Y el lobo llegó para quedarse
Puerto del Calatraveño
La crisis económica no respeta ni siquiera a un sector tan boyante de la economía cordobesa como el de la madera y el mueble, cuyos empresarios alertan de que habrá despidos masivos
SE había anunciado económicamente por activa y por pasiva ¡que viene el lobo! y parece que muchos no lo querían creer, haciendo al final con ello bueno el cuento de aquel pastorcillo que alertaba mintiendo sobre la llegada de un cánido que acabó comiéndose las ovejas. Total, se trata de un animalito en peligro de extinción, por lo que si viene será a la vida económica de unos cuantos, los más desgraciados de siempre. Pero no ha sido así. El lobo ha llegado para quedarse hasta en los sectores más boyantes de la economía cordobesa como el de la madera y el mueble -en la provincia- o el de la joyería -en la capital-. La patronal maderera, por ejemplo, ya le ha visto algo más que las orejas a ese despiadado ser y ha alertado del despido masivo de trabajadores que llevan el pan a muchos hogares de la Subbética, la Campiña Sur y el Alto Guadalquivir. Y es que ese lobo económico, desaparecido desde los tiempos de resaca de la Expo 92 y de las Olimpiadas de Barcelona, respeta a muy pocos y las previsiones a medio plazo son para echarse a temblar: los expertos en temas financieros aseguran que el 2009 va a ser aún mucho peor que el 2008.
Es cierto que no es un problema exclusivo de Córdoba. Ni siquiera de España. Pero los políticos que llevan las riendas de la Administración deberían esforzarse en desterrar de su pensamiento esa coletilla mental de que el epicentro de este terremoto de quiebras laborales está en otro lugar y demostrar que saben gobernar la casa. Porque, cuando sobre una casa de cualquier cordobés, andaluz o españolito de a pié se cierne la época de vacas flacas, a quien la dirige no le queda más remedio que abrocharse el cinturón y tomar iniciativas que frenen sus perjuicios. No creo que haga falta resucitar al bíblico José para que explique cómo almacenar el grano para pasar este tiempo de austeridad que ya está aquí con el lobo agazapado a la puerta de cada casa. De lo contrario, en muchos de los hogares en los que da pellizcos en la barriga ese monstruo de aspecto tan gigantesco como Godzilla y que responde al nombre de euríbor traerá consigo con su manía de subir y subir hasta ahogar que se experimente en las cuentas corrientes de cada hipotecado algo similar al crack bursátil del 29 en EEUU.
Hace sólo unos días, la Diputación firmó con la confederación de empresas de la economía social y los sindicatos un segundo pacto para impulsar el crecimiento del cooperativismo. Si al final se traduce en algo positivo, bienvenido sea. Pero eso es una incógnita en estos tiempos que corren en los que el dios Saturno vuelve a devorar a sus hijos.
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