El lobo ibérico, una especie prioritaria en el Parque Natural de Hornachuelos

Córdoba/El lobo ibérico (Canis lupus) es identificado como especie prioritaria de conservación en el nuevo Plan de Ordenación de los Recursos del Parque Natural Sierra de Hornachuelos, recientemente aprobado por la Junta de Andalucía. En este documento, el temido depredador comparte estatus con el águila imperial, el buitre negro o la cigüeña negra, aunque, a diferencia de estas tres, lleva años desaparecido de Sierra Morena. El plan, consultado por El Día, asume que "ha sufrido una importante regresión e incluso ha desaparecido en importantes zonas de su antigua área de distribución", y ello a pesar de que llegó a ser una de las especies de mamífero más presente en todo el planeta.

En la Península Ibérica, en concreto, se encuentra en un área continua del noroeste de unos 120.000 kilómetros cuadrados; durante los siglos XIX y XX, la población peninsular se vio muy reducida y, a partir de los años 70, comenzó a recuperarse. En España, se estima que pueden vivir entre 2.000 y 3.000 ejemplares, mientras que el censo más actual, realizado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente hace una década, contrastó la existencia de 297 grupos familiares. Esta cifra representaba un incremento "significativo" respecto al censo de 2007, en el que se estimó la presencia de 250 grupos.

Sin evidencias de lobo desde 2016 en Hornachuelos

En el caso concreto de Andalucía, se ha venido estimando que su presencia se reducía a algunas zonas del norte de Jaén y Córdoba, y en menor medida de Sevilla, sobre una extensión de 3.225 kilómetros cuadrados divididos en dos secciones de Sierra Morena. A pesar de la fragmentación espacial, la gran capacidad de movimiento de la especie, la proximidad entre ambas poblaciones y su facilidad para franquear barreras como infraestructuras lineales o masas de agua apuntan a la posibilidad de que ambos núcleos estuvieran conectados.

En 2010, se estimaba que había al menos siete grupos familiares en Andalucía, pero poco tiempo después, en 2014, solo se encontraron cuatro heces de Canis lupus. Por último, los trabajos más recientes de búsqueda en el Parque Natural de Hornachuelos, en 2016, terminaron con resultados negativos tras realizarse transectos a pie y en vehículo en casi 100 kilómetros.

Por tanto, mientras que la tendencia poblacional en la Península ha ido en aumento en los últimos 30 años, la población andaluza ha experimentado una tendencia a la baja y, "actualmente, presenta un estatus incierto y poco halagüeño", como asume el documento. Y concluye: "En el mejor de los casos, el tamaño de población es sensiblemente inferior al mínimo viable".

"Excelentes condiciones" para el lobo en Sierra Morena

En este contexto, el Plan de Ordenación de los Recursos del Parque Natural Sierra de Hornachuelos indica que el lobo "no es una especie muy exigente en lo que a hábitat se refiere y el único factor natural limitante para su presencia es la disponibilidad de alimento". En algunas áreas de recolonización incluso llega a ocupar áreas de cultivo o zonas próximas a núcleos habitados, indica el documento, que apunta a que "la disponibilidad de hábitat no es un problema significativo" en Hornachuelos.

Entre otros motivos, porque "existe una gran disponibilidad de alimento con importantes poblaciones de ungulados silvestres". "En general, toda Sierra Morena se presenta, a priori, como un espacio natural protegido con excelentes condiciones de hábitat para la especie", concluye el plan, que, en todo caso, en ningún momento expone la posibilidad de iniciar un proceso de recolonización.

La "ancestral animadversión" en el mundo rural

La Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul recuerda que ha ejecutado diversas actuaciones sobre la especie, entre las que destaca un programa de seguimiento que incluye actuaciones de divulgación y concienciación a la población local, o la Estrategia Andaluza contra el Veneno.

Paralelamente, estas actuaciones son completadas con otras como la indemnización por daños que puedan ser causados por la especie, o el fomento de medidas para la prevención de daños al ganado, un mecanismo que considera "fundamental" para frenar una de las principales amenazas que tiene el lobo: la "ancestral animadversión" que despierta en el mundo rural, y en el ámbito ganadero y cinegético en particular.

En este sentido, la Junta recuerda que en 2016 se pusieron en marcha una serie de actuaciones dirigidas a mejorar la imagen que este cánido tiene en el mundo rural amparadas por un proyecto Life, y a mejorar la información existente sobre la especie en Sierra Morena. Estas actividades encontraron la oposición en varios municipios cordobeses, aunque hubo otros que sí aceptaron celebrarlas con gran respuesta por parte de los vecinos.

Ahora, el nuevo Plan de Ordenación de los Recursos del espacio protegido vuelve a incluir "actuaciones para mejorar la percepción social y la concienciación sobre la conservación de Canis lupus" entre sus objetivos.