El pozo minero de Espiel entra en la Lista Roja del Patrimonio
Alto Guadiato
La falta de protección jurídica, su ausencia en inventarios y su exposición al vandalismo y el expolio, los motivos
Es junto al pozo María de Fuente Obejuna la instalación de este tipo que mejor conserva sus infraestructuras
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Espiel/La Lista Roja del Patrimonio, esa clasificación que elabora la asociación Hispania Nostra para dar a conocer los bienes históricos en situación grave de riesgo y que merecen ser conservados, tiene ya 14 monumentos en la provincia de Córdoba. Después de tres años sin actualización, o más bien con las únicas -y positivas- modificaciones del paso a la Lista Verde del Parador de Montilla y la Ermita de la Consolación de Bujalance, este mes de julio el colectivo ha incluido al pozo minero de Espiel. De esta forma, toma el relevo del Puente Mocarra, también en el municipio del Alto Guadiato y que entró en diciembre de 2021, y sobre el que la Diputación de Córdoba ya anunció el pasado mes de febrero una actuación para su rehabilitación.
En el informe elaborado por Hispania Nostra se recoge que la inclusión del pozo minero se debe a que, "increíblemente, es una instalación que no dispone de protección jurídica alguna, ni forma parte de ningún tipo de inventario patrimonial de carácter oficial", y se especifica que, "aunque se encuentra en terrenos privados, el acceso es fácil para el expolio y el vandalismo". En el documento, igualmente, se hace mención a que, después del pozo María de Fuente Obejuna, es "la instalación que mejor conserva sus infraestructuras y que más cerca se encuentra de un núcleo de población", en este caso Espiel.
Este ejemplo de patrimonio industrial ha perdido ya muchos de sus elementos, sobre todo metálicos -volquetes de vagones, vías, calderines, tolvas, cintas transportadoras o paneles identificativos-, a pesar de que "el exterior no muestra un mal estado de conservación", señala la asociación. Además, insiste el texto, "internamente, las edificaciones presentan destrozos, la máquina de extracción que aún se conserva se halla recubierta de excrementos de palomas y le faltan los cuadros eléctricos". También está "deteriorada" toda la instalación de la zona de compresores, vandalizados o deteriorados tanto los cuadros y canalizaciones.
Porque tal y como recoge el informe de Hispania Nostra, las instalaciones mineras del pozo de Espiel entraron en funcionamiento en 1976 y se clausuraron de manera definitiva en 1993. En la actualidad se conserva el castillete completo, inclusive las poleas, los edificios de talleres, la sala de máquina de extracción, la sala de compresores y el cuarto de transformadores, y cuenta también con edificio de lampistería, duchas, oficinas, almacén de material más pequeño, caldera y cantina, además de conservar parte del lazo y volquetes de vagones. "Se trata de una instalación que aún a día de la fecha tiene una excelente capacidad de ser puesta en valor con no demasiados recursos", señala la asociación.
El pozo minero de Espiel está cerca del núcleo urbano de Espiel y se utilizó para la explotación de la mina de carbón denominada la Confianza y la mítica capa Candelaria. La compañía estatal Encasur S.A. (Empresa Nacional Carbonífera del Sur S.A.) extrajo en torno a 1,5 millones de toneladas de hulla que se empleó en la central termoeléctrica de Puente Nuevo, ya clausurada también e incluida en los planes de descarbonización puestos en marcha por el Gobierno. El pozo constaba de tres niveles ubicados a 120, 185 y 250 metros de profundidad, siendo desde este último donde se efectuó una rampa para acceder a carbones ubicados en cotas inferiores. La explotación se efectuó básicamente mediante subniveles y retirada. Cuando la actividad acabó en el pozo, parte de los operarios pasaron a las explotaciones a cielo abierto de Encasur y otra parte comenzaron a integrarse dentro de un proceso de prejubilaciones.
La primera inclusión cordobesa desde 2021
Junto al pozo minero y el Puente Mocarra de Espiel, que está en muy mal estado de conservación y requiere una rehabilitación urgente "o se podría perder para siempre", que son las dos últimas inclusiones, la provincia tiene otros 12 bienes incluidos en la Lista Roja del Patrimonio. De ellos, tres entraron durante 2021, el Puente de Pellejero de Belalcázar (en estado de ruinas y abandono), el Convento de San Francisco del Monte de Adamuz (abandonado y con riesgo de desaparecer) y la Ermita Torre de los Santos de Nueva Carteya (sin conservación alguna, ha perdido pinturas murales, rejas y tejados y ha sufrido robos, aunque la asociación cree que la torre y los frescos "se pueden recuperar").
En 2019 entraron en esta nómina tres monumentos de Montilla como la Casa de las Camachas, una vivienda desahabitada desde hace más de una década que está en semi ruinas por la falta de mantenimiento; el Palacio de los Duques de Medinaceli, también en ruinas, y la Huerta y Arco de San Lorenzo, en claro riesgo de derrumbe. Además, ese mismo año lo hizo la Ermita de la Caridad de Fernán Núñez, que presenta un estado de conservación "muy deficiente", mientras que en 2016 se incluyó al Palacio de la Isabela de Alcolea, que está en total abandono y "repleto de escombros".
