Las especies de peces exóticos dominan los pantanos de Córdoba
Diversidad piscícola
La carpa, el black-bass o el percasol dominan los ecosistemas de los embalses de Iznájar, La Colada o Puente Nuevo
Las comunidades de peces autóctonos de los ríos de Córdoba, en "estado crítico"
El muestreo realizado por José Ignacio Morales, Rosa Curros y Ramón J. de Miguel en las aguas de Córdoba deja en evidencia que los pantanos están plagados de especies invasoras. En el embalse de Iznájar, por ejemplo, se capturaron barbos y bogas, especies nativas con alta valencia ecológica. En cambio, las exóticas invasoras fueron las más abundantes debido a la estrecha relación entre este lugar y la pesca deportiva, advierten los expertos en su informe. Así, se apresó carpa, black-bass o perca americana, percasol y alburno. Además, se capturó gambusia, introducida en 1921 como remedio contra el paludismo, por ser una especie que se alimenta de larvas de dípteros y hoy día prolifera en cualquier cuerpo de agua.
Asimismo, hay que añadir la presencia de siluro, no capturada pero de la que existen numerosos testimonios. Esta especie exótica está ligada a la pesca deportiva, insisten.
En el embalse de Puente Nuevo, solo se hallaron especies introducidas para la pesca deportiva, como la carpa, donde al igual que en el resto de España la especie se distribuyó y proliferó enormemente gracias a la construcción generalizada de embalses y a la regulación de caudales en el siglo XX. El black-bass, junto con sus peces cebo, el alburno y el percasol, completan la fauna piscícola de la zona.
Mismo problema se detectó en La Colada, en El Viso. Las invasoras de interés deportivo son las dominantes. Debido a la reciente construcción del embalse, se pueden capturar las dos especies de pez gato citadas hasta ahora en España, el pez gato negro y el pez gato punteado, ambos introducidos con fines recreativos. El pez gato punteado es una nueva especie invasora que está comenzando a expandirse por Andalucía debido a la afición que empieza a presentarse por la vecina comarca de La Serena, advierten los expertos. Carpa, carpín, percasol y gambusia completan el listado de exóticas del embalse.
Como autóctonas, se documentaron dos endemismos del Guadiana, el barbo comizo y el barbo cabecicorto, ambas bien adaptadas a los sistemas cerrados como el de este cuerpo de agua. Finalmente, se detectaron poblaciones de calandinos, aunque debido a la fuerte presión que ejercen las especies piscívoras invasoras sobre esta, su continuidad puede verse comprometida en los próximos años.
Alerta sobre el Guadarramilla
Una advertencia especial hacen los autores sobre la situación del río Guadarramilla, un tributario del embalse de la Colada por su parte oriental. "Va acumulando vertidos insuficientemente tratados, procedentes de Pozoblanco, Añora, etcétera, que dan lugar a una excesiva contaminación que impide la vida piscícola, a excepción de alguna gambusia", alertan. En época de sequía, aumenta la concentración de fosfatos y nitratos en sus aguas, que da lugar a una acusada eutrofización, que resulta en una explosión de algas y cianobacterias que ocasionalmente provoca la muerte de los peces de la parte del embalse donde desemboca el Guadarramilla.
Más abajo, se muestreó de nuevo el cauce en un primer punto bajo el embalse de la Colada, justo debajo del puente de la carretera de Belalcázar a Santa Eufemia. Aquí se localizó una poza, con tres especies autóctonas ( calandino, colmilleja y pardilla). Sin embargo, 100 metros más arriba, en el puente del molino de Pellejeros, se localizaba otra poza bastante más grande, donde ya sí aparecieron especies invasoras (gambusia, percasol y carpín).
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