Los pantanos de Córdoba encaran mayo por encima de los 2.000 hectómetros cúbicos

Los embalses están al 60,45% de su capacidad, con un 45% más de agua embalsada que hace un año

El Gobierno achaca a "informes técnicos" la negativa a la conexión de La Colada

Embalse de Sierra Boyera, en Belmez, hace apenas una semana.
Embalse de Sierra Boyera, en Belmez, hace apenas una semana. / Salas / Efe

Córdoba/La primavera meteorológica, que arranca el 1 de marzo -nada tiene que ver con la astronómica, que se prolonga desde el 20 de ese mismo mes hasta el 20 de junio-, ha dejado episodios constantes de lluvia, muchos de ellos en forma de importantes borrascas, que han permitido mejorar de forma considerable el estado de los pantanos de Córdoba. Una buena noticia que espanta por ahora el fantasma de la sequía que durante tanto tiempo ha estado presente en gran parte de la provincia y permite encarar con ciertas garantías los próximos meses, los más calurosos del año, sobre todo cuando conforme se vaya acercando el verano. Y no sólo para el consumo humano, sino también para el campo y la ganadería.

Los 13 embalses cordobeses de la Cuenca del Guadalquivir, que gestiona la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, acumulan en la actualidad más de 2.000 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que los sitúa al 60,45% de su capacidad. A ellos hay que añadir el de La Colada, en la zona Norte de la provincia y que está bajo el control de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, que se encuentra por encima del 93%, con otros 54 hectómetros cúbicos almacenados. De esta manera, los registros son un 45% mejores que los de hace un año -entonces, tenían 1.383 hectómetros y estaban al 41,67% de su capacidad-, cuando las primeras semanas de la primavera también dejaron episodios de abundantes precipitaciones.

En esta ocasión, los frentes más relevantes se concentraron en marzo, con el paso casi de manera consecutiva de las borrascas Jana, Konrad, Laurence y Martinho, a las que en se sumó ya en abril, en la antesala de la Semana Santa recién concluida, Olivier. Todos esos frentes han disparado los datos en un año hidrológico que, con algo más de cinco meses por delante, ya puede ser catalogado como notable. Desde el pasado 1 de octubre y hasta la fecha, los pantanos cordobeses de la Cuenca han recogido una media de 705 litros, si bien algunos como el del Retortillo, que se sitúa en la frontera entre las provincias de Córdoba y Sevilla, se fue hasta los 1.018 sólo en marzo.

Para poner en valor esos números basten un par de ejemplos. De un lado, la media de los últimos 25 años en este periodo de casi siete meses se queda en apenas 442 milímetros, por lo que el incremento ahora mismo ya es del 59,5%. Pero la situación es todavía mejor cuando se compara con el último año hidrológico completo, pues la media de precipitaciones recogida en los medidores situados por la CHG en los pantanos de su Cuenca se sitúa en 655 litros y la media en ese cuarto de siglo cae hasta los 577. Todos esos parámetros ya han sido superados cuando todavía no ha finalizado el mes de abril, si bien al menos durante esta semana no se esperan precipitaciones por la provincia.

Marzo disparó el agua embalsada

Y todo eso, como no puede ser de otra forma, se ha dejado notar en el estado de los embalses, a pesar del agua que en muchos de ellos tuvo que ser desembalsada para aliviar su situación ante nuevas precipitaciones o la que habitualmente se pierde por evaporación o filtraciones. Así, en el arranque de octubre los pantanos cordobeses en su conjunto estaban al 25,61% de su capacidad, almacenando un total de 850,449 hectómetros cúbicos que ya era casi el doble de lo de un año antes, pues en octubre de 2023 estaban con apenas 473 y a un pobre 14,3%; es decir, en este medio año han embalsado más de 1.150 hectómetros cúbicos más, hasta alcanzar los 2.007,075 que a 20 de marzo recoge el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Cuenca del Guadalquivir.

Un crecimiento que fue sostenible en el tiempo hasta el inicio de la primavera meteorológica, cuando las lluvias caídas durante el otoño y el invierno empujaron a los pantanos de la provincia hasta el 38,26% de su capacidad (1.270,421 hectómetros cúbicos), pero que se disparó con esos cuatro frentes que convirtieron marzo en uno de los meses más húmedos de los que hay registros. De hecho, hace justo un mes, cuando ya actuaba Martinho y habían dejado su reguero las tres borrascas que lo precedieron, la situación era la siguiente: 1.803,090 hectómetros cúbicos embalsados que dejaban un 54,30% de la capacidad total de los pantanos cordobeses de la Cuenca, que es de 3.320,313 hectómetros cúbicos.

A modo de fotografía, la mayor parte de los embalses de la provincia está por encima del 90% de su capacidad. Quedan fuera de esa ecuación precisamente los más grandes, y los que abastecen a mayor número de población. De un lado, el de Iznájar, el mayor de Andalucía, está al 30,37% con casi 280 hectómetros cúbicos embalsados; La Breña se encuentra al 37,98% con casi 313 hectómetros; el Vadomojón se haya al 33,00% (48) y el Arenoso se queda en el 79,91 (133). El resto se acerca a un 100% que cumplen Sierra Boyera (39 hectómetros cúbicos) y Martín Gonzalo (20,5); es el caso del Yeguas (99,56% y 227 hectómetros), el Guadalmellato (98,63% y 114,5), el Guadanuño (97,60% y 1,6), Puente Nuevo (95,24% y 267), el Bembézar (97,43% y 319) y el Retortillo (95,30% y 58).

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