Los bienes de la provincia que llevan más tiempo en la Lista Roja son el Castillo de Dos Hermanas, de Montemayor, que entró en 2013 (expoliado y deteriorado por la agricultura extensiva que se practica a sus alrededores), las Alcubillas de Córdoba, en 2010 (abandonadas aunque "es perfectamente posible su consolidación"), la Torre de Arias Cabrera de Córdoba, en 2008 (en progresiva ruina por el abandono que sufre) y el Convento de los Cinco Mártires de Marruecos de Belalcázar, de 2007 (abandonado, en ruinas y "sometido a usos indebidos").
Cuatro monumentos, en la Lista Verde
En el glosario de monumentos de Hispania Nostra también hay lugar para cuatro de la provincia que han abandonado la Lista Roja y han pasado a engrosar la Lista Verde, tras haber sido restaurados y eliminar así el riesgo que presentaban. La última modificación de esta nómina fue más reciente, en marzo del pasado 2023, cuando el Parador de Montilla, que había estado en pésimas condiciones, prácticamente en ruinas, y había sufrido varios derrumbres, salió al fin de peligro tras una restauración liderada por el Ayuntamiento con una inversión de 700.000 euros. Dos años antes, en julio de 2021, siguió ese mismo proceso la Ermita de la Consolación de Bujalance, mientras que en 2020 le tocó al Castillo de Gahete o de los Sotomayor, en Belalcázar. El primer monumento que hizo esta traslación fue el Puente Romano de Villa del Río, en junio de 2018.
La Ermita de Consolación de Bujalance presentaba en 2015 grave riesgo de derrumbe, pero fue recuperada como espacio destinado a fines culturales y sociales tras una rehabilitación de sus elementos constructivos. Hasta 13 años estuvo en la Lista Roja el Castillo de Gahete, Gafiq o de los Sotomayor y Zúñiga de Belalcázar por su deterioro progresivo y su inminente riesgo de derrumbe, hasta que en 2008 fue adquirido por la Junta, que llevó a cabo los trabajos de consolidación y conservación. Por su parte, el Puente Romano de Villa del Río, el monumento más antiguo del municipio, se mantuvo diez años en la nómina roja, hasta que las labores del Ejecutivo autonómico acabaron con el riesgo de derrumbe que afectaba principalmente a la bóveda central, además de la pérdida de sillares y el hundimiento fruto de las riadas.
Más de 200 bienes andaluces
El catálogo en permanente actualización de la asociación Hispania Nostra tiene hasta 229 bienes de Andalucía, de los que 201 están incluidos en la Lista Roja; 25 están en la Lista Verde y tres en la Lista Negra, que incluye a aquellos monumentos que han salido de la Roja tras haber desaparecido o haberse alterado sus valores esenciales de manera irreversible. Por provincias, Jaén (62) y Granada (55) acaparan casi la mitad de los elementos, seguidas de Cádiz (29), Sevilla (26) y Málaga (21), mientras que por debajo de los 18 de Córdoba sólo se sitúan Almería (12) y Huelva (seis).
Al margen del pozo minero de Espiel, que es la última inclusión en la Lista Roja también de la comunidad autónoma, en el presente año otros siete bienes andaluces han pasado a formar parte de este catálogo. Abrió la nómina de 2024 la Casa Neogótica de Arquillos (Jaén) en enero, para ya en febrero dar paso a la casa del doctor Cristóbal Jiménez Encina, en Monda (Málaga), la Torre de la Dehesilla o del Sol, en Bélmez de la Moraleda (Jaén) y la central hidroeléctrica de Bayarque, en el municipio almeriense del mismo nombre. En abril se incluyó la portada de la iglesia de los Dolores de Baza (Granada), en mayo lo hizo el Palacio de Juan de Córdoba Centurión de Lora de Estepa (Sevilla) y ya en junio lo hizo la iglesia de San Antonio de Padua de Murtas (Granada).
Para compensar esta lista de ocho monumentos, también en lo que va de año dos han pasado a la Lista Verde tras someterse a rehabilitación, y ambos lo hicieron durante el mes de marzo. Primero le tocó el turno a la muralla de Jayrán en la parte del Cerro de San Cristóbal, en la capital almeriense, mientras que unas semanas después fue la Casa-Mirador de los Marqueses de Peñaflor, en Écija (Sevilla) la que salió de la Lista Roja.
Los tres únicos bienes de toda Andalucía que están en la Lista Negra lo hacen desde hace ya años. El último en sumarse a esta descatalogación fue el Palacete de los Condes de Benahavís-La Mundial, en Málaga, en 2019; cuatro años y medio antes lo hizo la Cárcel Modelo del Partido Judicial de Úbeda, en la localidad jiennense que le da nombre, mientras que el primero fue la Ermita de Guía de Jerez de la Frontera, en Cádiz, en el ya lejano 2008.
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