12 marcas de patatas fritas de Córdoba que te harán repetir
12 marcas de patatas fritas de Córdoba que te harán repetir / Miguel Ángel Salas

12 marcas de patatas fritas de Córdoba que te harán repetir

Gastronomía

Son el aperitivo favorito para la mayoría y, acompañadas de una caña de cerveza, un medio de vino o un vermú, las patatas fritas pueden detener el tiempo a la hora del aperitivo. ¿Una exageración? Si están crujientes y perfectamente fritas en aceite limpio y sabroso, con el punto justo de sal, doradas, no hay picoteo que les haga competencia. Las hay con sal o sin sal, tradicionales o con sabores para los paladares más aventureros, aunque las que siguen triunfando son las de siempre, las más básicas. En este especial hacemos un recorrido por 12 marcas de patatas fritas made in Córdoba, que cada aficionado patatero puede reordenar a su antojo. Porque, como curiosidad, casi cada pueblo cordobés tiene su propia marca de papas fritas que, por supuesto, siempre son las mejores. Cordobilla en Puente Genil, El Perol en Baena, Romero en Belalcázar, Raquel en Cañete de las Torres, Lucio en Castro del Río, Monti en Montilla, Maribel en Moriles, Santa Marina en Fernán Núñez... Sí, hay muchas más. ¿Cuáles son tus favoritas?

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12 marcas de patatas fritas de Córdoba que te harán repetir
1/13 12 marcas de patatas fritas de Córdoba que te harán repetir / Miguel Ángel Salas
San Nicasio, el crujido de Priego que impresiona al mundo
2/13 San Nicasio, el crujido de la Subbética que impresiona al mundo / Miguel Ángel Salas
Boni, tradición desde Ciudad Jardín
3/13 Boni, tradición desde Ciudad Jardín / Miguel Ángel Salas
Maribel, papas de pueblo de Moriles
4/13 Maribel, papas de pueblo de Moriles / Miguel Ángel Salas
10 marcas de patatas fritas de Córdoba que te harán repetir
5/13 Lucio, de Castro del Río, hasta el codo / El Día
Patatas Raquel, el manjar de Cañete
6/13 Raquel, “las mejores de comer” desde Cañete de las Torres / El Día
En la calle Alfaros de Córdoba nació en 1965 este humilde negocio que abastece de las patatas fritas más crujientes a la ciudad. Una selección meticulosa de las mejores huertas que varían durante la temporada. La clave para el mejor sabor, las patatas agrias, “las más adecuadas para que sean fritas”, y el trabajo durante años que hacen de las patatas Cristo de los Faroles una receta irresistible para cualquier paladar. Fritas en aceite de girasol, convierten un simple alimento “para picar” en un placentero bocado. Con sal o sin sal, a gusto del consumidor, Juan Yepes lleva este negocio en el que es ya la segunda generación. En un enclave con mucha historia, la tradición patatera ofrece de forma artesanal un impecable capricho empaquetado.
7/13 Cristo de los Faroles, historia y sabor / Miguel Ángel Salas
Cordobilla, las artesanas de Puente Genil
8/13 Cordobilla, las artesanas de Puente Genil / Miguel Ángel Salas
Finca la Pacheca, pasión patatera en Priego
9/13 Finca la Pacheca, pasión patatera en Priego / Miguel Ángel Salas
Moyano, emblema crujiente de Pozoblanco
10/13 Moyano, emblema crujiente de Pozoblanco / Miguel Ángel Salas
Monti, el abuelo de Montilla
11/13 Monti, el abuelo de Montilla / Miguel Ángel Salas
El Perol, Baena
12/13 El Perol, el sabor de la infancia desde Baena / S. Núñez
Patatas Romero, con el ADN de Belalcázar
13/13 Patatas Romero, con el ADN de Belalcázar / El Día

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