El retrato del Inca Garcilaso viaja desde Montilla al Museo del Ejército

Historia

El cuadro formará parte de una exposición sobre la presencia de indígenas y mestizos en los ejércitos españoles

La tunantada peruana recorre las calles de Montilla, en imágenes

Retrato del Inca Garcilaso en Montilla. / El Día

Montilla/Montilla estará presente a través del retrato del Inca Garcilaso de la Vega pintado en 1959 por Francisco González Gamarra en la exposición temporal Blancos, pardos y morenos: cinco siglos de españoles de América en el Ejército, que podrá visitarse en el Alcázar de Toledo, sede del Museo del Ejército de Tierra, desde el próximo 26 de noviembre.

El cuadro cedido por el Ayuntamiento de Montilla para esta muestra preside la estancia que recrea el despacho del autor de los Comentarios reales de los incas en la Casa-museo del Inca que Montilla conserva en homenaje de Gómez Suárez de Figueroa, el primer mestizo peruano. Este óleo viaja a Toledo como parte del guion-discurso de una exposición que pretende visualizar la presencia de indígenas, mestizos y afrodescendientes americanos en los ejércitos de España a través de la historia.

Dicha muestra, explica el Museo del Ejército en su web, realizará un recorrido cronológico y temático, que incluirá pinceladas sobre los hitos más significativos de la presencia de España en América. Su enfoque será eminentemente social y con un destacado protagonismo del elemento hispánico autóctono y el mestizaje, y su reflejo en la historia militar de España. Mostrará en cuatro espacios piezas originales como armas, cuadros, estampas, uniformes, banderas, miniaturas, procedentes del propio museo, del museo de América, y de otras colecciones, combinados con textos sintéticos, unas gráficas de impacto visual.

El retrato del Inca Garcilaso expuesto en la Casa del Inca de Montilla responde al enorme interés que despertó en el peruano González Gamarra (1890-1972) la identidad del hijo del capitán español Garcilaso de la Vega Cargas y la princesa inca Chimpu Ocllo. Un personaje que nunca se dejó retratar, tampoco en los años de estancia en Montilla ni en Córdoba y cuyo rostro aguileño y de porte aristocrático al que asociamos es fruto de los estudios y creatividad del pintor cusqueño.

Recoge el estudio titulado El rostro del Inca Garcilaso en el pincel de Francisco González Gamarra, editado por el Ministerio de Cultura de Perú en 2022, que el artista peruano por largo tiempo se dedicó a buscar información histórica sobre la imagen mestiza del Inca Garcilaso para retratarlo de la forma más verídica posible. Incluso, cita al artista manifestando que “en la imposibilidad de encontrar un dato iconográfico auténtico decidí hacer una versión evocativa de Garcilaso”.

La salida, en préstamo, de este retrato del Inca Garcilaso supone para Montilla, como explica la concejala de Cultura, Sole Raya, “una nueva colaboración con uno de los museos más importantes de España, siguiendo los pasos de otros cuadros y obras de arte que han viajado al Museo del Prado en los últimos años”. La más reciente el Cristo de la Tabla de la iglesia parroquial de Santiago que desde ayer está expuesto en la pinacoteca nacional como parte de la exposición Darse la mano. Escultora y color en el Siglo de Oro.

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