La madera como fuente de inspiración

encinas reales

El Cemer surgió en 1992 con apenas cinco trabajadores, 35 alumnos y formación artesanal

El índice de inserción laboral llega ahora al 95%

Alumnos durante una clase en el Cemer de Encinas Reales.
Alumnos durante una clase en el Cemer de Encinas Reales. / Reportaje Gráfico: El Día

Hay que remontarse hasta 1992 para encontrar el origen de lo que actualmente es la Escuela de la Madera (Cemer) de Encinas Reales. Hace ahora un cuarto de siglo María Teresa Arias tuvo la genial idea de llevar a esta pequeña localidad de la Subbética un centro de estas características. Fue ella quien decidió, junto a su compañera de trabajo María Teresa López, presentar un proyecto de lo que "sería un centro especializado en madera y mueble ante la entonces Consejería de Trabajo por parte del Ayuntamiento de Encinas Reales", explica a el Día. El centro de formación, detalla, "se creó mediante una convocatoria pública y la forma jurídica fue la de consorcio, por la colaboración de la Escuela Especializada de Formación Profesional Ocupacional con las Administraciones Públicas"; la Junta de Andalucía tenía el 90% y el Ayuntamiento de Encinas Reales el 10%. El proyecto surgió y se puso en marcha en septiembre de 1993 y, desde entonces, ha seguido prestando servicio y ampliado su estructura.

Arias, que es la actual directora de este espacio, detalla que el Cemer comenzó "de forma muy modesta y hoy en día es uno de los mejores centros de España y de Europa en su sector productivo". En un principio, anota, tan solo eran cinco profesores que impartían formación artesanal de ebanistería, barnizado, dorado y talla artesanal, entre otros. "Teníamos en torno a 35 alumnos y comenzamos a colaborar con los empresarios del sector del mueble y a participar en la puesta en marcha de asociaciones empresariales, tanto en nuestra provincia como en otras, incluso a nivel regional y nacional", recuerda. Su afán por mejorar e impulsar este tipo de formación, hizo que el Cemer llevase a a cabo el primer estudio de mercado del sector del mueble en Andalucía y de sus necesidades formativas y medioambientales. Un proyecto, según cuenta Arias, que les permitió "descubrir a la ciudadanía un sector, no desconocido, pero bastante importante. También destaca que "desde el comienzo del proyecto siempre han estado presentes y colaborando las empresas". "Sin ellas no tiene sentido hacer una formación o cualificación que no sea según sus necesidades y si no es colaborando estrechamente, se desconocería", argumenta.

El centro hizo el primer estudio de mercado del sector del mueble de Andalucía

Actualmente el centro oferta cinco cursos: Operaciones de grabación y tratamiento de datos y documentos; Acabado de carpintería y mueble; Mecanizado de madera y derivados; Control de la producción en industrias de la fabricación de mobiliario; y Operaciones auxiliares de tapizado de mobiliario y mural. Una oferta formativa que el próximo mes de mayo aumentará con otros cuatro cursos, como uno dedicado a las Actividades de gestión del pequeño comercio, y que en los meses de septiembre y octubre se complementará con otra media docena más, como uno centrado en trabajos de carpintería y mueble.

De aquellos cinco primeros trabajadores, el Cemer dispone ahora de 25, de los que 22 se encuentra en la sede de Encinas Reales y el resto en la de Villa del Río; ésta última, según explica Arias, se puso en marcha en 2003 "a petición del sector empresarial del Alto Guadalquivir y es un centro de nuevas tecnologías en el mueble tapizado". La responsable de estas instalaciones también alude al perfil de los trabajadores que forman parte de las mismas y detalla que llegan desde localidades como Lucena, la capital cordobesa, Rute, Puente Genil, Montoro y Encinas Reales. La plantilla está integrada por titulados en Ingeniería, Económicas, Derecho o Química y "su formación se ha especializado en conocimientos del sector en nuevas tecnologías de producción, de comunicación, medio ambiente, calidad, responsabilidad social, carpintería, acabados del mueble, marketing, comercio electrónico y comercio internacional, entre otros", subraya.

