Reparto gratuito de naranjas en el bulevar del Gran Capitán
Vega del Guadalquivir
Asaja pide que la UE aplique las cláusulas de salvaguarda ante los precios de la naranja
Asaja ha repartido de manera gratuita más de 6.000 kilos de naranja en poco más de una hora en el bulevar del Gran Capitán de Córdoba como forma de protesta ante la caída del precio de los cítricos debido a la entrada del mismo producto de países como Egipto, Sudáfrica, Marruecos, Turquía y Argentina.
La protesta ha reunido a centenares de personas que han mostrado su apoyo al sector cítricola -incluso ha ido el delegado del Gobierno de la Junta, Antonio Repullo, que arrastra desde hace meses la bajada de los precios en el campo y la entrada de las naranjas procedentes de los países citados en los supermercados a un coste que llega hasta los tres euros el kilo.
Ante esta situación, el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha reclamado a la Unión Europea que aplique las cláusulas de salvaguarda previstos en estos casos para evitar que estos precios se mantengan.
"Esto es es un acto más de protesta y denuncia contra la Unión Europea y el Gobierno central por el inmovilismo ante este problema tan grave que están sufriendo los agricultores de Córdoba y de España", ha subrayado y ha considerado también que se trata de una situación "absolutamente irresponsable" y que está provocado daños económicos a unas "explotaciones modernas, con tecnología importante y a un producto de muchísima calidad".
Fernández de Mesa ha recordado que en esta campaña se ha dejado fuera la naranja española "al margen como consecuencia de la competitividad de las importaciones fuera de la Unión Europea y de terceros países".
No obstante, ha reconocido que "entendemos que hay que favorecer y proteger el mercado internacional, pero tiene ir acompañado de cláusulas de salvaguarda".
"Es impensable que productos que vienen de Egipto, Sudáfrica y Marruecos, de Turquía, Argentina y que vengan sin las protecciones que hay en la Unión Europea, no solamente sociales, sino también de garantía de sanidad", ha insistido.
En esta línea, ha recordado que en Europa "hay unas reglas muy estrictas de protección que obligan a gastos muy importantes a los agricultores y las consecuencias sociales de mantenimiento de un Estado de Derecho".
Sin embargo, ha continuado, "todo eso apenas existe fuera y, por ese motivo, entran cítricos que ahora mismo pueden estar a ocho céntimos cuando el coste de la producción es 15 céntimos más seis de recolección, mientras que en los lineales de los supermercados hay naranjas de Sudáfrica por tres y más euros".
A juicio de Fernández de Mesa, "hace falta tener en cuenta al sector agrario porque hay que comer todos los días y productos como la naranja son de total garantía".
El presidente de Asaja también ha explicado que tanto el Gobierno central como la Unión Europea son conscientes de esta situación, pero "dicen que no aceptan cláusulas de salvaguardia porque no hay razones suficientes para paralizar un poco el mercado internacional".
Sin embargo, ha incidido en que "hay causas más que suficientes, estas personas están defendiendo su patrimonio y su familia. No sé qué mas quieren. El precio es el mismo que el año pasado cuando la naranja vale un 40% más que el año pasado".
Ignacio Fernández de Mesa
"Hay causas más que suficientes, estas personas están defendiendo su patrimonio y su familia"
Ante el hecho de que muchos citricultores estén dejando la naranja en el árbol, ha asegurado que la recolección, que es "totalmente manual y tiene un coste elevado, pero tampoco la pueden derribar y dejarla en el suelo porque tiene un coste que ambientalmente no es factible; es una pequeña catástrofe".
También ha avanzado que el próximo 19 de febrero habrá una protesta en Madrid, junto a Asaja de Valencia y Murcia para que "que entiendan lo que son los agricultores españoles".
Fernández de Mesa también ha hecho referencia a la posibilidad de que esta situación se convierta en un problema coyuntural y ha señalado que "es un problema que se escapa de nuestro control porque no podemos intervenir ni en Marruecos ni en Turquía, ni en Argentina y, por ello, tiene que intervenir la Unión Europea a base de que esas cláusulas de salvaguardia se apliquen para proteger a los agricultores y no consentir que entren esas naranjas en esas condiciones sociales ni sanitarias tan putrefactas como en muchas ocasiones".
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