Qué es el vino en rama y por qué deberías probar el de Montilla-Moriles: Vicente Amigo te lo cuenta
Enología
El vino en rama no ha sido sometido a ningún proceso de estabilización, por lo que conserva todo su olor, su sabor y su autenticidad
Un grupo de 11 bodegas y lagares se unen para dar a conocer los vinos en rama de Montilla-Moriles
Un grupo de 11 bodegas y lagares del Sur de Córdoba acaban de alcanzar un “acuerdo histórico” para difundir el vino en rama que se hace en la Denominación de Origen (DO) Montilla-Moriles, una de las joyas gastronómicas de la provincia y, al mismo tiempo, un gran desconocido. Pero, ¿sabes lo que es un vino en rama? “Un vino en rama no es un tipo de vino. Es un estado del vino, es un momento en la vida del vino. Uno de los mejores momentos en los que puede tomarse, porque está integro, completo, con todas sus cualidades”, explica Cristóbal Luque, gerente de la Asociación de Bodegas de Moriles y artífice de este acuerdo pionero entre el sector que, por fin, huye de localismos.
La nueva campaña ha contado con la colaboración de Vicente Amigo, que cuenta en un vídeo en Facebook por qué habría que probarlo: "Es uno de los valores más genuinos de nuestra tierra. Soy un enamorado de este producto que con tanto amor elaboran los bodegueros de mi tierra. Es tan natural, tan diferente y tan rico como el mejor de los vinos del mundo".
“Tomar un vino en rama es lo más parecido a tomarlo recién sacado a pie de bota o a pie de tinaja en la misma bodega. Es cuando lo bebemos antes de ser estabilizado, es decir, cuando se somete al proceso que evita que se formen posos en el fondo de la botella o envase. Eso no le gusta a mucha gente, aunque es algo natural e inocuo. No se debería rechazar nunca un vino por este motivo. Catémoslo primero”, explica de manera más profunda Cristóbal Luque.
Y la clave está, advierte, en que esta “estabilización” también se lleva otras sustancias del sabor y olor originales del vino. “Por eso un vino en rama como los de Moriles y Montilla en muchas ocasiones ni siquiera son filtrados, para que guarden aún más toda su esencia y personalidad, manteniendo todas las sustancias originales que provienen de nuestras cepas y de nuestros suelos de albarizas, ricos en carbonato cálcico, lo que les da a nuestros vinos ese carácter y finura tan especiales”, incide.
Una aclaración: un vino en rama no tiene por qué ser un vino turbio y mucho menos un vino enturbiado. Aunque es lógico que su transparencia y limpidez no sea la misma que la de un vino filtrado. “Cuando nos apetezca, pidamos un vino en rama, no pidamos nunca un vino turbio pensando que es más natural”, distingue.
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