Medio Ambiente revisará el Plan de Ordenación de las Lagunas del Sur de Córdoba
Naturaleza
El proceso responde a las directrices establecidas por la Red Natura 2000 y por la Comisión Europea en materia de simplificación administrativa y transparencia
Lagunas del Sur cumplen 40 años como espacios protegidos
Córdoba/La Junta de Andalucía revisará el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de las Zonas Húmedas del Sur de Córdoba. Este proceso de actualización responde a la necesidad de adaptar este instrumento a los nuevos retos ambientales, sociales y económicos, así como a las directrices establecidas por la Red Natura 2000 y por la Comisión Europea en materia de simplificación administrativa y transparencia. Con esta revisión, la Consejería "reafirma su compromiso con la conservación de un espacio natural único".
Las Zonas Húmedas del Sur de Córdoba comprenden un conjunto de lagunas y embalses que abarcan diversas áreas protegidas en los municipios de Aguilar de la Frontera, Lucena, Luque, Moriles y Puente Genil en Córdoba, así como Badolatosa, en Sevilla. Estas zonas albergan una biodiversidad excepcional, con más de un centenar de especies de aves, muchas de ellas de especial relevancia como la focha moruna (Fulica cristata) o la malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala), además de otros hábitats singulares que permiten la supervivencia de numerosas especies de flora y fauna.
La actualización del plan permitirá "mantener y reforzar" la protección de estos espacios, al tiempo que se busca facilitar la compatibilidad con las actividades locales y la adaptación a las normativas actuales. En particular, se ajustará el plan a los requerimientos de la Red Natura 2000, una red europea de áreas protegidas que establece criterios rigurosos para la conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas esenciales para la vida de diversas especies.
Para simplificar los procesos administrativos relacionados con la gestión de estas zonas, el nuevo plan integrará en un único documento los distintos mecanismos de planificación de las figuras de protección superpuestas en el área, como Reservas Naturales, Parajes Naturales y Zonas de Especial Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), en línea con los objetivos de la Comisión Europea de simplificación administrativa y reducción de cargas. El proceso de elaboración del plan será impulsado y coordinado por la Dirección General de Espacios Naturales Protegidos, y contará con la participación del Consejo Provincial de Medio Ambiente y Biodiversidad de las provincias de Córdoba y Sevilla, el Patronato de las Zonas Húmedas del Sur de Córdoba, y las administraciones locales de los municipios implicados.
La revisión del plan se someterá a un proceso de información pública y consulta de los intereses sociales e institucionales afectados, así como de las organizaciones no lucrativas que trabajan en la consecución de los objetivos de la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Durante el proceso de revisión, seguirá vigente el régimen de protección actual, establecido por el Decreto 52/2011, hasta la entrada en vigor del nuevo plan.
Conservación de un espacio estratégico
La importancia de estos humedales radica en su papel crucial como refugios para aves migratorias, proporcionando alimento, descanso y áreas de reproducción en un entorno agrícola que destaca por su contrastante biodiversidad. De manera específica, las lagunas de Zóñar, Amarga, Rincón, Tíscar, del Conde o Salobral y Jarales, junto con los embalses de Cordobilla y Malpasillo, forman un mosaico de hábitats que sustentan especies de gran valor ecológico y conservacionista.
La Junta de Andalucía desarrolló hace 40 años las primeras figuras de protección para estos humedales, que se han ido ampliando con el tiempo. En 1987, la zona fue declarada ZEPA, y en 2002 se incluyeron los embalses de Cordobilla y Malpasillo, también como ZEPA. Además, en 2012 se reconoció el área como Zona Especial de Conservación (ZEC) dentro de la Red Natura 2000. Esta protección ha sido crucial para la conservación de hábitats tanto singulares como raros y especies de interés comunitario, como el galápago leproso (Mauremys leprosa), el murciélago ratonero (Myotis blythii) o el flamenco común (Phoenicopterus ruber).
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