Desescalada Córdoba: Las tres playas de interior de la provincia preparan su apertura con muchas dudas

Desescalada Córdoba

El espacio recreativo de los pantanos de La Breña II, Iznájar y La Colada ya se preparan para abrir sin saber qué va a ocurrir por el coronavirus

Playa de La Breña II, en Almodóvar del Río. / Juan Ayala
Javier Collantes (Efe)

16 de mayo 2020 - 17:41

Las playas de Córdoba, ubicadas en embalses y pantanos en varios rincones de la provincia, ya preparan la apertura con enorme incertidumbre ante el protocolo que se elabore por la crisis de la covid-19 y mucha expectativa como turismo de interior de alternativa al del sol y playa.

Córdoba cuenta con varios pantanos y embalses con playa y, según los responsables consultados por Efe, "estamos ya trabajando como si se fueran abrir con normalidad y dejándolo preparado para su uso y disfrute".

Así se expresa Ramón Hernández Lucena, primer teniente de alcalde en Almodóvar del Río, donde se encuentra el pantano de La Breña II, con su correspondiente rincón de arena y sombrillas de unos 300 metros de largo en forma de media luna.

"El lunes pasado vinieron a realizar los correspondientes análisis al agua y en unos 15 días tendremos ya los resultados". Por ahora no hay un protocolo sobre el uso de playas por parte de Sanidad, pero "vamos a seguir con el proceso de todos los años, como si no hubiera pasado nada para dejarlo todo a punto para el momento".

Eso incluye meter allí máquinas para adecentarlo y que tenga el aspecto más apetecible posible para un buen baño de interior, porque sol en tierras cordobesas sobra.

La forma y el tamaño de esta playa, que abre de 10:00 a 22:00, también va a depender de la altura en la que esté el pantano, que se encuentra "más o menos al 40% como el año pasado", y quienes más lo disfrutan no son los nativos del pueblo sino gente que procede de otros municipios de la comarca de la Vega del Guadalquivir y, sobre todo, de la capital cordobesa, que está "a tiro de piedra".

A su alrededor, además, hay toda una pléyade de actividades en torno al ocio acuático, con su club de vela, su barco solar, hidropedales, un club náutico y su chiringuito para refrescarse por dentro y comer algo, además de un club de esquí acuático, que se nutre de turistas ingleses en un 80 o 90%, por lo que este año "ellos sí que van a notar la bajada del turismo".

Hernández, en cualquier caso, se muestra optimista ante la posibilidad de que haya nuevamente visitantes. "La calidad del agua demuestra habitualmente que es excelente, hasta el punto de que se podría beber directamente del pantano, y aplicando las normas que sean necesarias en teoría no vamos a tener problemas".

Eso implica guardar distancias, vigilante de la playa, socorristas y más elementos de seguridad que habrá que concretar con lo que digan desde el Gobierno central.

"Y si hay nuevas restricciones, por ejemplo, con el chiringuito, no creo que la gente tenga inconveniente de que se traigan sus neveras para consumir sobre la arena".

"Creo que el deporte de agua está previsto que entre en la desescalada en torno a la fase tres, ya en el verano, y por eso lo queremos dejar todo a punto para esos días".

Más al norte de la provincia, en la comarca de Los Pedroches, está el embalse de La Colada, que el pasado año inauguró sus seis hectáreas de espacios habilitados para un buen verano con bar-restaurante, servicios, área de barbacoa con mesas y observatorio Starlight incluido, su parque multiaventuras y, por supuesto, su playa.

Quizá la mayor de la provincia, por delante de la de Valdearenas, en Iznájar, con sus buenos 2.800 metros cuadrados, sus 70 metros de profundidad de arena y otros 60 metros de césped artificial bajo los pinos. A eso hay que añadir otros seis o siete kilómetros aprovechables de agua a lo largo del río Guadamatilla.

"Lo estamos preparando todo para el verano, a la espera de lo que nos marquen los protocolos en este sentido", explica Juan Díaz, alcalde de El Viso, en cuyo término se encuentra este idílico espacio.

Tanto es así, que ya se está ejecutando un campo para fútbol-playa, también de arena, a unos 30 metros de la playa, donde está previsto que se celebren incluso competiciones, aunque no será este año.

"Estamos como todos pendientes de las directrices de Sanidad para conocer la regulación y el aforo que tendríamos que aplicar", tanto para la playa como para la piscina, para la que también se está ya pensando en alguna fórmula con el fin de que la reducción del aforo no afecte a demasiados vecinos.

Algo que ya se verá a medida que se acerque el momento, pero por ahora ya se está preparando todo para limpiar y controlar el agua, desinfectar las instalaciones a rajatabla o pensando en la contratación de dos socorristas.

Y todo, ante un verano de total "incertidumbre" en el sector turístico por la crisis de coranivirus pero que las playas cordobesas quieren aprovechar para potenciar un turismo de interior como alternativa al de la costa andaluz

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