Así será la mejora del embalse de Córdobilla en Puente Genil

Medio Ambiente

El plazo de ejecución de las actuaciones será de 22 meses y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir acaba de adjudicar la obra por 2,9 millones de euros

Embalse de Cordobilla.
Embalse de Cordobilla. / J. M. Cabezas

La empresa Jiménez y Carmona - Construcciones Sarrión será la encargada de ejecutar el esperado proyecto de mejora ambiental y de usos sociales y económicos del embalse de Cordobilla por 2,9 millones de euros y un plazo de ejecución de 22 meses, periodo tras el cual deberán quedar resueltos los endémicos problemas que los sedimentos generan en este paraje de gran valor ambiental ubicado en el término de Puente Genil. Esta actuación dará solución al fin a la colmatación que arrastra este enclave desde hace años.

La presa sobre el río Genil fue terminada en enero del año 1953 con el objetivo de potenciar las áreas cultivables de regadío en la zona Sur de la provincia y para formar un salto aprovechable para generar energía hidráulica. La presa cierra tras de sí una cuenca vertiente de unos 563 kilómetros cuadrados donde confluyen las aguas de las estribaciones de las Sierras Subbéticas. Con el tiempo, nació la zona regable del Genil-Cabra, que comprende un área de unas 40.000 hectáreas distribuidas en las provincias de Córdoba y Sevilla, con una infraestructura que está considera como una de las más modernas de Andalucía y pionera en la regulación dinámica.

También con el tiempo surgieron los problemas. Y el embalse, que en su día contaba con 34 hectómetros cúbicos de capacidad, ha sufrido un intenso proceso de sedimentación que la CHG achaca la “intensa práctica agrícola” y, en concreto, a la “pérdida del cultivo tradicional y su sustitución por el olivar intensivo”. Esto ha hecho que, en la última década, el proceso de colmatación se acelere, de manera que en la actualidad se estima que solo es capaz de regular un hectómetro cúbico de agua.

La situación se agrava para los regantes, ya que los sedimentos han desviado el trazo del Genil hacia el interior del meandro de entrada al embalse, lo que lo aleja de las tomas de captación de los usuarios, quienes pese a varias intervenciones no han logrado solucionar el problema. La última actuación se realizó en 2013 y consistió en excavar y agrandar un pequeño canal, aunque “por falta de mantenimiento ha perdido la capacidad hidráulica y ha quedado parcialmente aterrado”.

Las obras que ahora ha adjudicado la CHG resolverán todos estos problemas con una propuesta muy ambiciosa: desviar el brazo vivo del río de su posición actual en el tramo final del embalse, de manera que pase hacia una nueva ubicación en la margen derecha. Pese al impacto ambiental que supone, la Confederación expone que la actuación “es compatible con la dinámica fluvial del río”. Es, además, la manera óptima de hacer que en el canal para el riego excavado “exista continuamente una corriente de agua”.

Para derivar el brazo vivo, los operarios deberán obstruir el cauce en un punto desde el que nacerá el nuevo. Esto se hará mediante la construcción de un azud que permitirá, además, regular posibles avenidas de agua; este azud, según la CHG, supondrá una “mínima inclusión de obra civil en el paraje natural”. Como punto de derivación se mantendrá la ubicación de la última actuación del canal de desvío, la cual está ubicada aguas arriba del meandro. En las inmediaciones de la derivación y aguas abajo de la misma se plantea la ubicación del azud.

Un entorno de gran riqueza ambiental

Junto con seis lagunas y el embalse de Malpasillo, Cordobilla forma parte del conjunto de humedales conocido como zonas húmedas del sur de Córdoba; está declarado como Paraje Natural y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) desde 2002. Precisamente, por esta riqueza ambiental, la intervención de la CHG pone especial énfasis en las medidas protectoras de la biodiversidad.

En concreto, el proyecto incorpora la dotación de tres isletas flotantes sobre grandes estructuras, dotadas de capa aislante de la humedad y de una cobertura de tierra somera, adecuada para la nidificación de algunas de las aves que tienen aquí su hábitat, como la pagaza piconera, la avoceta, la cigüeñuela y la gaviota reidora.

De manera preventiva, además, como consecuencia de la previsible colonización de vegetación en los taludes del canal y la consiguiente llegada de aves acuáticas, la CGH prohibirá las labores de mantenimiento desde el 1 de abril al 30 de septiembre, con lo que la mayor parte de la época reproductiva “queda respetada”.

El millonario proyecto también reserva una partida presupuestaria destinada a la elaboración de material divulgativo y didáctico que recogerá tanto los valores ambientales del paraje y la evolución de su avifauna como los usos ligados al embalse. Y hace una serie de recomendaciones, para aplicarlos a medio plazo, que según la CHG contribuirían a la mejora de las condiciones ambientales del entorno. Fundamentalmente, los técnicos se refieren a la adecuación de los pinares anexos a la presa con actuaciones encaminadas a la mejora de su aprovechamiento recreativo.

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