Emociones, sustos y tirones de pelos con la Diablilla de Montoro

Alto Guadalquivir

El municipio recupera esta festividad tradicional con hinchables, fiesta de la espuma, photocall y muchas ganas de pasarlo bien de los vecinos

La suelta de la Diablilla en Montoro y sus tirones de pelo, en imágenes

La Diablilla repartiendo tirones de pelo
La Diablilla repartiendo tirones de pelo. / Tomás Coronado
Mari Carmen Canales

23 de agosto 2022 - 19:34

La Diablilla ya anda suelta por las molinazas calles de Montoro. Desde las 11:00 de este martes, la Plaza de España ha estado abarrotada esperando la suelta de este personaje tan característico y tradicional del municipio. A pesar del sol en su cénit, la gente esperaba ansiosa a que las campanas de San Bartolomé replicaran y dar rienda suelta a las travesuras de la Diablilla.

San Bartolomé, patrón de la localidad, se representa con el diablo pisado y, como manda la tradición, la Diablilla, el 23 de agosto, tras la bendición de las medallas y al repicar las campanas a las 12:00 se desliza por la torre de la Iglesia a la que da nombre el santo y va haciendo de las suyas hasta el 24 de agosto que, San Bartolomé vuelve a apresarla. Y, como dice la leyenda, aquel niño que no lleve medalla puede ser que se lleve un tirón de pelos.

Una fiesta muy esperada que, tras dos años marcada por la pandemia se ha podido celebrar por fin con total normalidad. Y es que la asociación Amigos de la Diablilla, en colaboración con el Ayuntamiento, no ha querido dejar pasar esta fecha "tan entrañable y que, además, forma parte de la historia y tradición de Montoro, ya que la festividad de San Bartolomé se vive con mucha ilusión y con un programa de actividades muy amplio dirigido a todos los públicos con el fin de, no solamente el disfrute, sino también de que nos podamos sentir orgulloso", ha recalcado la alcaldesa de Montoro, Dolores Amo (PSOE).

Todo ello, en una mañana cargada de hinchables, piscinas de bolas, un photocall y una pista deslizante en la calle Marín para el disfrute de todos los niños y no tan niños. "Durante estos dos días, los vecinos de Montoro se van a tirar a la calle; estoy convencida de ello, porque si alguien quiere conocer a la Diablilla y ver las travesuras que puede realizar, solo lo puede ver en Montoro", ha destacado la alcaldesa.

No obstante, la ilusión se ha mezclado con los nervios. Así lo ha destacado el presidente de la Asociación de Amigos de la Diablilla, Antonio Baltanás, ya que "no deja de ser una actuación, pero estoy bastante nervioso porque, después de dos años atípicos realizando cosas con la intención de que la tradición no se perdiera, hemos conseguido que esta festividad vuelva y sea un espectáculo impresionante, además de ser único y, como siempre, vamos introduciendo novedades".

La Diablilla, junto a unos niños.
La Diablilla, junto a unos niños. / T. Coronado.

A pesar de que esta fiesta está más destinada a los más pequeños, los más mayores también tienen sus momentos con la Diablilla y, además, son de los más emocionantes. Así lo ha afirmado Dolores Amo quien, al verlos sentados en la plaza, no ha podido "evitar emocionarme; es una de las cosas que más me ha llenado de orgullo, ya que los momentos mas duros que hemos vivido en este Ayuntamiento fueron cuando la pandemia llegó a la residencia Jesús Nazareno". "Ahora, ellos están radiantes de felicidad", ha añadido.

El presidente de la Asociación coincide con la regidora. "Hay un momento especial y es cuando la Diablilla visita la residencia de los ancianos, es emocionante y no ha habido ningún año que no haya alguna lágrima dentro de esta máscara fantasmagórica", ha sentenciado. "Es uno de los momentos que me hace seguir hacia delante con esta festividad", ha añadido.

"Han sido dos años sin la Diablilla, aunque el año pasado nos visitó desde la puerta, teníamos mucha ganas de verla porque le tenemos mucho cariño, ya que ellos [los más mayores] disfrutan de ver tanta vida en el pueblo. Es el momento mas bonito y emocionante y entre los mayores la Diablilla es muy querida", ha insistido la directora de la residencia de Jesús Nazareno, Manoli Cano.

El límite de las fechorías de la Diablilla lo pone la procesión del mártir en lo que significa una representación de la lucha del bien contra el mal que se remonta al 24 de agosto de 1240, fecha en la que Fernando III el Santo arrebató definitivamente la ciudad a los musulmanes. Durante estas 24 horas, la Diablilla aprovechará para repartir sustos y tirones de pelo mientras los vecinos del municipio podrán esquivarla a través de los diversos hinchables, en la fiesta de la espuma o con la actuación de las orquestas Tangai 2.2 y Conexión.

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