La Guardia Civil retoma la búsqueda de Ángeles Zurera con un georradar

Sucesos

La Policía Judicial rastrea una parcela de campo abierto entre Monturque y Cabra

La vecina de Aguilar de la Frontera desapareció el 2 de marzo de 2008

Investigado un camionero que provocó dos heridos tras saltarse un stop y chocar con un coche

Un furgón con carteles de la búsqueda de Ángeles Zurera.
Un furgón con carteles de la búsqueda de Ángeles Zurera. / El Día

Córdoba/La Guardia Civil ha retomado este viernes la búsqueda del cuerpo de Ángeles Zurera, y lo ha hecho en una parcela situada entre Monturque y Cabra, al Sur de Córdoba, según han confirmado fuentes de la Comandancia de Córdoba. Hasta el lugar de los hechos se han desplazado agentes de la Policía Judicial que, con ayuda de un georradar, peinan el terreno en búsqueda de pistas sobre esta vecina de Aguilar de la Frontera, que desapareció hace 16 años.

Según el Instituto Armado, hasta el momento estas pesquisas no han dado resultados, si bien los agentes se mantienen en el lugar desarrollando una labor complicada que requerirá tiempo. Hasta esta localización se ha llegado como resultado del trabajo que los investigadores llevan años desarrollando.

Desaparecida desde marzo de 2008

Multitudinaria manifestación en mayo de 2008.
Multitudinaria manifestación en mayo de 2008. / El Día

A Ángeles Zurera se le perdió la pista el domingo 2 de marzo de 2008. Uno de sus dos hijos aseguró entonces a la Guardia Civil que aquella mañana escuchó un claxon y luego a su madre despedirse. Nada más. Durante meses se produjeron continuas búsquedas y rastreos de terrenos, y también en propiedades y obras en las que había trabajado su exmarido, Manuel Reina, el único investigado en relación al caso. Sin pistas.

La última búsqueda de Ángeles fue a finales de julio de 2020 en un solar de la antigua Cooperativa Jesús Nazareno de Aguilar, pero estas labores también concluyeron "sin novedad" que aportar sobre su paradero. Al respecto, estas pesquisas se llevaron a cabo después de que el juzgado reabriera el caso en 2019, tras la solicitud del Instituto Armado en mayo de dicho año, de manera que dio el visto bueno para se procediera a buscar en el solar a las afueras del municipio, en un lugar que aún no se había investigado.

Con esa petición, el caso, que se encontraba archivado de manera provisional, se reabrió de forma automática, si bien el juzgado acordó de nuevo su archivo provisional, algo que la familia recurrió, aunque el recurso fue desestimado.

Además, la familia envió en su momento a un laboratorio especializado los dos últimos teléfonos que había usado la mujer desaparecida, uno de ellos con fotografías y otro con muchos mensajes. Querían conocer, con las posibilidades de investigación de hoy día, todos los posibles movimientos y manipulaciones que hubieran podido sufrir estos terminales, sin que haya trascendido pista alguna.

La familia confía en el trabajo de la Guardia Civil

Antonio Zurera, hermano de Ángeles y que desde el primer momento se ha convertido en el paciente portavoz de la familia, ha confiado este viernes en el trabajo que desarrolla la Guardia Civil, y ha pedido que se deje trabajar a los agentes "con tranquilidad". Zurera ha confirmado que estaban al tanto de las nuevas labores de búsqueda con ayuda de un georradar, pero que no han sido informados del lugar concreto porque lo fundamental es que "nadie entorpezca la investigación" y la Policía Judicial pueda desarrollar su labor "con tranquilidad".

Al mismo tiempo, ha pedido que se "respete" el dolor de los familiares y se eviten informaciones tendenciosas y tergiversadas que "faltan a la realidad".

La incógnita de Ángeles Zurera

Búsqueda en 2011 en una nave.
Búsqueda en 2011 en una nave. / El Día

El sábado 1 de marzo de 2008, Ángeles Zurera vivió un día normal. Según el testimonio de la familia, la mujer pasó el día en Córdoba con la novia de uno de sus hijos y unas amigas. Compró ropa para Semana Santa en las tiendas del centro y llamó a su madre. En Córdoba, cena con unas amigas y ya casi de madrugada regresa a Aguilar de la Frontera con su propio coche. Deja las cinco bolsas de ropa en una salita, se pone el pijama y se acuesta. A partir de entonces, es imposible seguir los pasos que siguió

Al día siguiente, las bolsas de ropa estaban donde ella las dejó, y la cama apenas está deshecha; tan sólo en un piquito. Y después de esa madrugada, nada más. Ángeles Zurera se marchó sin nada. Ni las gafas, ni las lentillas, ni el DNI, ni el bolso con dinero, ni el móvil, ni su coche, ni las llaves de su casa. Se dejó una lavadora puesta y ropa en una secadora lista para tender.

La familia no denuncia la desaparición hasta el lunes por la mañana. Las compañeras de un taller de empleo en el que participaba la mujer la echan de menos y llaman a su hermano. A las 12:00 comienza su búsqueda desesperada. El pueblo de Aguilar de la Frontera se vuelca en unas batidas por todo el término municipal en el que participan más de 400 personas. Pasan los días y siguen sin encontrar pistas. El caso salta a los medios de comunicación a nivel nacional. Se imprimen 40.000 carteles con el retrato de Ángeles que se reparten por toda España. Algunos testimonios sostienen haber visto a la mujer hasta en California, pero ninguna pista se sostiene. Poco a poco, la esperanza de encontrar con vida a la mujer disminuye.

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