Un proyecto busca recuperar los viñedos perdidos hace más de 100 años en Los Pedroches
Agricultura
El estudio de más de 30 tipos de uvas ha demostrado que existen al menos ocho variedades únicas de la zona
La recuperación de los viñedos en Los Pedroches podría ser una realidad en unos años. El proyecto para la recuperación de las viñas en la comarca ha arrancado con ilusión y el descubrimiento de al menos ocho variedades de uva únicas de la provincia que, hasta ahora, no están registradas.
Un trabajo de "arqueología verde" que ha llevado al periodista Francisco Javier Domínguez a encaminar el proyecto de su vida, uno muy importante para la agricultura de la zona, con la colaboración de la Delegación de Agricultura de la Junta de Andalucía a través del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) en su centro de Cabra.
Más de 3.000 hectáreas de viña (aproximadamente el 80% que hay actualmente en Montilla-Moriles) se perdió en Los Pedroches hace ya más de 100 años. Entre la plaga de la filoxera "que acabó con todo el viñedo a nivel europeo" y en Los Pedroches no se replantó, la expansión ganadera y los destrozos de la Guerra Civil, los vecinos comenzaron a optar por otras opciones más rentables, como el olivar.
La investigación de Domínguez se remonta a 25 años atrás y viene de la cultura de la viña que tenían sus abuelas. Su pasión y el amor por su tierra lo llevó a descubrir, junto a la Universidad de Navarra, que existen al menos ocho variedades únicas de uvas tintas y blancas en esta tierra cordobesa.
A una de las variedades de tinta la ha denominado Amparo (en honor a su abuela) y Arises a la blanca. El descubrimiento llegó tras el análisis de 30 muestras de distintos municipios: Pedroche, Alcaracejos, Pozoblanco, Espiel, Añora, Villaharta y Villanueva de Córdoba y Villanueva del Duque, que no fueron sencillas de obtener.
Según ha explicado el periodista, el proceso fue especialmente complicado porque "no hay fuentes orales en los pueblos, no quedan familias que se dedicaran a eso". Esas variedades han estado "encapsuladas en linderos, zonas de monte y zonas abandonadas y con documentos históricos y cartográficos de finales del siglo XIX hemos ubicado esas zonas donde había viñedos importantes en la comarca", ha señalado el impulsor de esta iniciativa.
El descubrimiento de las variedades Amparo y Arises ha demostrado que "había una intencionalidad en la plantación, estas dos variedades se plantaban y se cultivaban con asiduidad", las demás podrían responder a modificaciones genéticas.
Ahora bien, el proceso para lograr el objetivo final, recuperar los viñedos de Los Pedroches, está plagado de dificultades. La burocracia en el sistema, por ejemplo, ralentiza el proceso de recuperación de esas variedades, que puede tardar de cuatro a cinco años.
Aún así, el proyecto está encaminado. El siguiente paso es la instalación de una finca experimental en el término municipal de Alcaracejos que permitirá, a largo plazo y una vez se haya cumplido con ese registro, producir vino de alta calidad. "El proyecto va a contribuir a la diversidad paisajística de Los Pedroches y puede convertirse en un recurso económico a medio o largo plazo", ha indicado Domínguez.
El año pasado se vinificó el producto de esas dos variedades de uvas y se obtuvieron unos 17 litros, "es el primer vino de Los Pedroches que se hace con criterio del siglo XXI, los primeros análisis de ese vino es que es un producto absolutamente viable y que puede tener calidad", ha afirmado el periodista.
El proyecto, que ha sido calificado por la delegada de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Araceli Cabello, como "muy especial", ha sido incluido en el Proyecto de Investigación e Innovación Tecnológica en Vitivinicultura del Ifapa.
"Esta caracterización de variedades lo que viene es a impulsar el sector del vino y buscar una oportunidad para toda la zona", ha asegurado Cabello, y ha agradecido al sector, por otra parte, "por el éxito de la vendimia a pesar del escenario complicado que ha resultado de la pandemia".
El área vitivinicola de Córdoba comprende actualmente unas 5.500 hectáreas, 106 industrias con más de 8.000 familias involucradas directa o indirectamente que han logrado que la provincia cuente con cuatro figuras de calidad: dos denominaciones de origen y dos indicaciones geográficas protegidas.
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