Investigado por utilizar pegamento para atrapar a tres jilgueros y un serín verdecillo en Castro del Río
Campiña Este
El hombre colocó un el hueco del tronco de un olivo una bolsa de plástico con pipas de girasol como cebo para atrapar a las aves
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La Guardia Civil ha investigado a un vecino de Castro del Río como presunto autor de un delito contra la flora y fauna por capturar aves fringílidas con medios no selectivos.
El Instituto Armado ha informado de que, durante un servicio de prevención de la comisión de ilícitos penales en el medio rural, detectó a un hombre saliendo de una finca de olivar, próxima al casco urbano de la localidad quien, al percatarse de la presencia de la Guardia Civil en la zona, se mostró sorprendido.
El hombre, según la Guardia Civil, manifestó que estaba recogiendo setas. Ante ello, los agentes procedieron a su identificación, así como al registro superficial de su vehículo, que estaba estacionado y con las puertas abiertas a escasos metros.
Tras identificar a esta persona que, resultó ser un vecino de la localidad, los guardias civiles localizaron en el interior del vehículo una bolsa conteniendo pipas de girasol, lo que les resultó sospechoso, por lo que decidieron inspeccionar la zona.
En la inspección efectuada, los agentes localizaron dos artefactos trampa, de los utilizados para la captura de aves, en los cuales se había usado pipas, como las halladas en su vehículo como cebo y unos tallos herbáceos impregnados en una sustancia viscosa y pegajosa dispuestos en forma de entramado-trampa. Asimismo, en el hueco del tronco de un olivo se halló una bolsa de plástico con restos de pegamento y una caja de cola.
Durante el rastreo de la zona, los guardias civiles localizaron en un dispositivo trampa, a un jilguero (carduelis carduelis) atado mediante un hilo y un arnés al suelo, dispuesto a modo de reclamo, sin identificar y sin anillado, del cual el hombre no pudo acreditar su propiedad. En el otro de los dispositivos trampa, se encontraron un total de tres aves fringílidas -2 jilgueros y 1 serín verdecillo (serinus serinus)- pegados al pegamento de los tallos.
Ante ello, los agentes comprobaron que las aves no sufrían lesión y las liberaron, en este caso, tres jilgueros y un serín verdecillo.
Por todo ello, los guardias civiles procedieron a investigar a esta persona como presunta autora de un delito contra la flora y fauna, por capturar aves fringílidas utilizando medios no selectivos.
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