El Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro, fuente inagotable de recursos y oportunidades

Medio Ambiente

Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro en la provincia de Córdoba / El Día

El Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro en la provincia de Córdoba, espacio protegido, desarrolla estrategias de sensibilización ambiental, utilizando sus recursos educativos para informar y promover el respeto y cuidado de su riqueza natural. En el corazón del Este cordobés, el parque se erige como un ejemplo de cómo la naturaleza puede ser una fuente inagotable de recursos y oportunidades cuando se gestiona con visión y responsabilidad.

Según destacan desde la Junta de Andalucía, con más de 38.400 hectáreas protegidas, este espacio natural no sólo alberga una biodiversidad excepcional, sino que también ofrece productos como corcho y madera, que sostienen la economía local y contribuyen al desarrollo sostenible de la región.

La dehesa, con su característico paisaje de encinas, quejigos, robles melojos y alcornoques, ocupa el 40% del Parque y es un motor económico fundamental. Aquí se obtiene corcho de alta calidad, y gracias a sus pastos y bellota en montanera se alimenta a la ganadería porcina, denominación de origen de los Pedroches, que da lugar a productos de prestigio internacional.

Los pinares de repoblación, con un papel fundamental en la protección de las cuencas de los ríos frente a las inundaciones, representan un 20% del territorio, aportan madera, piñas y biomasa. La Junta de Andalucía ha impulsado una gestión forestal activa en estas áreas, con trabajos que incluyen clareos, podas y eliminación de residuos vegetales. Estas acciones, además de aumentar la productividad, fomentan la regeneración de especies autóctonas, asegurando que este bosque productivo siga siendo una fuente de riqueza para las generaciones futuras.

Y es que, el Parque es mucho más que la suma de sus productos. Sus formaciones de matorral, que cubren un 30% de la superficie, protegen el suelo, regulan el ciclo del agua y, también, son el hábitat de una fauna diversa y una fuente de productos silvestres como setas y espárragos.

Por otro lado, los bosques ribereños, con fresnos y alisos, desempeñan un papel crucial en la calidad hídrica y la protección contra la erosión. El agua, elemento esencial, tiene en el Parque un papel protagonista. Los ríos Yeguas y Arenoso dan forma al paisaje y sostienen la vida en este enclave. Además, embalses como el del Yeguas, con una capacidad de 228,7 hectómetros cúbicos, son fundamentales para mantener el equilibrio ecológico y garantizar los recursos hídricos necesarios.

El reto del fuego

Uno de los mayores retos para cualquier espacio forestal es el fuego. En el caso del Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro, gracias al amplio dispositivo en el territorio del Plan Infoca y la coordinación con los equipos de Amaya y los Agentes de Medio Ambiente, éste actúa como un escudo frente a los incendios.

Estos operativos se centran en la extinción y en la prevención de los incendios, con actividades como la apertura de cortafuegos, quemas controladas y el mantenimiento de áreas estratégicas. Durante los últimos años, se han intensificado las labores de prevención, con especial atención a la sensibilización de las poblaciones rurales.

Estas acciones, junto a la gestión forestal sostenible, son fundamentales para proteger este patrimonio natural y garantizar su continuidad en el tiempo. Del mismo modo, la selvicultura desempeña un papel fundamental en la gestión sostenible de sus ecosistemas forestales.

Los trabajos selvícolas incluyen clareos, podas y eliminación de residuos vegetales en los pinares de repoblación, lo que, además, de mejorar la calidad de la madera, fomenta la regeneración natural de especies autóctonas como encinas y alcornoques. Estas actuaciones son esenciales para mantener la estructura y biodiversidad del bosque, reducir la acumulación de biomasa inflamable y prevenir incendios forestales.

Además, la selvicultura contribuye a la adaptación de los ecosistemas al cambio climático, mejorando su resiliencia y capacidad para seguir proporcionando servicios esenciales a las comunidades locales y al medio ambiente.

Paisajes que inspiran el futuro

El Parque Natural no solo es un motor económico y un refugio de biodiversidad; también es un escenario de gran belleza. Desde las suaves colinas de la dehesa hasta las quebradas formadas por los ríos, cada rincón cuenta una historia de convivencia entre el ser humano y la naturaleza. Este equilibrio, cultivado durante siglos, es la clave para entender su riqueza y potencial.

Asimismo, su ubicación estratégica, entre la Sierra Morena cordobesa y el Parque Natural Sierra de Andújar, lo convierte en un corredor ecológico de gran importancia. Aquí se combinan recursos y paisajes que hacen de este lugar un modelo de sostenibilidad para toda Andalucía.

El Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro, declarado espacio protegido en 1989, alberga un auténtico santuario de especies emblemáticas. La fauna del Parque incluye más de 130 especies, destacando aves como el águila imperial ibérica, la cigüeña negra o el búho real, todas protegidas bajo la normativa europea.

También alberga importantes poblaciones de mamíferos y reptiles, reforzadas por la gestión sostenible de los hábitats y programas de conservación impulsados por la Junta de Andalucía.

En cuanto a la vegetación, las dehesas de encinas, quejigos, alcornoques y robles melojos o rebollos, estos últimos con su única representación en toda la provincia, junto con los pinares de repoblación y los bosques ribereños, constituyen un mosaico que sostiene la biodiversidad del Parque. Estas áreas son esenciales para la fauna y ofrecen recursos como corcho, madera y productos silvestres.

La Junta desarrolla programas continuos de sensibilización y educación ambiental en el Parque, dirigidos tanto a las comunidades locales como a los visitantes. Estas actividades incluyen jornadas informativas, talleres y visitas guiadas que destacan la importancia de la conservación y el uso sostenible de los recursos.

Igualmente, equipamientos como el Centro de Visitantes Venta Nueva, situado en Cardeña, y otras instalaciones, como áreas recreativas y senderos interpretativos, facilitan el acceso al conocimiento del Parque. Estos trabajos educativos, junto con la participación de las localidades rurales, son claves para fortalecer la relación entre la sociedad y el medio natural, promoviendo su protección y disfrute responsable.

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