Jesús Morales, alcalde de Villa del Río: "Hay que integrar el Guadalquivir en el pueblo de una vez por todas"
Entrevista
Tras ocho años en la oposición y con el apoyo del PP, ha devuelto la Alcaldía a Unide, partido independiente que ha ganado las elecciones en el municipio desde su irrupción en 2003
Unide alcanza un acuerdo con el PP en Villa del Río y Jesús Morales será el nuevo alcalde
Tras tres décadas en política, primero como integrante del PP y desde 2003 integrado en Unide, Jesús Morales ha devuelto la Alcaldía de Villa del Río a una formación independiente que ha ganado todas las elecciones desde su irrupción en 2003, precisamente como escisión de la formación popular, con quien ahora gobierna en coalición. Después de haber vivido los últimos ocho años en la oposición, el nuevo primer edil villarrense tiene como objetivo principal en su mandato "la integración del río en el casco urbano", algo que considera "una reivindicación histórica" de un municipio que ha bajado de los 7.000 habitantes en el último padrón, de ahí que atajar "el problema" de la pérdida de población sea otro de los puntos clave a tratar los próximos cuatro años.
-Camino de los 100 días de mandato. ¿Qué balance hace de su llegada a la Alcaldía?
-Aunque está feo hablar de nosotros mismos, lo cierto es que nos llegan opiniones positivas, aunque no se puede agradar a todo el mundo. Sobre todo, son positivas por la gran cantidad de actividades que hemos puesto en marcha en un tiempo récord, algo que no es fácil tras llegar al Ayuntamiento y siendo un equipo de gobierno totalmente nuevo en esto de gobernar un pueblo. Pero eso demuestra que venimos con ganas y con fuerza. Además, a nivel interno estoy sorprendido gratamente por el ritmo que han cogido, pues no es normal que se adapten a esta situación tan rápido. No nos ha dado tiempo casi a estar y ya se han organizado muchos eventos.
-¿Cuál fue la primera gran decisión que tuvo que tomar como alcalde?
-No se me olvidará nunca. Entramos el lunes 19 de junio y el martes nos encontramos que la piscina de verano, que tenía que abrir dos días después, amaneció medio vacía. Pregunté qué había pasado y me dijeron que había fallado una válvula, y tuvimos que tomar una decisión rápida, y más con la sequía que estamos sufriendo. Cogimos el agua de la piscina cubierta e hicimos un trasvase, así que de esta manera también hubo un ahorro de agua y se solucionó un problema. Es más, es una medida que vamos a seguir haciendo, con un nuevo trasvase ahora para el invierno, y en años sucesivos.
-Llevaba en la oposición los últimos ocho años, pero ¿en qué estado se encontró el Ayuntamiento a su llegada?
-Económicamente, y me gusta ser justo, estaba en una situación similar al que dejamos en 2015. En aquel año había una partida de 1,6 millones de euros y ahora es de 1,2, pero ya estaba ingresado entonces un anticipo de Hacienda Local y ahora no. La diferencia es que nosotros no hemos dicho nada; entonces se hizo una campaña con muchas barbaridades que nosotros no hemos hecho. Nos gusta ser objetivos; estaba saneado en ambas etapas. Es verdad que hay partidas que estaban gastadas y que el presupuesto de 2023 no está aprobado, y eso ha sido una sorpresa. Por eso, a final de mes tendremos un Pleno para aprobar las cuentas de este año, que estarán en más de 7 millones, y a final de año habrá otro para hacer lo propio con las de 2024.
-¿Cuál puede decirse que es su proyecto estrella como alcalde, ese que quiere culminar sí o sí durante este mandato?
-Tenemos que hacer una fusión de los programas de Unide y PP, que es socio de gobierno, aunque coincidimos en muchas cosas. No tengo grandes objetivos, solo hay uno que vamos a pelear por conseguir. Ese proyecto estrella es la ribera del Guadalquivir. El río no está a la altura del pueblo, aunque lo llevamos en el nombre. Está en el casco urbano, pero no integrado, y hay que conseguir eso de una vez por todas, ya sea con la Confederación, con la Junta... Hay muchos pueblos que tienen zonas de ocio, de parque... por lo que no valen excusas y hay que conseguir la integración del río en el casco urbano. Cuando estuvimos en el la Alcaldía en 2003 se puso en marcha ese proyecto con la Confederación, el Ayuntamiento pagó el 25% del coste que le correspondía y estaba en marcha, pero por distintos problemas políticos no se realizó y otros municipios se adelantaron para esa inversión, lo que provocó que Villa del Río quedara atrás. Luego llegó la crisis y se paró hasta la fecha, pero ahora intentaremos retomarlo.
-Es que, como dice, más allá de por el nombre, la relación del pueblo con el río es casi nula.
