Arranca el proceso para rehabilitar la torre de la Cabrilla, símbolo de Posadas

Vega del Guadalquivir

El monumento, de propiedad privada, ha sido cedido durante 75 años al Ayuntamiento con la finalidad de que sea rehabilitado y se abra al turismo

Torre de la Cabrilla o Guadacabrilla, en Posadas. / Miguel Ángel Salas

La torre de Guadacabrilla, símbolo de Posadas, volverá a ser pronto accesible. Esta es la intención del Ayuntamiento maleno, que ha iniciado los trámites administrativos para recuperar el monumento, rehabilitarlo y hacerlo visitable. Como ha avanzado el concejal de Patrimonio, Rafael Fenoy (PSOE), el Ayuntamiento empleará para estos trabajos de restauración una subvención de la Diputación de Córdoba que alcanza los 52.000 euros, un proyecto que ya se encuentran en proceso de licitación. Posteriormente, hará falta alguna inversión más para recuperar todo el entorno y musealizar este bien patrimonial, emblema de la localidad de la Vega.

La fortaleza, de propiedad privada, ha sido cedida al Ayuntamiento de manera gratuita por un periodo de 75 años, un acuerdo que puede ser revisado a petición de cualquiera de las partes cada cuatro años para analizar si se cumplen las obligaciones. Los propietarios, Fina Téllez y Vitoriano Fuentes, se aseguran de esta manera “que todo el pueblo de Posadas pueda conocer uno de los bienes patrimoniales más relevantes, significativos e identificativos de nuestro territorio y su historia”, como ha agradecido el responsable municipal.

La torre de Guadacabrilla o de la Cabrilla, como popularmente se la conoce, está datada a principios del siglo XV, aunque se desconoce si en el lugar donde se erige existió una anterior, pues en 1267 se menciona una atalayuela. Su construcción tiene lugar durante el reinado de Enrique III, quien promueve la defensa del territorio frente a las razzias musulmanas que sacuden la zona desde su desembarco en Tarifa en 1267. Posiblemente, la promoción de la construcción de la Cabrilla se deba al doctor Luis Sánchez, quien tenía encomendada la labor de la correcta defensa del camino Córdoba-Sevilla. Así, formaría parte de un amplio sistema defensivo que completaban la torre del Guadalmellato, el castillo de Almodóvar, el de Las Posadas, Moratalla, Almenara y las torres de Villadiego o de Lora.

Declarada Bien de Interés Cultural (BIC), el Ayuntamiento quiere ahora rehabilitarla, convertirla en un museo y que sea accesible incluso en su nivel superior. “Nos proporcionaría el uso de un recurso patrimonial, museístico y monumental que derivaría en recurso turístico, social y económico de trascendental importancia tanto para el municipio”, destaca Fenoy, quien asume no obstante que su estado de conservación es “relativamente malo” ya que no ha sido objeto de intervención al menos en las últimas tres décadas.

Ahora, para asegurar el acceso al interior del edificio y el aprovechamiento cultural y turístico es necesario el cambio de puertas, ventanas y escalera de la planta baja, así como el análisis estructural del propio edificio. Además, la estructura está afectada por el crecimiento de vegetación arbustiva tanto en el interior como en el exterior, con el riesgo incluso de “provocar desplomes o el colapso”. Por otra parte, debido a la gran cantidad de residuos derivados de los desprendimientos de los paramentos y de las precipitaciones por lluvias, la cubierta superior sufre estancamientos de su sistema de evacuación del agua, lo que conlleva a producir filtraciones por capilaridad en las plantas inferiores. El proyecto deberá resolver todas estas circunstancias.

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