Entre todos estos trabajadores se encuentra Katerina Nesterova, técnico especialista en Comercio Exterior y Estrategias de Gestión del Cemer. Ella fue alumna del centro de la primera promoción de la especialidad Comercio Exterior y Estrategias de Gestión puesta en marcha por el Consorcio Escuela de la Madera de la Junta entre 2004 y 2006 "con el objetivo de mejorar las oportunidades de acceso al empleo de la población femenina en el sector de la madera y del mueble", anota. Nesterova ahora es una de las formadoras del Cemer del departamento de idiomas. Una vez que concluyó su etapa formativa, indica, "pasé a formar parte del equipo de la escuela mediante una oferta pública de empleo y gracias, en gran medida, al modelo formativo de excelencia establecido por esta entidad, que me permitió mejorar mis capacidades y adecuar mi perfil profesional a las necesidades reales del sector productivo local". "Ahora mi papel como formadora consiste en garantizar que otras personas con las mismas aspiraciones reciban una formación de calidad, acorde a los requerimientos del mercado laboral actual, describe. Pasados todos estos años, Nesterova asegura que desde sus inicios, "este proyecto formativo ha estado orientado al desarrollo de un sector productivo singularmente relevante en la economía andaluza". Para ello, subraya, "ofrece una formación altamente especializada, capaz de dar respuesta a las demandas específicas de un contexto laboral determinado". A su juicio, la incorporación de nuevas tecnologías en todos los procesos de enseñanza y aprendizaje es "también clave para garantizar la calidad de nuestros servicios formativos, ya que de esta forma, intentamos anticiparnos a la demanda laboral y capacitar a las personas para afrontar con éxito su vida laboral". Además de la formación que se ofrece, considera que ésta "no apunta únicamente a la formación en competencias, sino también en valores necesarios para el desempeño de una actividad laboral como cooperación, tolerancia, motivación, responsabilidad, compromiso y autonomía".

La salida profesional de todos aquellos que pasan por este centro es una de sus claves y su inserción laboral se centra en empresas del sector del mueble, o emprender su propio negocio. Al respecto, la directora del Cemer destaca que "siempre hemos tenido un 95% de inserción, sobre todo cuando planteábamos la formación basada en itinerario formativo y muy adaptado a las necesidades del sector". Reconoce, además, que llegaron a tener antes de la crisis casi 80 empresas creadas por antiguos alumnos. Uno de los estudiantes actuales del Cemer es Guillermo Cruz Narváez, que estudia acabado de carpintería y mueble. Natural de Villanueva de Algaidas (Málaga), este joven de 19 años expone que aspira a desempeñar en un futuro la profesión de barnizador. Además, añade, "se trata de una formación gratuita, y lo digo entre comillas porque en realidad, al no disponer de becas, debemos hacer un gran esfuerzo, como es mi caso particular, para pagar el alojamiento". Así, el joven reivindica "la necesidad de percibir alguna ayuda económica o beca para poder realizar esta formación", ya que algunos de sus compañeros, según cuenta, "no pueden hacer el curso por falta de recursos económicos. Cruz Narváez reconoce también que aunque quiere trabajar de barnizador en una empresa del sector, no descarta la opción de llegar a montar su propia compañía de carpintería y acabados del mueble. El joven destaca "la amplitud de posibilidades del sector de la madera, su continuo aprendizaje para estar actualizado en tendencias, nuevo mobiliario de moda, tipos de acabados" y del Cemer destaca que es "una escuela muy preparada pues cuenta con un equipamiento muy completo y actualizado que te permite formarte en lo más actualizado del sector".

Con todo ello, para la directora del Cemer "el futuro del mueble en Córdoba pasa por un nuevo periodo de adaptación a la salida, lenta, pero salida de la crisis. A su juicio, "hemos de incorporar mucho más diseño, nuevas e innovadoras líneas de comercialización, comercio internacional, calidad, buen embalaje y respuesta rápida".

A la espera de la Referencia Nacional

La Escuela de la Madera de Encinas Reales está a la espera de que la Consejería de Empleo y el Servicio Público de Empleo firmen el convenio para convertirse en Centro de Referencia Nacional en el área de producción y mueble. Se trata de una distinción que, según expone su directora, María Teresa Arias, con la que "comenzaríamos a trabajar en las líneas de los objetivos de un Centro de Referencia Nacional", tales como "aplicar y experimentar proyectos de innovación en materia de formación profesional". Arias también alude a los problemas que ha tenido la plantilla en los últimos años, por retrasos en el pago de las nóminas y asegura que "en la actualidad estamos al día de los retrasos y lo único que queremos es hace lo que siempre hecho y por lo que siempre se nos ha conocido, por nuestro trabajo".

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