-Hace poco, a través del Grupo de Desarrollo del Medio Guadalquivir, vimos que el único municipio que ahora mismo no tiene ningún plan con el río somos nosotros, aunque sea una zona de ocio con un pequeño embarcadero. Por eso, en cuanto pase el verano, conversaremos para hacerlo. Se puede hacer con el Grupo de Desarrollo, la Confederación o la Junta. Es básico porque es una reivindicación histórica conseguirlo, pero no quiero reproches hacia atrás, sino mirar hacia adelante.
-Supongo que algún objetivo más se habrá planteado.
-Bueno, en los últimos ocho años he visto en la oposición que el pueblo ha ido a menos en lo social, en la dinamización, en lo cultural, y todo eso unido provoca pérdida de población. Entre otras cosas, por esa razón hemos puesto tantos proyectos en marcha este verano; no es solo por hacer más fiestas, sino porque un pueblo tiene que estar vivo. Villa del Río es un pueblo industrial, pero el Ayuntamiento tiene que estar a la altura de lo que piden los ciudadanos.
-Usted lleva liderando Unide desde las elecciones anteriores, y antes formó ya parte del partido que gobernó dos legislaturas. ¿Esperaba una aventura tan larga de la formación?
-No, evidentemente. Pero algo debemos tener cuando hemos conectado con el pueblo, tanto gobernando como en la oposición, porque siempre hemos ganado las elecciones. Yo mismo me lo pregunto a veces. La primera vez que ganamos fue una gran sorpresa, porque sacamos mayoría absoluta y el partido apenas llevaba dos meses inscrito; luego te ven en el gobierno y puedes ganar, pero ganar estando en la oposición es muy difícil. Tenemos buena conexión con el pueblo. Es cierto que la mayoría de los partidos independientes, surgen y luego decaen, porque es luchar contra los elementos, pero aquí llevamos 20 años y tanto tiempo ganando no es normal.
-Permítame una curiosidad, sobre todo viendo lo que ha pasado con los líderes de otros partidos independientes de la provincia. ¿Ha sido tentado por el PP? ¿Se ve alguna vez en el PP?
-Evidentemente, contactos he tenido porque es el partido en el que empecé, casi cada cuatro años. Pero hasta ahí te puedo decir.
-Ser un partido independiente, ¿supone una desventaja con las otras administraciones? Le digo sobre todo por, por ejemplo, no tener un representante directo en la Diputación.
-Como estuve 12 años gobernando así, sé lo que es. Pero ahora estamos en coalición con un partido que gobierna en la Diputación y la Junta. Al final, las instituciones, por suerte, se mueven por criterios objetivos y no subjetivos, y todos tenemos un trocito de pastel. Ser independiente tiene más dificultades, pero la política ya no es lo que era.
-Parece entonces que esa coalición con el PP puede resultar hasta positiva.
-Cuando un partido se presenta, lo hace para ganar; y después tienes que adaptarte a las circunstancias. Podríamos haber gobernado en minoría, pero es positivo contar con un partido con el que coincidimos en muchas cosas para dar estabilidad al Ayuntamiento, y sobre todo porque gobierna en la Diputación y la Junta, por lo que hay un contacto directo con ambas instituciones.
-¿Qué temas pendientes tiene Villa del Río con el resto de administraciones?
-El principal es el de la ribera del río, pero el segundo y no menos importante es solucionar el tema de inundaciones, que parece apartado porque no llueve, pero no está solucionado. Hay que solucionar el arroyo Cañetejo, el arroyo Salado y todos los cerros. Luego está el problema de vivienda para la gente joven, pues hay mucha vivienda en venta a un precio demasiado alto, porque es para rehabilitar, y debería haber otro tipo de oferta. Hay muchos temas importantes que hay que retomar. Y todo eso se resume en la pérdida de población, que no es un problema exclusivo de Villa del Río, pero es un problema; hay que analizar por qué hemos perdido en menos de ocho años 500 habitantes. Siempre se ha ido gente, pero estaba estabilizado el padrón en torno a 7.500 habitantes, y ahora hay que hacer algo para frenar eso. ¿Cómo? Bueno, es algo que afecta a muchas áreas, como que haya vivienda asequible, o las comunicaciones, que ahora con la capital son buenas, con la autovía, el tren, y ya no es un problema vivir en el pueblo y trabajar allí. Pero hay que dar servicios acordes para que la gente esté bien y el pueblo tiene que tener actividad, sitios de ocio y hay que potenciarlos desde el Ayuntamiento.
-El municipio es bisagra entre las provincias de Córdoba y Jaén. ¿Ha sabido jugar esa situación geográfica?
