No es país para el PSOE

Puerto del Calatraveño

El PSOE ha hecho balance de un primer año de mandato en la Diputación, que ha tildado de eficaz en la gestión y con un gran esfuerzo inversor, mientras que para el PP ha sido oscurantista

No es país para el PSOE
No es país para el PSOE
F.j. Cantador

29 de junio 2008 - 05:01

LO tiene más que claro. Para él, 26 años de socialismo en la Diputación son demasiados. Vamos, que lo tiene tan claro como claro tiene que éste no es país para el PSOE. Y por ello, como ese Anton Chigurh de beatlemaniano flequillo que dibujaron los Coen en la oscarizada No es país para viejos, el portavoz del PP, Luis Martín, intenta sembrar el pánico y el caos al hablar de la gestión pulidiana en la institución. Con una diferencia, el personaje al que dio vida Javier Bardem lo bordaba a base de certeras percutaciones de arma de fuego, mientras que el diputado popular trata de hacer lo propio con el arma que dispara la lengua dejando entrever un oscurantismo tenebroso aliñado de intransparencia en el primer año del presente mandato de Francisco Pulido. Que si tratos de favor en Epremasa, que si contrataciones a dedo para la Oficina de Defensa del Patrimonio... Eso sí, este último punto denunciado toma como base unos escritos anónimos. "Para leer anónimos ya les recomiendo el mejor que pueden encontrar: el del Poema del Mío Cid", les ha apuntado a los populares en más de una ocasión el vicepresidente socialista Esteban Morales.

Martín se queja amargamente además de que el equipo de gobierno no le hace ni caso al PP a la hora de responderle a las preguntas que sobre la gestión del PSOE formulan en los plenos, comisiones... "Eso es cosa de la borrachera democrática que viven amparados en la mayoría absoluta", recalca sacándose la frase de la chistera. Claro que, en el tema de la gestión política, al igual que en casi todo en la vida, como ya dijo Clint Eastwood, las opiniones son como los traseros, cada uno tiene el suyo -o la suya, en este caso-. Lo que Martín llama silencio del equipo de gobierno, Pulido lo tilda de una actitud que demuestra que toda va bien. "La Diputación va bien", que diría José María Aznar en este caso. Para el presidente, que contraataca a esas balas de saliva tan bien como Llewelyn Moss a Anton Chigurh en No es país para el PP -perdón, para viejos-, el hecho de que no se le conteste "a preguntas que entorpecen y ponen zancadillas" es porque los recursos humanos de la institución se dedican a hacer su trabajo en vez de a perder el tiempo.

Tal y como dicta la ley de la oposición, Martín no está sólo en lo que a definir la gestión pulidiense como autoritaria se refiere. Como si se tratara de ese sheriff Ed Tom Bell diseñado por los hermanos Coen para No es país para el PSOE ni para el PP -perdón, para viejos- y enarbolando la bandera de las políticas sociales al mas puro estilo de Robin Hood, la portavoz de IU, Elena Cortés, acusa a los socialistas del uso de la prepotencia en el primer año del presente mandato. "El rodillo del PSOE al que le da impulso la mayoría absoluta", se ha oído en más de una ocasión en el plenario.

Dejando a un lado los puyazos dialécticos que manda la santa madre oposición, a la hora de escrutar el año de gestión en sí vuelve a hacerse carne la máxima de Clint Eastwood de que las opiniones son como los traseros. Cada uno lo ve desde el prisma del papel que juega en la institución y lo que para el PSOE es "eficacia en la gestión" y "un esfuerzo en la inversión y en las políticas para favorecer a los más necesitados", para el PP no es más que "el fracaso" de no haber encontrado la fórmula para evitar que el desempleo vaya en Córdoba al ritmo que le marcan diez parados más diarios. Lo que para los socialistas es acelerar la llegada de los fondos a los ayuntamientos con la aprobación, por primera vez de los presupuestos de la Diputación -más de 270 millones de euros- en el mes de noviembre, para IU es "el fracaso" de una paupérrima gestión de las cuentas provinciales que tienta a lo lógico cuando se ahorran 14 millones de euros para paliar la deuda en vez de para destinarlos a políticas sociales.

Lo único claro es que la película acuña el To be continued, de momento, con otro título: No es país para el PP e IU. Fin

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