La Guardia Civil hace una nueva batida entre Monturque y Cabra en busca de pistas de Ángeles Zurera
Sucesos
La Policía Judicial quiere completar el rastreo iniciado el pasado 16 de agosto
La primera batida terminó sin ningún tipo de novedades sobre la vecina de Aguilar de la Frontera
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Córdoba/La Guardia Civil ha regresado este miércoles al terreno situado entre Monturque y Cabra, al Sur de Córdoba, donde el pasado 16 de agosto se retomaron las labores de búsqueda de Ángeles Zurera, la vecina de Aguilar de la Frontera desaparecida hace 16 años. Fuentes de la Comandancia han concretado que los agentes continúan "la misma línea de investigación" y el objetivo es "terminar de rastrear al zona" en busca de pistas que puedan llevar a recuperar el cuerpo de la mujer, pues desde casi el primer momento se trabaja con la hipótesis de una muerte violenta.
Las mismas fuentes han confirmado a El Día que el rastreo que se hizo el pasado 16 de agosto con ayuda de un georradar terminó sin ningún tipo de avance y este miércoles, hasta el momento, tampoco ha habido novedades. En la zona, que permanece acordonada, se ha desplegado la Policía Judicial, con apoyo de agentes de Seguridad Ciudadana.
Sin noticias de Ángelines desde marzo de 2008
A Ángeles Zurera se le perdió la pista el domingo 2 de marzo de 2008. Uno de sus dos hijos aseguró entonces a la Guardia Civil que aquella mañana escuchó un claxon y luego a su madre despedirse. Nada más. Durante meses se produjeron continuas búsquedas y rastreos de terrenos, y también en propiedades y obras en las que había trabajado su exmarido, Manuel Reina, el único investigado en relación al caso. Sin pistas.
La anterior búsqueda de Ángeles fue a finales de julio de 2020 en un solar de la antigua Cooperativa Jesús Nazareno de Aguilar, pero estas labores también concluyeron "sin novedad" que aportar sobre su paradero. Al respecto, estas pesquisas se llevaron a cabo después de que el juzgado reabriera el caso en 2019, tras la solicitud del Instituto Armado en mayo de dicho año, de manera que dio el visto bueno para se procediera a buscar en el solar a las afueras del municipio, en un lugar que aún no se había investigado.
Con esa petición, el caso, que se encontraba archivado de manera provisional, se reabrió de forma automática, si bien el juzgado acordó de nuevo su archivo provisional, algo que la familia recurrió, aunque el recurso fue desestimado.
Además, la familia envió en su momento a un laboratorio especializado los dos últimos teléfonos que había usado la mujer desaparecida, uno de ellos con fotografías y otro con muchos mensajes. Querían conocer, con las posibilidades de investigación de hoy día, todos los posibles movimientos y manipulaciones que hubieran podido sufrir estos terminales, sin que haya trascendido pista alguna.
La incógnita de Ángeles Zurera
El sábado 1 de marzo de 2008, Ángeles Zurera vivió un día normal. Según el testimonio de la familia, la mujer pasó el día en Córdoba con la novia de uno de sus hijos y unas amigas. Compró ropa para Semana Santa en las tiendas del centro y llamó a su madre. En Córdoba, cena con unas amigas y ya casi de madrugada regresa a Aguilar de la Frontera con su propio coche. Deja las cinco bolsas de ropa en una salita, se pone el pijama y se acuesta. A partir de entonces, es imposible seguir los pasos que siguió
Al día siguiente, las bolsas de ropa estaban donde ella las dejó, y la cama apenas está deshecha, tan solo en un piquito. Y después de esa madrugada, nada más. Ángeles Zurera se marchó sin nada. Ni las gafas, ni las lentillas, ni el DNI, ni el bolso con dinero, ni el móvil, ni su coche, ni las llaves de su casa. Se dejó una lavadora puesta y ropa en una secadora lista para tender.
La familia no denuncia la desaparición hasta el lunes por la mañana. Las compañeras de un taller de empleo en el que participaba la mujer la echan de menos y llaman a su hermano. A las 12:00 comienza su búsqueda desesperada. El pueblo de Aguilar de la Frontera se vuelca en unas batidas por todo el término municipal en el que participan más de 400 personas. Pasan los días y siguen sin encontrar pistas. El caso salta a los medios de comunicación a nivel nacional. Se imprimen 40.000 carteles con el retrato de Ángeles que se reparten por toda España. Algunos testimonios sostienen haber visto a la mujer hasta en California, pero ninguna pista se sostiene. Poco a poco, la esperanza de encontrar con vida a la mujer disminuye. Y así se ha llegado hasta agosto de 2024.
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