Once municipios de Córdoba inician la primavera en riesgo alto de transmisión del virus del Nilo

Córdoba/Once municipios de Córdoba han iniciado la primavera en riesgo alto de transmisión del virus del Nilo Occidental, de acuerdo a la actualización del mapa de alertas de la Junta de Andalucía. Además, 41 localidades se hayan en riesgo medio y las 25 restantes, en riesgo bajo. Así, por primera vez, todo el territorio cuenta con algún tipo de seguimiento, en tanto que "ningún municipio andaluz está exento del riesgo de circulación" de este virus "a corto, medio o largo plazo", en palabras de la propia consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández.

Esta primavera, además, entra en vigor el concepto de "área en alerta", de carácter temporal, en los casos de evidencia del la cercanía del virus a núcleos de población, a menos de 1,5 kilómetros de distancia. En estos lugares se desarrollará una intensificación de las medidas de intervención, vigilancia y sensibilización. Igualmente, se incrementan los municipios que arrancan la campaña en riesgo medio y alto, en los que se acentuarán las medidas de vigilancia y control.

El año pasado, de hecho, solo tres localidades fueron clasificadas en riesgo alto al inicio de la campaña (Alcaracejos, Montalbán y Peñarroya-Pueblonuevo), cuando este año son 11 en total. A los citados anteriormente, se suman Fernán Núñez, Fuente Obejuna, La Rambla, Lucena, Palma del Río, Puente Genil, Villanueva de Córdoba y Villanueva del Rey.

41 pueblos en riesgo medio y 25 en riesgo bajo

Respecto a las localides que se encuentran en riesgo medio, son 41: Adamuz, Aguilar de la Frontera, Almedinilla, Almodóvar del Río, Baena, Benamejí, Bujalance, Cabra, Cañete de las Torres, Carcabuey, Castro del Río, Córdoba capital, El Carpio, Encinas Reales, Espejo, Fuente Carreteros, Fuente Palmera, Fuente-Tojar, Guadalcázar, Hornachuelos, Iznájar, La Carlota, La Guijarrosa, La Granjuela, La Victoria, Luque, Montemayor, Montilla, Montoro, Monturque, Moriles, Nueva Carteya, Obejo, Palenciana, Pedro Abad, Posadas, San Sebastián de los Ballesteros, Santaella, Valenzuela, Villa del Río y Villafranca.

Todos los demás, un total de 25, se encuentran en riesgo bajo, aunque no por ello pueden desentenderse del problema. Este grupo lo forman Añora, Belalcázar, Belmez, Cardeña, Conquista, Doña Mencía, Dos Torres, El Guijo, El Viso, Espiel, Fuente La Lancha, Hinojosa del Duque, Los Blázquez, Pedroche, Pozoblanco, Priego de Córdoba, Rute, Santa Eufemia, Torrecampo, Valsequillo, Villaharta, Villanueva del Duque, Villaralto, Villaviciosa y Zuheros.

Aumenta el número de trampas

El programa de seguimiento del virus del Nilo tiene por primera vez una duración anual, con una evaluación de la temporada en otoño, la preparación de la temporada de invierno, la realización de los primeros tratamientos larvarios, la puesta de trampas de invierno a primavera y el refuerzo de la vigilancia desde finales de primavera y durante todo el verano.

Del mismo modo, se amplía la vigilancia entomológica, basada en el trampeo de mosquitos y la búsqueda de virus mediante PCR, tanto en número de trampas como en territorio cubierto y en tiempo. De esta forma, el número de trampas aumenta de 27 a 120, se incluyen todas las provincias andaluzas y se comienza en mayo, un mes antes que el año pasado y dos meses antes que en 2023. También se amplía la vigilancia humana para la búsqueda de casos leves, con formas no neuroinvasivas, en las zonas de riesgo alto.

Asismismo, se llevará a cabo la movilización de todos los actores de la promoción de la salud y la prevención de la Consejería (enfermeras de Familia y Comunitaria, Red Local de Acción en Salud- y farmacias) en los municipios de riesgo alto y se creará un segundo laboratorio de referencia en Andalucía, en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, que se suma al del Hospital Universitario Virgen de las Nieves.

Un territorio sensible al virus del Nilo

La distribución y abundancia de las especies de mosquitos es consecuencia de las condiciones ambientales y, por tanto, se ven afectadas por las variaciones climáticas y meteorológicas. La incidencia y distribución de enfermedades transmitidas por vectores está creciendo debido a las modificaciones de las condiciones ambientales motivadas por el cambio climático, incide la Junta.

En Andalucía concurren varias circunstancias que la hacen más sensible a la proliferación y mantenimiento de varios géneros de mosquitos, entre ellos el género Culex, transmisor del virus, como la existencia de humedades naturales y marismas, paso obligado para millones de aves migratorias, la presencia de grandes láminas de agua antropogénicas temporales (arrozales), un clima templado con inviernos cada vez más suaves, y la presencia de especies de mosquitos del género culex tanto en zonas húmedas como en zonas urbanas.

El plan de control de mosquitos, obligatorio

La ejecución de un plan de control de mosquitos es "necesaria" para proteger la salud de la población y estar preparados ante la posibilidad de que en el territorio municipal pueda existir circulación del virus. Este plan, que no requiere aprobación previa por parte de las autoridades sanitarias, debe incluirse en todos los municipios, independientemente de su nivel de riesgo, dentro de los programas locales de desratización, desinsectación y desinfección, basados en la estrategia de control integral de plagas.

Entre los aspectos que se debe recoger, figuran el diagnóstico de situación, el programa de control y la evaluación en los núcleos de población. Para el diagnóstico de la información se realizará una recogida de información previa para conocer las variables del entorno (ecosistemas, usos de suelo, climatología, biología, ecología y comportamiento de especies de mosquitos presentes); del territorio (características urbanísticas del término municipal: zonas verdes o alcantarillado) y factores sociales y económicos.

Además, cada ayuntamiento debe recoger información sobre problemas pasados o existentes con mosquitos, como incidencias ciudadanas, avisos, denuncias y quejas, así como especies detectadas.