Los primeros mineros cordobeses ya sacaban metales de la tierra hace 5.000 años
Alto Guadiato
Las excavaciones en el poblado de El Peñón, en el término de Peñarroya-Pueblonuevo, han puesto de manifiesto que "el oficio de minero es uno de los más antiguos de esta cuenca"
Hallan restos arqueológicos de 3.000 años de antigüedad en el Peñón de Peñarroya-Pueblonuevo
La excavación del Peñón de Peñarroya-Pueblonuevo pretende hallar las primeras muestras de minería metalúrgica
Los primeros mineros cordobeses ya sacaban metales de la tierra en el periodo del Calcolítico, hace 5.000 años, según han puesto de manifiesto unas excavaciones en el poblado de El Peñón, en el término de Peñarroya-Pueblonuevo.
Se trata de una zona donde la minería ha sido un sector económico fundamental desde finales del siglo XVIII hasta el cierre de la Empresa Carbonífera del Sur (Encasur) el 31 de diciembre de 2012. La excavación del yacimiento de El Peñón ha puesto de manifiesto que "el oficio de minero es uno de los más antiguos de esta cuenca" y se encontraba radicado "en este poblado donde también se dedicaban a la ganadería y la agricultura".
Así lo afirma el arqueólogo del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada Daniel Pérez-L´huillier, que ha dirigido la excavación junto a un grupo de ocho voluntarios de la misma universidad y quien ha asegurado que "en el Neolítico no hay metales, pero la actividad minera ya existía porque ellos lo que hacen es traer nódulos de sílex, para tallar". "Pero lo que es minería de metales, la minería metálica, el arranque es aquí, en esta época en el Calcolítico y en este poblado. La gente que habitaba este poblado fueron de los primeros mineros", ha resaltado.
Edad de los metales
Los pobladores de esta zona son "los primeros en entrar en contacto con la metalurgia. Estamos en la edad de los metales" porque "en el tercer milenio se produce la segunda transformación química de la humanidad".
La primera transformación fue la de la arcilla, "con la que se empiezan a producir cerámicas y ahora en la segunda empiezan a trabajar con metales" y para ello "tienen el cobre o un carbonato como es la malaquita azul y lo convierten en metal", y el grupo poblacional de El Peñón es el primero "en entrar en contacto con esta nueva materia prima que entra en circulación".
Por la importancia de la metalurgia es por lo que los arqueólogos que han participado en esta excavación, que ha contado con el apoyo del Ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo, han llevado a cabo prospecciones superficiales con el convencimiento de que en la zona se encontraba un taller metalúrgico, del que se han hallado unas 200 gotas de fundición que lo atestiguan.
El Peñón fue descubierto en 1978 por el peñarriblense Juan Carlos Vera Rodríguez, la primera persona que publicó un artículo sobre este yacimiento, pero no ha sido hasta el pasado mes de agosto cuando se han llevado a cabo las primeras excavaciones en la zona, dirigidas por Pérez-L´huillier.
Única prospección
Desde que se descubrió hace 45 años sólo se ha hecho una prospección en la zona, y fue entre 1992 y 1994 a cargo del catedrático de la Universidad de Córdoba Desiderio Vaquerizo. Desde entonces este poblado compuesto por varias cabañas rodeadas por una muralla ha permanecido enterrado sin que nadie se haya atrevido a su puesta en valor. Daniel Pérez-L´huillier junto con los ocho voluntarios que participan en la excavación se han desplazado andando todas las mañanas "muy tempranito" a El Peñón, un lugar al que sólo se puede acceder en vehículo en 4X4 por la pendiente y estado del camino y que se encuentra a unos dos kilómetros del núcleo urbano de Peñarroya.
Allí, "la primera tarea con la que nos enfrentamos" fue al desbroce de la zona, "a una prospección" y a hacer "una radiografía del suelo para tener claro cuántas cabañas tenemos en el poblado" y ya después la excavación propiamente dicha de la zona. Otro objetivo de la excavación ha sido "desenterrar y datar la muralla que rodea al poblado, en cuyo interior creemos que están alrededor del 90 por ciento de los restos y que ponen en evidencia la actividad metalúrgica".
Estructuras domésticas
Las estimaciones son que la muralla que rodea al poblado tiene una extensión aproximada de 440 metros de largo, "lo que indica la magnitud y complejidad de la antigua comunidad que habitó esta región hace milenios". Al excavar la muralla han encontrado "dos estructuras domésticas adosadas a la misma y en sus inmediaciones muchos huesos de animales, que prueban que allí comían, y mucha cerámica campaniforme".
Pérez-L´huillier ha explicado que se han encontrado con que "hace 100 o 200 años se aprovechó el material de la muralla como un muro agrícola, que no fue su uso original" porque "hemos constatado un derrumbe tan grande de piedra que pone de manifiesto que en el Calcolítico no invertían tanto esfuerzo para hacer un simple muro agrícola sino que servía para rodear el poblado".
También se ha mostrado convencido de que esta excavación, en sus próximas campañas, va a proporcionar "valiosas pistas sobre la vida cotidiana, la organización social, las costumbres y las creencias de nuestros ancestros prehistóricos". Además, esperan que los hallazgos arqueológicos arrojen luz sobre el control del territorio y movimientos de población, así como la evolución de las técnicas de construcción y la arquitectura en la región durante el Calcolítico.
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