En el pueblo de Córdoba donde más llueve: en pleno parque natural y donde se come el mejor lechón
Los Pedroches
La Venta del Charco, perteneciente a Cardeña, ha registrado 425 litros durante el pasado tren de tormentas
Espectáculo natural en Los Pedroches: la cascada del Despeñadero cae con más fuerza que nunca

Córdoba/A una hora en coche desde Córdoba capital, entre bonitas dehesas y lomas serranas, se esconde uno de los secretos mejores guardados de toda la provincia, un rincón en el que no valen los tópicos. La Venta del Charco, una aldea del municipio de Cardeña, en pleno parque natural de Cardeña-Montoro, hogar del lince y donde se crían los mejores cerdos ibéricos, es algo así como una Grazalema cordobesa porque, en cuanto a rivalidades pluviométricas, bate récords. De hecho, durante el reciente tren de tormentas ha recogido 425 litros de agua y, desde el mes de septiembre, 811 litros.
La Venta del Charco es, históricamente, el lugar de la provincia de Córdoba donde más llueve. Su propia etimología no deja dudar a dudas pero, si surgieran, solo hay que acercarse para comprobar cómo el agua embellece el pueblo: el arroyo Martín Gonzalo, invisible en otros momentos del año, cae con estruendo, y los bosques de dehesas que rodean el blanco caserío lucen más verdes que nunca.
¿Por qué llueve tanto en Venta del Charco?
¿Y a qué se debe este fenómeno pluviométrico tan excepcional? La respuesta, quizás, está en su orografía: su altitud, por encima de los 700 metros, y la presencia en sus proximidades de pequeña lomas que superan los 740 favorecen las lluvias.
Los años de precipitaciones más intensos de los que constan registros son 1960, con 1.830 litros, y 1963 con 1.800, por lo que a 2025, pese al hartazgo provocado por las últimas borrascas, aún le queda mucho para llegar a récord.
El origen del núcleo, en plena comarca de Los Pedroches, está como su propio nombre indica en una venta situada en medio del camino que unía Andalucía con la Meseta, una ruta obligada hacia Castilla La Mancha antes de que se construyera la carretera que atraviesa Despeñaperros.
Entre Toledo y Sevilla se solían invertir ocho jornadas de camino y dos más de descanso. Las ventas eran abundantes, sobre todo en el tramo cordobés, donde llegó a haber una decena en el tramo de menos de 60 kilómetros entre Conquista y Adamuz. Eran Ventas Nuevas, del Zerezo, Orán, La Jama, la Cruz, los Locos, de la Fresnedilla, del Puerto, de Navajunda y de Aguadulce.
En la actualidad, la Venta del Charco se ha convertido en uno de los focos más demandados para hacer turismo rural en la provincia de Córdoba. En pleno Parque Natural de Cardeña-Montoro, y bien conectado con Córdoba capital, posee un complejo de casas rurales con spa, restaurantes donde degustar el mejor lechón ibérico y una amplia propuesta de rutas de senderismo para descubrir este paisaje puro que, tras las lluvias, luce mejor que nunca.
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