¿Qué pasa con la obra del puente de hierro de Villa del Río?
Alto Guadalquivir
Paralizada por segunda vez desde el verano, la constructora se compromete a retomar la actuación durante enero y culminarla antes del final de 2023
El nuevo tren de proximidad de Palma a Villa del Río, declarado de servicio público
Las obras del puente de hierro de Villa del Río acumulan un retraso que, en el mejor de los casos, superará el año y medio. Según el proyecto original, la nueva pasarela sobre el río Guadalquivir, a través de la carretera autonómica A-3101, debía estar en funcionamiento desde el pasado mes de marzo, pero la realidad es otra bien distinta. Los nuevos plazos que maneja la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda de la Junta de Andalucía pasan por que la actuación finalice antes del final del 2023.
Todo, claro está, si se cumple el acuerdo alcanzado entre la Consejería y la empresa adjudicataria –la UTE integrada por Magtel e Hierros Fuente Palmera–, en un encuentro mantenido hace unos días con un primer objetivo: retomar los trabajos. Porque la actuación se paralizó, por segunda vez desde que arrancara en la primavera de 2021, el pasado agosto. Cuatro meses de stand by, que serán más, en los que la zona ha quedado desierta, sin trajín de camiones o grúas, con la única señal de la pasarela auxiliar a medio construir que redujo el cauce del río a la mitad.
Porque la fecha dada por la constructora para volver a actuar sobre el puente de hierro es finales del próximo enero. Ese es el compromiso inicial que han alcanzado las partes, con un segundo punto ya en el horizonte: finalizar en los plazos de tiempo establecidos, que ya superan por mucho los 12 meses previstos en un inicio y que tienen como tope el 2023. Sería, en todo caso, más de año y medio más tarde de lo marcado en el proyecto primario, que ya ha sufrido algún que otro cambio (al menos dos, tantos como paradas ha tenido la obra).
La primera interrupción llegó en marzo de 2021, cuando las actuaciones eran aún testimoniales, casi nulas, y se prolongó por encima de los seis meses. En su momento, el motivo oficial esgrimido por Fomento fue un error en el proyecto debido a “problemas técnicos”, si bien las fuentes consultadas por El Día advirtieron –de manera oficial– que estaba provocado por una mala medición en las cargas de la pasarela provisional que deberá dar paso al tráfico rodado mientras se remodela el puente de hierro, lo que obligó a recalcular nuevamente la estructura. Fue un volver a empezar; los trabajos se retomaron apenas con “movimientos de tierras”, básicamente porque antes solo se había allanado el firme del acceso al puente desde la carretera.
Desde finales del pasado año hasta el verano, las obras sí mantuvieron una continuidad, hasta el punto de que a finales de mayo la Consejería anunció el comienzo del montaje de la pasarela provisional, con la ejecución del tablero. Pero esas labores quedaron inconclusas. A principios de agosto, la constructora decidió parar de nuevo, con la plataforma a medio construir. Ese es el primer y obligado paso para luego dar forma a la rehabilitación y ampliación del puente de hierro, pues debe ejercer de paso auxiliar para los vehículos en la conexión entre el núcleo urbano de Villa del Río y el polígono El Pelícano, zona de desarrollo económico situada en la margan derecha del Guadalquivir.
¿Cómo es la actuación?
La intervención permitirá ganar un carril más de circulación en el puente de hierro, que presenta una parte constituida por tres arcos metálicos, y otra formada por cinco bóvedas de fabrica. Esta estructura de principios del siglo XXI lleva prestando servicio más de cien años: fue construida en 1906 y, posteriormente, se reconstruyó en 1950 tras ser volado uno de sus vanos durante la Guerra Civil.
Localizado en el kilómetro 9 de la carretera autonómica A-3101, que conecta Villa del Río con Cardeña y Ciudad Real, presenta deficiencias por su escasa anchura de la calzada, que solo permite un sentido de circulación. Además, la carga máxima admisible esta limitada a 26 toneladas, lo que obliga a realizar pruebas de carga para autorizar el paso de tráfico pesado.
Estas obras, que cuentan con un presupuesto cercano a los 5 millones de euros –originalmente la partida destinada era de 4,5, que se amplió tras la primera paralización hasta los 4,9– permitirán la ampliación de la plataforma existente sobre la parte de fabrica y metálica del puente, con el fin de aumentar el ancho de la calzada, que pasará de 4,80 a 9,80 metros, y la mejora del sistema de drenaje.
Además, la actuación permitirá adecuar el sistema de contención de vehículos de acuerdo con la normativa actual, y se realizarán los refuerzos necesarios para que la estructura esté en condiciones de soportar las acciones exigidas por la normativa vigente por la nueva configuración de la sección transversal. Un proyecto que se retomará, si no hay más cambios, a finales de enero con el reto de estar acabado en 2023.
Temas relacionados
No hay comentarios