La restauración de la iglesia de la Aurora de Priego de Córdoba encara su recta final

Subbética

El templo, joya del barroco andaluz, reabrirá a principios de septiembre

Una filtración de agua provocó daños junto al altar de San Ramón Nonato

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Ana Infante, en la iglesia de la Aurora de Priego de Córdoba.
Ana Infante, en la iglesia de la Aurora de Priego de Córdoba. / L. Serrano

Priego de Córdoba/Fue el pasado 5 de mayo cuando la imagen de la Virgen de la Aurora de Priego de Córdoba era trasladada desde su templo hasta la iglesia de San Francisco debido al inicio de las obras de restauración que han afectado a la pilastra del lateral izquierdo de la iglesia, así como al muro y al arco del altar de San Ramón Nonato. Un problema de filtración de agua procedente de la vivienda anexa al templo provocaba esta intervención de urgencia llevada a cabo por la empresa Gestión y restauración del Patrimonio Histórico, cuyos trabajos afrontan en estas jornadas de verano su recta final.  

Días después de este traslado, se cerraba al culto la ermita y daba comienzo esta intervención en la que el proceso de conservación ha sido lo más importante, según ha asegurado Ana Infante, responsable de la empresa restauradora. Infante ha recordado que en un principio se temió que las filtraciones de agua hubieran afectado a la parte estructural del templo, algo que se descartó tras la visita del arquitecto del Obispado, Miguel García Madueño, que constató que el daño afectaba únicamente a los elementos decorativos. “Aun así, había que intervenir porque, aunque la pilastra no sujetaba el arco toral, sí lo hacía con el resto de elementos decorativos, que son relieves que tienen un peso considerable”, indicaba la restauradora.  

Desprendimiento de las yeserías

Así, en primer lugar, se procedió a realizar una serie de catas para comprobar el estado del muro existente tras la pilastra. De igual forma, se procedió a desmontar el retablo para comprobar el estado del muro que sirve de medianero con la vivienda colindante. Tras estos trabajos se pudo comprobar el "importante deterioro" que presentaban ambas estructuras debido a esta filtración de agua, no detectada en un principio, y que fue lavando el muro hasta dejarlo muy frágil y provocar el desprendimiento de las yeserías, tanto del pilar como del arco del retablo, que fue lo que alertó del problema existente.  

Una vez comprobado el daño se procedió a la consolidación de las yeserías, ya que tenían mucha humedad, reforzándolas y protegiéndolas. Se desmontó la imagen de San Pedro y de toda la parte de decoración del pilar junto con el retablo, y se consolidó inyectando mortero de cal en distintas densidades hasta que se colmató el pilar y parte de ese cimiento. "Y, a continuación, se fueron colocando las yeserías siempre manteniendo esa deformación que ya ha causado el paso del tiempo y el daño ocasionado anteriormente”, apunta Infante.  

Cumplido el objetivo de consolidación del templo

La restauradora asegura que, tras un año de trabajo, “se ha cumplido el objetivo principal que era su consolidación y se han colocado los elementos decorativos que se retiraron para hacer esos trabajos de conservación, que son la base de la restauración”. Por último, se pusieron unos conectores de acero inoxidable y de varilla de fibra de vidrio, para sujetar el pilar al muro principal y que no tenga movimiento. 

De esta forma concluían los trabajos a falta de algunos detalles de limpieza y albañilería que se llevarán a cabo en estas últimas semanas, con el objetivo de dejarlo todo listo de cara al próximo 7 de septiembre, día en el que la Virgen de la Aurora volverá a su templo para celebrar las fiestas en su honor que darán comienzo el lunes 9 de septiembre. La imagen volverá a su iglesia acompañada por las voces de los Hermanos de la Aurora, antes de su tradicional ronda sabatina.  

Como recuerda la restauradora, “Priego es la joya del barroco no solo de Andalucía, sino de España”, y es importante la conservación y restauración del mismo, algo que es posible gracias a la colaboración en este caso del Ayuntamiento de Priego de Córdoba, del Obispado de Córdoba y de las distintas cofradías. 

Un presupuesto de 40.000 euros

Como ha indicado el hermano mayor de la Hermandad de Nuestra Señora de la Aurora y San Nicasio, Carlos Jiménez Molina, “nos encontramos con este grave problema de la noche a la mañana, por lo que la hermandad ha tenido que realizar un esfuerzo grande, solicitando apoyo tanto a entidades como a particulares para colaborar en la restauración de la iglesia”. Para sufragar el coste de la intervención, cuyo presupuesto ha rondado los 40.000 euros, la Hermandad puso en marcha una campaña de recogida de donativos con el fin de hacer frente a esta situación que “al final nos ha servido para unirnos todos y luchar por un objetivo común que se está viendo cumplido”, asegurada el hermano mayor. 

Desde la Hermandad, en todo caso, agradecen la colaboración del Ayuntamiento, del Obispado y de la Parroquia de la Asunción, así como de los hermanos que han colaborado desinteresadamente ofreciendo sus servicios para lograr que este proyecto salga adelante. “Hemos conseguido dejar a un lado nuestras diferencias y remar todos en la misma dirección, eso ha sido lo más importante de la restauración”, celebra el hermano mayor.  

Está previsto que el próximo 9 de septiembre se celebre un acto en el que se presentará de manera oficial este proyecto y que contará con la presencia de Ana Infante, que ofrecerá una conferencia sobre el desarrollo de los trabajos y dará cuenta del resultado final de la intervención.  

Una joya barroca con raíces en el siglo XV

Antigua ermita de San Nicasio, la iglesia de la Aurora tiene su origen en el siglo XV, aunque las primeras noticias de ella se tienen en 1528. Es de planta rectangular, la bóveda con cinco tramos de medio cañón con ventanas, situándose el coro alto en el primero y, en la cabecera, una cúpula de media naranja sobre pechinas. Los tramos de la bóveda se proyectan al suelo por medio de pilastras en las que se sitúan las tallas en yeso de San Pedro, San Pablo y los Evangelistas.

En el interior resulta difícil encontrar un espacio libre debido a la exuberante decoración barroca que presenta, que cubre la cúpula y bóveda distribuyéndose también alrededor de las ventanas. En ella se mezclan molduras geométricas, motivos vegetales y con abundancia de ángeles de medio cuerpo, remarcado todo por una franja de color azul. El retablo mayor está formado por banco, cuerpo y ático, y dividido en tres calles por complicados estípites. En el ático se encuentra la hornacina de la imagen de San Nicasio, rematada por dos grandes volutas.

En la calle central un gran arco comunica con el camarín de la Virgen, en el que destacan sus espejos embutidos, yeserías y la variada policromía que combina oro e imitaciones de mármoles de gran diversidad y colorido. De planta poligonal con cúpula de media naranja sobre cornisa. La imagen de la Aurora se atribuye a Diego de Mora.

En esta ermita tienen su sede los Hermanos de la Aurora, cuya existencia se remonta a 1580. Cada sábado a la medianoche recorren las calles, cantando el rosario y canciones a la virgen, manteniendo una tradición muy arraigada en Priego.

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