniciativa no salió adelante. Hace ocho años, cuando Tejero se hizo cargo de esta parroquia que lleva el nombre de Nuestra Señora de Consolación, advirtió que solo había una pintura de la virgen que se realizó cuando se inauguró el templo (que cumple 50 años en 2027). Por eso, se planteó "volver a realizar la imagen copiando lo más exactamente posible" la fotografía que se conservaba. Además, los archivos de la parroquia, que por suerte no ardieron, hablan de que se trataba de una imagen de finales del siglo XV y principios del siglo XVI. A raíz de ahí, el imaginero desarrolló un estudio.

Otro dato muy curioso es que la imagen original de la virgen aparece en la cruz parroquial, que es del siglo XVI. "Otra pregunta que nos hacíamos era si tenía toca, y precisamente en la cruz parroquial aparece con toca", apunta el párroco. El resultado es "espectacular" y el pueblo ha respondido muy bien, asegura. Además, la parroquia tiene dos mantos que creen que pertenecen a esta imagen y que sobrevivieron al incendio porque antes las ropas de las tallas se guardaban en casas. De hecho, ya luce uno de ellos.

El párroco José Antonio Tejero y el imaginero Alberto Chica, con la imagen de la virgen de fondo.

José Antonio Tejero incide en que, aunque el patrón oficial de Doña Mencía es san Pedro de Verona por la infuencia de los dominicos en el pueblo, hay mucha devoción entre los habitantes. "Cuando la gente viene a ver a la virgen, la llama la patrona, y eso es muy bonito; estoy muy sorprendido porque la han acogido muy bien", apostilla. "Aquí está todo el mundo dispuesto" a mover los papeles para que en el Obispado la nombren patrona. Además, la idea es celebrar su festividad en octubre con un triduo y una procesión.

Un imaginero muy demandado

Alberto Chica (Torredelcampo, Jaén, 1993) es un imaginero precoz. Tiene 31 años y asegura que lleva toda su vida trabajando en este oficio, aunque profesionalmente unos ocho años. Tiene un taller de escultura en Torredonjimeno y a la vez está estudiando en Granada restauración de patrimonio cultural. Ha realizado un San José de tamaño natural para Guadix (Granada), la Virgen de la Amargura de la Hermandad de la Expiración de Lanjarón (Granada) o el Cristo de los Desahuciados para la basílica de Linares, entre otros. Recibe muchos encargos de hermandades y particulares y tiene lista de espera hasta 2028.

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