Una treintena de municipios de Córdoba incumplen la regla de gasto o el objetivo de estabilidad

Llevar las cuentas de un Ayuntamiento no es una tarea sencilla. La prueba es que un conjunto de 29 ayuntamientos de la provincia de Córdoba incumplió los objetivos de estabilidad presupuestaria o la regla de gasto durante el ejercicio económico de 2019, tal y como advierte el Ministerio de Hacienda en la estadística recientemente publicada con datos definitivos. En concreto, fueron 15 las localidades que incumplieron el objetivo de estabilidad y 22 las que quebrantaron la regla de gasto, muchas más de las apuntadas en el avance de la estadística hace seis meses.

Además, ocho no pudieron ajustar sus cuentas a ninguno de los dos dictados del Gobierno central: Almodóvar del Río, Carcabuey, La Carlota, El Carpio, Iznájar, Obejo, Villafranca y Villanueva de Córdoba. Se trata de municipios con población desigual, regidos por alcaldes de distintos partidos políticos (IU, el PSOE y el PP). El mayor de ellos es La Carlota, con 14.079 habitantes, y el menor es Obejo, con 2.008 vecinos.

El objetivo de estabilidad es una magnitud que pretende que las administraciones públicas cierren cada ejercicio con un equilibrio en sus finanzas, es decir, que no incurran en déficit al haber más gastos que ingresos. Con ello se pretende acabar con los déficit endémicos que arrastran las administraciones públicas.

En el primer semestre de cada año, el Gobierno, mediante acuerdo del Consejo de Ministros y previo informe del Consejo de Política Fiscal y Financiera de las Comunidades Autónomas y de la Comisión Nacional de Administración Local, fija los objetivos de estabilidad presupuestaria, en términos de capacidad o necesidad de financiación y el objetivo de deuda pública referidos a los tres ejercicios siguientes. Esto es así tanto para el conjunto de administraciones públicas como para cada uno de sus subsectores. Dichos objetivos están expresados en términos porcentuales del Producto Interior Bruto (PIB).

A las ocho localidades antes citadas que incumplieron ambos parámetros, hay que sumar otras siete que no pudieron ajustar su objetivo de estabilidad. Son Belmez, Cañete de las Torres, El Guijo, Hornachuelos, Pozoblanco, Villanueva del Rey y El Viso.

Respecto a la regla de gasto, se trata de una herramienta que sirve para limitar las previsiones de gasto de las entidades públicas. Para ello, el Gobierno central fija anualmente un tope en los Presupuestos Generales del Estado a todas las administraciones para que no incrementen sus cuentas en periodos de bonanzas o sean excesivamente optimistas en periodos de recesión. El crecimiento anual se fija teniendo en cuenta varias variables, fundamentalmente el PIB. Muchas administraciones, sobre todo los municipios más pequeños, se quejan de que este instrumento coarta sus presupuestos y pone en riesgo la prestación de servicios a los vecinos.

De hecho, de los dos parámetros que Hacienda impone a las entidades locales, la regla de gasto resulta el más difícil de cumplir de acuerdo a la estadística publicada por el departamento que encabeza la ministra María Jesús Montero, con un total de 22 municipios incumplidores. Los ayuntamientos están obligados a publicar trimestralmente un informe sobre los pagos realizados y las cuantías pendientes de abono en su tesorería. En ella se muestran tanto los saldos pendientes que están reconocidos como aquellos que no lo están aún (las llamadas facturas en el cajón).

Son las localidades más pequeñas las más afectadas por esta regulación presupuestaria. De hecho, Córdoba capital y Puente Genil fueron las únicas dos grandes ciudades de la provincia que incumplieron la regla de gasto en el ejercicio económico analizado. Tampoco la Diputación pudo superar los estrictos parámetros financieros del Ministerio de Hacienda en este apartado. Hay que sumar Añora, Cardeña, Encinas Reales, Fuente Palmera, Monturque, Nueva Carteya, Palenciana, Pedro Abad, La Rambla, Rute y Villanueva del Duque.

Un tercer parámetro que analiza el Ministerio de Hacienda para medir la buena salud económica de los consistorios es el saldo no financiero, es decir, no relacionado con la recaudación de impuestos. En este apartado hubo 14 localidades incumplidoras, es decir, con números negativos: Belalcázar, Belmez, Carcabuey, La Carlota, El Guijo, Hornachuelos, Iznájar, Obejo, Pozoblanco, Torrecampo, Villafranca, Villanueva de Córdoba y Villanueva del Rey. El Ayuntamiento que cerró el ejercicio económico 2019 con mayor desfase fue Hornachuelos, con algo más de tres millones de euros en negativo.