Cuenta atrás para las obras de recuperación del molino Vergara en Doña Mencía

La recuperación del conjunto Vergara, el único ejemplo de molino aceitero de finales de siglo XIX que queda en Doña Mencía, está más cerca. La Diputación de Córdoba acaba de sacar a concurso público las obras de rehabilitación, conservación y mantenimiento de este enclave histórico ubicado en el centro del municipio y actualmente en estado ruinoso. La intervención cuenta con un presupuesto global de 369.542 euros, con cargo al Plan Provincial Plurianual de Cooperación a las Obras y Servicios 2020-23 de la institución provincial.

El conjunto, conocido popularmente como La Vergara, consta de dos casas señoriales y un molino aceitero que conserva parte de su maquinaria, ubicados en la calle Obispo Cubero y el callejón de Jesús. Los inmuebles, conectados entre sí y con una superficie de 1.650 metros cuadrados, cuentan con dos escudos nobiliarios pertenecientes al linaje de la familia Muñoz Reinoso, protegidos por el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU). También la estructura del conjunto está protegida por el Ayuntamiento, como ha recordado el alcalde, Salvador Cubero (IU), satisfecho por que la recuperación del molino, uno de los símbolos del municipio, esté a punto de hacerse realidad.

El primer edil ha subrayado lo ambicioso de la intervención, que supondrá la recuperación del propio molino y su adecuación como Museo del Aceite. En esta misma fase también se intervendrá en una de las dos casas señoriales, que acogerá dependencias municipales, preferentemente los servicios sociales. Por último, se mejorará el espacio público del entorno, con la creación de una plaza que se quiere adornar con motivos relacionados con el molino. Quedaría pendiente, por tanto, la rehabilitación de la segunda vivienda, que se dejará para otro momento.

El conjunto Vergara se encuentra en pleno centro de la localidad, cerca del mercado de abastos y del Ayuntamiento. El primer edil ha confiado en que su recuperación suponga también una oportunidad para la "revitalización" de todo el entorno.

El proyecto, consultado por El Día, determina que las obras deberán respetar al máximo la configuración original de los inmuebles, con un acabado a la cal "con idéntico tratamiento de textura y color" que los originales. En cuanto a los complementos originales de la edifiación, como hierro forjado en barandillas y rejas, "deberán mantenerse" como partes esenciales del carácter regionalista de la edificación. Eso sí, en rejas o balcones que haya que completar, "se permitirá el empleo de materiales y técnicas actuales acordes con las tipologías tradicionales". En cuanto a las cubiertas, a dos aguas, "deberá mantenerse la forma y configuración". Esto implica que se preservarán aquellos elementos que contribuyan a su "carácter original", como cornisas, aleros o chimeneas.

La situación penosa en que se encuentra el inmueble movilizó años atrás a la sociedad menciana, y la asociación cultural Vesci El Laderón llegó a iniciar una campaña para llamar la atención sobre la pérdida de este bien patrimonial. El 13 de noviembre de 2012, tuvo lugar uno de los momentos más delicados, con el derrumbe de uno de los muros de cerramiento del molino, que cayó sobre el patio y puso negro sobre blanco la realidad. El pasado mes de julio, tras una larga negociación con los propietarios, se produjo al fin su cesión al Ayuntamiento.

La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico destacó en 2006 el valor etnológico de este espacio, como único ejemplo de molino aceitero de finales de siglo XIX que queda en la localidad. "Las dos viviendas tradicionales, el molino y la serie de corredores, cuadras y patios que constituían estos tres edificios forman un conjunto arquitectónico de gran singularidad, representativo de las industrias agroalimentarias pertenecientes a grandes propietarios, que quedaban insertas en las tramas de los cascos urbanos", subrayaron los técnicos.