La Guardia Civil desmantela una pelea de gallos con cien asistentes en La Carlota
Vega del Guadalquivir
Los agentes detienen a una persona e investigan a otras 21 por maltrato animal
Los efectivos interponen más de 200 denuncias por el incumplimiento de la restricción de la movilidad
La Guardia Civil, en el marco de la Operación Reñidero, ha detenido a una persona y ha investigado a 21 más, como supuestos autores de un delito contra la flora, fauna y animales domésticos, en su variante de maltrato animal, por la celebración de peleas de gallos, en un local construido para ello en la aldea de Monte Alto de La Carlota.
El Instituto Armado ha informado de que la investigación ha permitido el rescate de 57 gallos, 15 de los cuales presentaban heridas de diversa consideración, aunque seis de ellos han muerto como consecuencia de los traumatismos que presentaban.
La investigación comenzó, según los mismos datos, después de que la Guardia Civil supiera que en un establecimiento de hostelería de la aldea de Monte Alto se estaban celebrando peleas de gallos incumpliendo la normativa establecida.
Ante ello, la tarde del pasado 6 de junio, la Guardia Civil estableció un dispositivo de servicio, que permitió localizar el reñidero, que se encontraba en la parte trasera de un establecimiento de hostelería de esta aldea, amparado por una Peña Gallera, donde se organizaban supuestamente multitudinarias peleas de gallos y se realizaban apuestas.
Durante el desarrollo de la inspección, se pudo comprobar que los combates entre las aves se desarrollaban dentro de un recinto acondicionado para ello, construido con materiales de calidad, dotado de gradas, galleras, así como de un círculo cerrado que servía de ring, donde se disputaban las peleas, a las que asistían un número aproximado de entre 100 y 120 personas, dos de ellas menores de edad (15 años), que estaban acompañadas por su progenitores. Algunos de ellos intentaron ocultarse en habitaciones próximas al reñidero, tras la llegada de la Guardia Civil.
Durante una primera inspección se pudo localizar oculto entre la pared y una estructura metálica, un gallo con heridas evidentes y en muy mal estado, ave de la que no se responsabilizó ninguno de los asistentes y que está siendo objeto de investigación para determinar su propietario y otro gallo que carecía de todo tipo de identificación, con diversas heridas en el cuello que murió en presencia de los agentes.
Asimismo, se localizaron evidencias de posibles apuestas, tales como anotaciones y papeletas, que fueron intervenidas, así como relojes de arena, cronómetros y varios medicamentos (excitantes para potenciar la agresividad de las aves y hemostáticos para controlar hemorragias), que fueron intervenidos.
Mientras, en otra estancia anexa se localizó otro pequeño recinto de pelea y un bidón con el cadáver de varias aves en avanzado estado de descomposición.
La Guardia Civil ha señalado también que se ha podido constatar que entre los asistentes se encontraban personas que se habrían desplazado desde distintos puntos de la geografía andaluza y uno de Castilla-La Mancha, por lo que han sido denunciados por incumplir las medidas sobre desplazamientos interprovinciales establecidas durante el estado de alarma.
Los agentes localizaron 170 gallos en total, de los que 57 estaban participando en peleas, 15 de ellos presentaban heridas de distinta consideración, media docena han fallecido y otros 90 aproximadamente se encontraban en un anexo al establecimiento y eran propiedad del titular del mismo, quien carecía de varios de los requisitos necesarios para el mantenimiento de una explotación ganadera.
Además, se procedió a la intervención de diez bolsitas con cogollos de marihuana, otras dos con hachís y una conteniendo una pequeña cantidad de cocaína, así como cuatro cigarros porro a medio consumir, además de varias cajetillas de tabaco, que fueron intervenidas, al carecer el titular del local de autorización para su venta al público.
Ante todo ello, los guardias civiles intervinientes, procedieron a la instrucción de las pertinentes diligencias por la comisión de un supuesto delito de maltrato animal y de los oportunos expedientes de denuncia en materia de sanidad animal, seguridad de las instalaciones y epizootias.
Los agentes también comprobaron cuántos de los asistentes podían acreditar su condición de asociado a la Federación Andaluza de Defensa del Gallo Combatiente español. De hecho, se localizaron numerosos carnets de socio, numerados y sin rellenar, presumiendo que la intención sería la de que en caso de inspección se pudiese acreditar la condición de socio de la persona, constatándose que más del 70% de los asistentes no era socio federado de la Asociación de Defensa del Gallo Combatiente español.
Asimismo, se pudo comprobar el incumplimiento de la normativa vigente en el actual estado de alarma, como la reunión de más de quince personas y la circulación interprovincial, levantándose acta de todo ello y formulando más de 200 denuncias por todos estos conceptos.
También te puede interesar