El minuto decisivo en que el paciente del helicóptero de Cabra fue rescatado del fuego

Córdoba/Sábado, 10 de agosto. Campo municipal de fútbol de Cabra. Son las 20:15 y un helicóptero Leonardo A109S operado por el 061 procede a despegar tras recoger a un paciente que sufría un infarto. De pronto, una explosión en el interior de la aeronave la convierte en una bola de fuego, y el vehículo de transporte sanitario aéreo queda totalmente destruido, dejando tres heridos graves: además del paciente, dos personas de la tripulación.

El informe de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidencias de Aviación Civil, consultado por El Día, desvela los minutos tan difíciles vividos aquella tarde en la ciudad deportiva María Dolores Jiménez Guardeño, que se reconstruyen en las siguientes líneas. Por suerte, la valentía de la tripulación y su rápida reacción ayudaron a que el siniestro no acabara con peores resultados.

Atención a un paciente infartado

La aeronave, perteneciente al servicio de helicópteros para transporte sanitario de la Junta de Andalucía, con base en el aeropuerto de Córdoba, fue activada para que se dirigiera a la localidad de Cabra, donde debía recoger a un paciente que estaba sufriendo un infarto y trasladarlo hasta el Hospital Reina Sofía. El helicóptero aterriza en el campo de fútbol, en el que ya se encontraba una ambulancia con el paciente.

Una vez embarcado, el equipo médico ancla la camilla y ajusta el cinturón que sujeta el paciente a esta, y acto seguido el piloto inicia la secuencia de arranque de motores. Mientras tanto, la tripulación hace la inspección exterior y, tras comprobar el lateral derecho, cierra las puertas de ese lado y se dirige al lateral izquierdo.

En el interior de la aeronave, el personal sanitario advierte que el nivel de oxígeno en la sangre del paciente desciende, por lo que deciden administrarle oxígeno. "En el momento en el que el sanitario accionó la válvula de la bala de oxígeno se escuchó un sonido parecido a una deflagración y se inició un incendio en la parte izquierda de la cabina", describe el informe de la Comisión de Investigación, que sitúa aquí la causa del accidente.

La valentía de la tripulación

El tripulante, que se encuentra cerrando la puerta de la bodega izquierda cuando se inicia el fuego, se dirige a la puerta de ese lado y ve las llamas. A pesar de que la zona en la que se encuentra el mecanismo de desanclaje de la camilla está afectada, introduce los brazos para intentar liberar al paciente y poder sacarlo del helicóptero, pero no puede hacerlo. Decide entonces soltar el cinturón que sujeta al paciente a la camilla, aunque para ello tiene que introducir de nuevo los brazos en el fuego. De esta manera consigue abrir el cinturón, al menos en parte, ya que, aunque el tronco del paciente queda libre, las piernas siguen atrapadas. Finalmente, entre él y el sanitario, que ya está en ese lado, logran sacar al paciente.

El piloto, al escuchar el sonido de la deflagración se gira hacia detrás y ve las llamas. Inmediatamente suspende el arranque de motores y procede a pararlos. "El incendio se extiende tan rápidamente que tuvo que evacuar la aeronave sin demora", resume el informe.

El paciente, el tripulante de servicios de emergencias y el sanitario tuvieron quemaduras de carácter grave, mientras que el piloto y el médico resultaron ilesos. La aeronave fue destruida por el fuego.