La Guardia Civil refuerza la seguridad en la calle Bailén de Puente Genil tras los tiroteos en Nochevieja

Callejón de acceso a uno de los bloques de viviendas de la calle Bailén donde anoche tuvo lugar el tiroteo.
Callejón de acceso a uno de los bloques de viviendas de la calle Bailén donde anoche tuvo lugar el tiroteo. / José Manuel Cabezas

Puente Genil/La Guardia Civil ha reforzado en las últimas horas la seguridad en el entorno de los bloques de viviendas de la calle Bailén de Puente Genil, lugar en el que durante la pasada Nochevieja se registró un tiroteo que se saldó con la muerte de un varón de 36 años, y tres heridos -dos hombres y una mujer-, uno de ellos de gravedad, y que ha sido detenido como presunto autor de los disparos que provocaron el fallecimiento del hombre.

Tras la reyerta mortal, que según algunas fuentes podría haberse desatado por un motivo sentimental, viéndose involucradas dos familias, los agentes del Instituto Armado han intensificado la vigilancia con el fin de evitar cualquier posible conato de repetición de hechos similares. En este sentido, el alcalde de Puente Genil, Sergio Velasco, no solo ha expresado su preocupación ante lo sucedido y ante "la tenencia de armas por parte de clanes familiares en algunos barrios", sino que también ha vuelto a reclamar a la Subdelegación del Gobierno que dote a la población de más efectivos de Guardia Civil.

Velasco ha insistido en que el trabajo de los agentes en el municipio es "muy bueno", pero ha recalcado que la casuística de seguridad que presenta la localidad, con una población que roza los 30.000 habitantes y con varias zonas de exclusión social, motivan la necesidad de incrementar la cifra de guardias civiles para situarla en consonancia a los efectivos que velan por la seguridad en otras localidades cercanas como Lucena o Cabra, donde hay presencia de la Policía Nacional.

Además, los trágicos sucesos de la Nochevieja llegan en un momento especialmente sensible en materia de seguridad ciudadana, con un debate abierto en torno a la percepción de inseguridad, tras el atropello mortal hace dos meses de una joven de 24 años en un suceso sobre el que todavía no ha habido detenciones; varios accidentes de tráfico, robos tanto en el casco urbano como en urbanizaciones cercanas al mismo, y un conflicto abierto entre el Gobierno municipal y la plantilla de la Policía Local, a cuenta de la contratación de seguridad privada para la vigilancia de parques y jardines y el refuerzo de la seguridad en la zona centro durante la franja horaria coincidente con la celebración del espectáculo de iluminación navideña.

Paralelamente, a mediados de noviembre unas 3.000 personas se concentraron en el Parque de Espuny reclamando más seguridad en el municipio, un mensaje que el propio alcalde trasladó a la subdelegada del Gobierno, Ana López, durante la celebración de la Junta Local de Seguridad, convocada de manera extraordinaria hace algunas semanas, precisamente a raíz de estos luctuosos hechos.

Y es que el problema de fondo está claro. Los pontanenses se han cansado de ver cómo determinados sucesos ligados a ilícitos penales, asociados casi siempre a las mismas zonas de la localidad, empañan la imagen del municipio. Ello, unido a la pérdida de vidas, ha motivado una reacción de la ciudadanía, que ha instado a sus representantes institucionales a hacer cuanto esté en su mano para revertir un problema agravado en los últimos meses que, por el momento, parece más latente que nunca. 

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