La familia Álvarez Aguilar de Puente Genil dice adiós a la gestión del San Cristóbal tras 40 años

No es fácil despedirse tras cuatro décadas en el día a día con los clientes, pero llegado el momento no queda más remedio que decir adiós. Ese es el sentimiento que estos días embarga a Jesús Álvarez, uno de los responsables del conocido Autoservicio San Cristóbal, considerado por muchos como uno de los supermercados más emblemáticos de Puente Genil por su ubicación, a un paso del Paseo del Romeral, y por la cercanía y trato prácticamente familiar que mantiene con sus clientes, muchos de ellos amigos tras tantos años de relación.

El supermercado como tal continuará su actividad, pero cambia de gestión y de manos. “Se presentó la ocasión y era el momento”, explica Álvarez, quien en estos días no para de recibir el cariño y el afecto de multitud de vecinos, y es que Jesuli, como popularmente se le conoce en Puente Genil, siempre ha sido una persona muy colaborativa en el ámbito social, echando una mano desde el supermercado a todas las causas que se le presentaban, y también aportando, desde el punto de vista deportivo, a pruebas atléticas como la Subida a Cordobilla, de la que ha sido un gran valedor hasta el punto de ser uno de los únicos cinco atletas que la han corrido en las 25 ediciones disputadas hasta la fecha.

Han sido días de muchas sensaciones contrapuestas, ya que el pasado sábado 29 de junio, la familia Álvarez Aguilar bajaba la persiana del establecimiento tras 41 años a los mandos de Autoservicio San Cristóbal, “un supermercado concebido por y para los vecinos”. “Ha sido tanto el cariño recibido que toda la familia queríamos despedirnos de la gestión de la empresa mostrando nuestro más sincero agradecimiento a nuestros clientes y al pueblo de Puente Genil”, señalan.

Desde el Viernes de Dolores de 1984

Fue el 13 de abril de 1984, Viernes de Dolores, cuando abrió sus puertas Autoservicio San Cristobal, en el número 31 de la calle que le presta el nombre. Su propuesta consistía en una amplia variedad de productos y una oferta adaptada a sus vecinos. Los integrantes de la familia recuerdan haber entregado octavillas en mano por cada una de las casas del barrio, días antes de la apertura. Esos vecinos que les abrieron sus puertas, de forma literal, han seguido acompañándolos cuatro décadas más, en una relación cómplice, afectuosa, cordial y, en muchos casos familiar.

Los hermanos Álvarez Aguilar se retiran del timón del barco agradecidos y contentos, volviendo la vista atrás y repasando 41 años de duro trabajo llenos de retos y oportunidades, aunque también de esfuerzos y aprendizajes. “Queremos dar las gracias a todos los trabajadores que en algún momento han formado parte de esta empresa así como a sus proveedores y, especialmente, a todos nuestros clientes que nos han permitido abastecer sus despensas, las de tantos y tantos hogares de Puente Genil”, han señalado.

El San Cristóbal, cómo es conocido por todos, seguirá abriendo sus puertas cómo viene haciendo desde 1984, poniéndose al servicio de todas las vecinas y vecinos de Puente Genil, aunque eso sí, con otro enfoque y otra perspectiva distinta a la que ha tenido en estos 40 años de historia.