Peñarroya-Pueblonuevo inicia las obras de recuperación de su singular cementerio francés
Alto Guadiato
Los trabajos se prolongarán durante dos meses y serán ejecutados por personal voluntario de la asociación La Maquinilla
El proyecto incluye la reposición de elementos metálicos y mármoles, y se construirá un acerado perimetral para que sea accesible
La asociación La Maquinilla de Peñarroya-Pueblonuevo ha iniciado las obras de rehabilitación del singular cementerio francés de la localidad, una intervención que se prolongará durante un periodo aproximado de dos meses y que será ejecutada por personal voluntario. Los trabajos, en los que se invierten 10.000 euros, están siendo patrocinados por el Área de Participación Ciudadana de Diputación de Córdoba, el Ayuntamiento peñarriblense, el instituto de Secundaria Alto Guadiato y la Asociación Europea de Cementerios Singulares (ASCE).
El proyecto Mémoire ha ocupado el primer puesto de entre los más de 30 que se han presentado en la provincia, ha subrayado La Maquinilla.
El cementerio francés resume el momento de esplendor de Peñarroya-Pueblonuevo. Los primeros franceses llegaron a la localidad en torno a 1850 y el último se marchó en 1969. En 1879, Pueblonuevo del Terrible se dotó del primer cementerio, pero pronto se quedó pequeño y en 1908 se inauguró el de San Jorge, donde descansan los prohombres.
La mayoría de los franceses que se trasladaron al Guadiato en aquellos años, gran parte de ellos ingenieros, eran menores de 45 años. Los había con familia y solteros. A los primeros les proporcionaban viviendas jardín con todas las comodidades -siguen en pie en las calles Reina Victoria y José Le Rumeur-, y para los singles existía un hotel, ya desaparecido, que gestionaba la propia empresa. Cuando morían los enterraban en Peñarroya, pero los herederos y descendientes se los llevaban a Francia al cabo del tiempo. Con algunos, sin embargo, se rompió el vínculo y sus restos se quedaron para siempre en Córdoba. Las suyas son las lápidas que ahora se van a recuperar.
Entre los monumentos funerarios que se conservan están la tumba de Eugenio Liabeuf, que fue director de la empresa hasta 1948, o la de Camille Desportes, uno de los ingenieros. También descansa en Peñarroya Basile Vovk, un ruso que había huido a Francia de la revolución bolchevique y que en los años 20 fue enviado a España. Como ingeniero de ferrocarril, pasó de Puertollano a Peñarroya, donde falleció en 1948.
La hilera de tumbas añosas ayuda a comprender aquella época floreciente y a reconstruir cómo era la vida en el moderno Pueblonuevo del Terrible. Hay un panteón para las monjas de la Presentación de María porque los franceses, sibaritas, se trajeron su propia educación, que encomendaron a la congregación. Entre una gran expectación, las religiosas llegaron a la localidad en 1902 para brindarles una instrucción francesa a los niños, segregados de los locales. Varias religiosas recibieron sepultura a partir del año 1917 y una de ellas, Sor Maria Saint Claudine, incluso tuvo su propio enterramiento independiente.
Otra de las historias más fascinantes es la de la falsa baronesa Costanza Bich, fallecida a los 26 años, y el único vestigio que queda del paso del creador del bolígrafo Bic en Peñarroya-Pueblonuevo.
Un trabajo minucioso
El primer paso de este complejo proceso consiste en el picado y saneado del muro perimetral y la eliminación de la vegetación existente entre las tumbas, que es la causante del mal estado de muchas de ellas. Otros trabajos que se van a desarrollar son la reconstrucción y limpieza de tumbas y cenotafios.
En esta "delicada misión", ha avanzado La Maquinilla, intervendrá la empresa peñarriblense Mármoles Guadiato, que formará a los voluntarios y saneará aquellas tumbas más dañadas. En este apartado, se sustituirán los marcos de madera noble en algunas sepulturas y panteones, en lo que será "la parte más complicada y cara del proceso de restauración", ha asumido la asociación.
Tras la finalización de estos trabajos, se procederá a la limpieza y reposición de elementos metálicos (cadenas, postes y vallado perimetral de tumbas) "cuando sea posible para, a continuación, someterlos a un tratamiento anticorrosión".
El Ayuntamiento peñarriblense está colaborando en la gestión de autorizaciones y permisos de obra, pues la normativa recoge que no se puede actuar sobre las tumbas sin la autorización expresa o el silencio administrativo de sus herederos tras información pública. Posteriormente, construirá un acerado perimetral y eliminará las barreras arquitectónicas que impiden su visita por personas de movilidad reducida. En último término, tanto el muro como los elementos metálicos serán pintados para devolverles su antiguo lustre.
El entorno, por último, contará con información turística, que consistirá en la instalación de paneles informativos e indicadores a la puerta y en el interior del cementerio, así como en la colocación de códigos QR junto a cada finado con datos sobre la vida de cada finado de los que se tengan datos.
"No nos cabe duda de que el camposanto será dentro de unos años un nuevo referente cultural de la comarca del Guadiato, un gesto de buena voluntad hacia el país vecino tras décadas de nuestra herencia francesa y uno de los más singulares de Andalucía, ha subrayado La Maquinilla, que ha recordado que el cementerio aún se encuentra pendiente de ser incluido en el censo europeo de cementerios singulares por ASCE tras la presentación de la candidatura el pasado febrero.
Temas relacionados
No hay comentarios