-No, creo que nunca lo hemos sabido aprovechar. Ahora hay una gran oportunidad con la Base Logística, que puede ser un impulso, para la provincia en general, pero también para el Alto Guadalquivir, que lo tenemos muy cerca. Debemos estar muy unidos para aprovechar ese tirón económico y de dinamización. Aunque no tenemos término municipal, tenemos la zona de Sierra Morena encima, con lo que puede conllevar con el turismo cinegético, de ocio, de pesca... y también la provincia olivarera por excelencia (Jaén), por lo que podemos ser un punto de comunicación para la producción de productos agro. Hemos estado centrados mucho tiempo en un sector como la madera, pero otros no los hemos aprovechado, como el agro. Por eso hemos creado la concejalía de Agricultura, para que podamos explotar ese sector, porque tenemos un sitio privilegiado, con la autovía que nos pasa por la puerta. Es una situación geográfica muy buena... si la sabemos aprovechar.
-Me ha hablado de la Base... Supongo que cualquier plan ahí será mejor hacerlo de la mano de la mancomunidad.
-Estoy deseando de que sea la asamblea de la Mancomunidad y tener el consejo de alcaldes. Yo soy muy crítico con la mancomunidad, pero creo que debe tener objetivos claros y un sentido: turismo, desarrollo, la Base, transportes, comunicarnos con eventos, seguridad con servicios mancomunados... No hay que entrar en la competición que siempre hemos caído entre los diferentes municipios.
-Pasemos a hablar de algunos proyectos que llevan tiempo sobre la mesa. ¿Cómo está la obra del puente de hierro?
-Las obras se han retomado a buen ritmo. La empresa asegura que podrían estar a finales de este año o principios del próximo, pero lo cierto es que le queda bastante. Durante el año que viene seguro que estará.
-Es una infraestructura clave para dar viabilidad al proyecto de El Pelícano, una de las nuevas áreas industriales del municipio...
-Aquello está calificado como industrial, pero no se ha podido desarrollar por la limitación de peso del puente. Eso se va a tardar en solucionar. Lo que más afecta es por el desarrollo del polígono, que está parado. El de la Vega está pendiente de expansión y tenemos este también, que sería una zona estupenda para industrias de gran tamaño, porque no es una zona agrícola que se pueda perder.
-También me habló antes de la madera, un sector clave en la industria de Villa del Río. ¿En qué situación se encuentra?
-El sector estos últimos años ha vivido una gran recuperación, tras la crisis del 2008 que le afectó muchísimo, porque al ser un pueblo industrial nos afectó mucho. Falta una buena coordinación entre todos, con una asociación de empresarios, que no existe, para trazar objetivos comunes, para que se hable de todos los problemas y que se pueda atender bien, ya sea con las administraciones o con ellos mismos. El sector de la madera no tiene un interlocutor ahora mismo, y por ahí hay que empezar. Además, el Cemer (Consorcio Escuela de la Madera) está un poco desaprovechado y hay que unir más la empresa con la formación, tener una conexión más fluida. Las empresas tienen que tener claro que su competidor quizás no está en la nave de al lado, sino fuera del pueblo.
-Para acabar, un par de cuestiones. En algunos municipios ha habido problemas con las fábricas de aceite, por los humos y olores. En Villa del Río hay una a poca distancia del núcleo urbano. ¿En qué situación está?
-Las quejas han existido siempre, evidentemente, y deben existir, con independencia de quién gobierne, porque los humos no saben de política. Y digo esto porque hace unos años parecía que los humos eran de un partido u otro. No quiero ir en contra de ninguna empresa, pero existe ese problema y es de difícil solución, porque el error es de la ubicación, porque entran los aires por ahí. Estamos en permanente contacto con la Junta de Andalucía y Medio Ambiente para que las molestias sean las menos posibles, pero los controles son normales. Una cosa es la calidad del aire y otra el aspecto y esa niebla que hay sobre el pueblo cuando llega el invierno.
-Ya por último. Menudo lío se ha montado con la recuperación de la suelta de la vaquilla en la próxima Feria de septiembre.
-Aquel que conozca lo que es la suelta de vaquilla sabe que no hay maltrato al animal, porque la vaca llega viva y se va viva. Se soltarán dos vacas y esperemos que no haya problemas, ni para las personas ni para los animales. En otros municipios hay corridas de toros y no veo ese nivel de protesta que se ha liado aquí. Han extendido las firmas a nivel nacional y, claro, el número de firmas es mayor, pero no recoge solo a la gente del pueblo, y eso me parece muy fuerte. Políticamente, no entiendo que IU y PSOE estén totalmente en contra cuando en municipios que gobiernan, como Cardeña (IU), hay vaquilla también, o en Montoro (PSOE) hay corridas de toros. Tengo que decir que el pueblo no está dividido, porque la opinión mayoritaria es a favor. La vaquilla se quitó en su día solo por una cuestión económica, igual que el trofeo de pesca, que también son animales, que cuando lo retomaron PSOE e IU no hubo ninguna protesta. Hay que ser serios...
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